Luna

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Hoy mis ojos están grises, del mismo color de la luna. Triste y solitaria luna.
Esa misma que nos ilumina cada noche y desaparece cada mañana. Esa que observamos cuando estamos tristes y, sobretodo, cuando echamos de menos a alguien.
Hoy, más que nunca, me siento sola.

La primera vez que estuve realmente sola, me sorprendió muchísimo el desinterés de la gente. Al llegar a Nueva York necesitaba comprar un par de cosas y lo cierto es que logré entrar y salir del supermercado sin que nadie siquiera me preguntara como me encontraba.
No sabían nada de mi, ni yo de ellos, pero eso no parecía preocuparles en lo absoluto.
Claro que mi familia me lo había advertido pero aun así.. no me esperaba esta "indiferencia absoluta".

Al vivir 18 años sin ningún contacto con nadie que no fuera mi familia, podemos decir que ser social no era mi punto fuerte. Siempre fui muy cariñosa y espontánea, pero eso porque siempre hablaba con quienes conocía literalmente de toda la vida.

Cuando por fin me encontré fuera de mi casa fue cuando realmente empecé a conocerme.
Por un lado era muy tímida y me costaba muchísimo decir cualquier cosa a cualquier persona, pero por el otro lado.. deseaba hablar con todo el mundo. Deseaba saber su nombre, su edad, sus gustos, sus experiencias, todo...

He de admitir que me costó mucho acostumbrarme a lo que es ser "normal" a los ojos de nuestra sociedad, sin embargo a poco y poco lo logré.
El primer paso para ello fue conseguir un trabajo. Y lo conseguí rápido en un cine llamado "Cinema Village" en la mismísima isla de Manhattan, en la 12ª calle.

Al inicio moría de miedo, solía llevar gorros y peinados raros de forma a tapar mis ojos hasta que me di cuenta de que aquí nadie se da cuenta de nada.
Es decir, ¿por qué se fijarían en la chica de la taquilla?
La gente que viene aquí ya tiene su grupo de amigos, su novio o novia, su mejor amigo o amiga, etc. Ya tiene con quien hablar y con quien preocuparse. Vienen, me dicen que película quieren ver, en donde se quieren sentar y con cuantas personas estarán. Les digo el precio, me lo pagan y les doy sus entradas. Eso es todo, nadie se fija en la chica detrás de la pared de cristal, ni en su cara ni mucho menos en el color de sus ojos.

Mis hermanos me lo habían advertido todo, pero sinceramente... tenía un poco más de fe en la humanidad.
Por mucho que me dijesen que a "nadie le importaría", siempre soñé que no sería así.
¿A quien quiero engañar? Soy una chica normal que desea tener relaciones normales.
Siempre soñé con tener una mejor amiga loca que me obligue a hacer cosas que yo jamás me atrevería sola. Siempre soñé con encontrar un chico que me ame con todo su corazón.
Cosas normales, ¿no? Cosas imposibles para mi...

Aquí aprendí que la gente solo te mira si les debes dinero o necesitan algo de ti, de no ser así no eres más que una máquina, un medio para un fin.

15 años atrás

"- Muy bien Chloe, hoy viene a cenar la familia Collins, ya sabes lo que tienes que hacer, ¿cierto querida?
- Si, mami. Estaré en mi habitación haciendo las tareas. No haré ningún ruido y cuando las termine puedo mirar a través de la mirilla.
- Muy bien mi amor. Sé que esto es muy difícil para ti pero... no hay otra opción... - su cara se hizo triste. A mi madre siempre le dolía muchísimo el esconderme pero se convencia a si misma de que hacía lo correcto.
- Mami, estaré bien. Tranquila, ¿si? - dije abrazándola - Disfruta la cena.
- Si por algún motivo alguien sube las escaleras sabes que hacer, ¿verdad?
- Si, me escondo en el falso suelo del armario.
- Muy bien mi vida..
Ding-dong
- Ya llegaron, adiós mi amor, después te traigo la comida. - me besó la frente y bajó las escaleras. Escuché los estridentes saludos entre cada miembro y, como siempre, me intenté concentrar en las tareas."

Esconderme del mundo durante 18 años no fue tarea fácil, claro que a mi me dolía pero entendía el motivo y por veces creo que incluso le dolía más a mi familia.

Obviamente me dolió no poder nunca ser una niña normal con clases normales o amigos normales, pero como nunca lo tuve.. no lo "echaba tanto de menos". Sencillamente no sabía lo que era. Pero mi familia si. Y a todos y cada uno de ellos les dolía mucho mi situación.

Mis 5 hermanos fueron mis únicos amigos y por lo tanto siempre fui muy unida a ellos.
La primera en nacer fue mi hermana Brianna, quien me lleva 14 años, es muy responsable y a la vez divertida. Estudió medicina en Michigan y trabaja como médica en un hospital a unos cuantos kilómetros de Balltown.
Después, 12 años antes de que naciera yo, nació mi hermano Chris. Ayuda a mi padre con los campos y con los animales. Ya se casó y tiene dos hijos que tienen tanto de amorosos como de "trastos". Sigue viviendo en Balltown y no tiene ideas de mudarse, vive justo al lado de mis padres.
De seguida nacieron las gemelas Jessica y Jasmine, tienen 10 años más que yo y son las locas de la familia. Les encanta viajar y por lo tanto siempre están buscando cualquier tipo de trabajo que las permita ahorrar un poco e irse de viaje. Esa es su meta: viajar, conocer el mundo.
Después de las gemelas nació mi hermano Matthew, con apenas 2 años más que yo.

Aunque, repito, siempre fui muy unida a mis 5 hermanos, lo cierto es que con el que siempre me llevé más y mejor fue con este último. Él era el único con más o menos mi edad. El único que me entendía mínimamente.

Matt jamás tuvo muchos amigos, mis padres querían que tuviese una infancia normal y por ese motivo querían que invitase a sus amigos a pasar el día en nuestra casa, sin embargo él sabia que para ello tendrían que esconderme y siempre se negó a hacerlo. De vez en cuando se iba con cierto amigo pero jamás tuvo mucha cercanía con ninguno...

Flashback

"- No, mamá. ¡No quiero invitar a nadie!
- Te vi hablando con un chico, parecían amigos, ¿cómo era su nombre? ¿John?
- Johnathan. Si, es mi amigo, pero no es para tanto. El otro dia lo escuché hablando mal de mi con otros.
- Bueno.. ¿y el que tiene las pequitas?
- Nah, es aburrido. No habla nada que no sea sobre dinosaurios.
- ¿Y el hijo de la señora Anny?
- Ese mucho menos, es muy mentiroso.
- ¡Ya basta Matthew! Deja ya de conseguir excusas y de quejarte de todo el mundo. Necesitas ser normal y tener amigos, no queremos que nadie sospeche de nada.
- ¿Qué? ¿De que hablas? ¿Qué tiene eso que ver?
- ¿Crees que no te entiendo Matt? Sé que lo haces por tu hermana pero la gente puede sospechar...
- N-n-o, no es eso. Y-yo... mmm... solamente nadie me cae bien.
- Matt... por favor...
- Déjalo mamá, no quiero...
Con esto, Matt volvió a mi habitación y yo coloqué los auriculares en los oídos fingiendo no haber escuchado nada."

Efecto CamaleónWhere stories live. Discover now