Mi mate es un Alpha

Capítulo 24

Alison

De un momento a otro aparecí en el bosque, como casi todos los días desde que salvé a mi madre biológica y al resto de gente, pero esta vez era distinto. Casi no habían árboles, todo se tornaba de color negro y sentía un gran dolor en mi interior. Era algo desgarrador e inaguantable y en el momento en el que iba a gritar de dolor la Diosa Luna apareció.

-Alison- al levantar la cabeza la miré atentamente y estaba totalmente distinta. No tiene el vestido blanco que suele llevar, está vez era uno negro y rojo, liso y largo. Es como si algo malo hubiese pasado por aquí destruyendo todo lo que pilló a su paso. El aire es pesado y cuesta respirar bien y es como si a cada minuto que permanezco aquí, algo dentro de mi se estuviese apagando.

-¿Qué ha pasado aquí?-

-Alison, Zac cada vez se hace más fuerte y la maldad crece. No sé de qué modo han conseguido contactar con este universo paralelo, pero al hacerlo lo hechizaron y por eso se encuentra en estas condiciones. Cuando la heredera de la Luna muera todo esto dejará de existir... Alison tienes que luchar, encuentra a Zac y destrúyelo o estaremos todos perdidos... Lucha Alison... Lucha- y la voz cada vez se escuchaba menos, al mismo tiempo su imagen se desvanecía y me desperté.

Alguien saltó encima de mi y cayó sobre mi barriga.

-¡¡Alison!! - gritaron, abrí los ojos de golpe y miré al autor de tal daño y estruendo, pero me llevé una sorpresa al ver a Ashley.

-¿Ashley?, ¿Cómo has llegado hasta aquí?- me estiro un poco y me paso las manos por la cara para quitarme el sueño.

-Hemos venido a visitarte- no recuerdo que Isabel se fuese a pasar por aquí hoy.

-¿Hemos?- cómo por arte de magia un hombre joven, con el pelo castaño, de altura media, y ojos verdes irrumpió en mi habitación.

-Papá - gritó Ashley aún encima de mi.

-¿Papá?- dije atónita.

-Hola hija- salí de debajo de la manta y me puse de pie.

-¿Papá? - volví a repetir - Lo siento, no sé porque he vuelto a decir eso-

-No te preocupes, Ali hija como me alegro de volver a verte- no se acercaba a mí porque creo que intenta darme espacio. No me puedo creer que este sea mi padre biológico.

-Hola-

-Te he echado mucho de menos, siento no haberte encontrado antes pero te juro que jamás te dejé de buscar. Te quiero mucho hija y espero poder compensarte todo el tiempo perdido- las lágrimas se me saltaron y corrí a abrazarle, nos fundimos en un agradable abrazo. Miles de imágenes me vinieron a la cabeza, como en una visión, en las que mi padre me cantaba y jugaba conmigo de pequeña. Entonces entró Isabel en la habitación.

-Veo que ya os conoceis- nos separamos, nos giramos a verla y entre lágrimas la sonreí y la invité a entrar en el abrazo. Después vino Ashley corriendo y se unió riendo y nos quedamos así un buen rato.

-Ali, te dejamos que te vistas para irnos. Tenemos que empezar a entrenarte- asentí y se marcharon. Madre mía, esto es demasiado, ya no sé cómo me las voy a reglar para hacerlo todo. Y ahora que lo pienso... ¿Como han entrado?.

-Liam- me dije a mi misma, eso significa que Liam está con mis padres, solo... Oh por dios, esto no va a acabar bien. Me duche y me cambie lo más rápido que pude y salí corriendo en dirección al salón, todos estaban allí pero la diferencia es que mi familia estaba en un sillón y Liam solo, en otro. Cuando entré se levantó corriendo y vino hacia mí.

-Menos mal que has venido, tu padre lleva como media hora mirándome fijamente... Y me da escalofríos - me reí un poco por lo ridículo que sonaba eso y mi padre nos miró.

-Ali, ¿Me puedes explicar qué hace este chico en tu casa?- preguntó con cierto tono de molestia.

-¿No os ha abierto la puerta? -

-Sí, pero eso no explica por qué está aquí -

-Bueno... Pues es.. - entonces Isabel me hizo señas por detrás diciéndome que no le diga la verdad- Un amigo. Sí eso, es un amigo que se quedó a dormir anoche-

-¿Invitas a todos los chicos a quedarse a dormir en tu casa? - no estoy arreglando las cosas

-NO, es solo que estuvimos haciendo un trabajo hasta tarde y ya que estaba le dije que se quedara para que no volviese tan tarde-

-Eso espero, porque no me da buena espina- miré a Liam y no me extraña que diga eso, estaba ridículo. Llevaba unos pantalones negros, rotos por todos los sitios posibles (los de moda), una camiseta igual de rota y el pelo demasiado alborotado. Entonces comencé a reír y todos me miraron raro.

-¿Qué pasa?- preguntó Liam.

-Nada, ya te lo contaré luego. Bueno ir a la cocina si no habéis desayunado que yo enseguida voy- se marcharon y me quedé en el salón con Liam.

-¿Pero se puede saber qué llevas puesto? -

-No ha sido culpa mía, visité a mis padres y Sofía quiso experimentar conmigo. Metió mi ropa a la lavadora pero se encogió mucho así que tube que salir con estas pintas, para cuando llegué tus padres estaban en la entrada, les abrí la puerta, y luego cada cosa llevó a la otra-

-Y pensar que yo era la que tenía mala suerte, pero no puedes salir con estas pintas a la calle, parece que te acaba de atropella un camión- le arreglé un poco el pelo y le di un beso.

-Así ya estás un poquito mejor- entonces fue cuando empezamos a besarnos.

-Ali, ¿Vienes?- gritó mi padre desde la cocina, interrumpiéndonos.

-Voy a cambiarme, en seguida nos vemos - me dio un último beso y se fue. Madre mía, Sofía se merece un premio al conjunto del año. Desayunamos todos y nos fuimos. Liam se puso más decente y cuando llegó se marchó con el coche junto con mis padres al destino final y yo les seguí con la moto. Dijeron que Ashley era muy pequeña para ir con nosotros a ese lugar, así que se quedó al cuidado de mis hermanos.

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