Capítulo 1: La Apuesta

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Se vio en el espejo una última vez para cepillar sus púas y verlas bailar en el viento. Polvoreó suavemente su rostro para así elegir entre los cientos de pintalabios que poseía cual sería el que iría mejor con la ocasión, después de todo era jueves. Aplicó el bálsamo labial que sabía que resaltaría sus labios en un suave color rosa y como toque final colocó aquella diadema carmín sobre su cabeza para acentuar aún más su belleza natural; por último buscó en aquel tocador de fina madera blanca una caja aterciopelada, la cual, albergaba una fina gargantia de oro blanco con incrustaciones de diamantes, la cual tenía una rosa de oro y diamantes en el medio de la misma. Esa era la mayor reliquia familiar conocida como la Diamond Rose; lo último que le habían dejado sus padres antes de morir; eso y su enorme fortuna.

Amy se puso en pie para verse en uno de los siete espejos que habían en su habitación, en donde lució aquel vaporoso vestido blanco que llevaba puesto, el cual se ajustaba perfectamente a las curvas de su cuerpo. Revisó cada aspecto del conjunto de ese día, viéndose como la rosa más hermosa jamás. Estaba lista.

Amy fijó su vista al buro de su habitación, en donde sus ojos admiraron con ensoñación aquella fotografía que se lucía por sobre todos sus muñecos de felpa y joyería en éste; en un marco blanco con incrustaciones doradas para que resaltara con el mínimo toque de luz, y no era de menos, después de todo en éste posaba el erizo que había robado el corazón de la chica más cotizada de toda la ciudad, la pareja más perfecta decían todos, pero existía un problema...

–Estoy lista, hoy será el día– sonrió al portarretrato –Hoy será el día que sabrás de mí, Shadow the Hedgehog.

Él no sabía que ella existía.

Shadow the Hedeghog, uno de los erizos de más elite en todo el país había sido quien había robado su corazón años atrás, y a pesar de eso, él rara vez le había dirigido más que una sonrisa de cordialidad sin realmente percatarse de su existencia; pero ese jueves eso cambiaría, pues se sabía que Shadow llegaba cada jueves puntualmente a las 12 del medio día al "Chaotix Bar & Café". Él era un erizo de rutina, siempre llegaba puntual en donde pedía lo mismo en cada oportunidad: un café negro sin azúcar, para luego tomar una mesa en donde se dedicaba a tomar su bebida caliente y leer el periódico; eso lo sabía ella debido a que por los últimos meses ella llegaba puntualmente a las 12 sólo para poder admirarlo a la distancia.

–Esta vez no perderé la oportunidad– se dijo decidida para admirarse una última vez frente al espejo. Amy observó su reloj de pulsera para verificar la hora. 11:45 am. –¡Es tarde!– exclamó apresurada para salir corriendo y así concertar su cita.

Amy corrió por la calle para llegar al café en donde lo observaba a la distancia como una sombra indeseable en su mundo, pero esta vez ella se había propuesto a cambiar eso, esta vez ella hablaría con él y haría que él supiera que ella existían en el mismo mundo que él. Amy se detuvo a varios metros de distancia del local con su respiración agitada por la indeseable carrera, y así, nuevamente verificar la hora en su reloj de pulsera para cerciorarse de no haber llegado tarde, notando que había llegado justo a tiempo, pues las doce en punto arribaban. Amy fijó su vista al frente para así ver al erizo negro llegar en la dirección contraría a la de ella y entrar al café en donde tantas veces lo había admirado en silencio.

Su corazón se detuvo por un momento para deleitarse de su presencia, y así, sentir como él le robaba el aliento. Escuchó el tintineó de una campana al él adentrarse al comercio y desaparecer de su vista.

Era hora.

Aspiró aire profundamente en un intento de tranquilizar su agitado corazón y evitar que la ansiedad apareciera como mal invitado a la cita de aquella tarde. Amy se vio una vez más en el reflejo de la vitrina adyacente y revisar que sus ropas estuvieran impecables, al igual que su peinado y maquillaje. –Bien, ¡es hora!– exclamó con entusiasmo. Amy se adentró a aquel antiguo café de butacas de madera gastada y olor a infusión de cafeína y alcohol barato.

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