Entre Pinceladas (Camren)

Capítulo 41

Las ramas de los árboles se movían por causa del viento, se aproximaba una tormenta y eso era seguro aunque en esta época era raro que lloviera ya que en esta época lo que abundaba era el frío. Me encontraba dentro de mi auto aún con los pensamientos y las palabras que Lucy había dicho anteriormente, era un locura lo se pero esa locura traía beneficios, ya que tendría un poco de dinero para la universidad, pero siempre sentía que que estaría mal hacerle eso a Camila, eran tantas cosas que pasaban por mi cabeza que no sabia que hacer. Flote mi sienes y frustrada salí de mi auto, estaba frente a mi casa, hace unos minutos había llegado a esta. Entre y me senté en el sofá, puse mis manos en mis ojos y suspire necesitaba pensar bien y tener las cosas bien claras. Quite mis manos de mi rostro y enfoque mi mirada en la carta que era la invitación de la fiesta de Camila, la tomé y la observe por varios minutos, desde el día que la madre de ella había aparecido acá no la había abierto, quizá sería buen momento para hacerlo. Me acomode mejor y tome la carta, con mucho cuidado la comencé a abrir, era muy pequeña la carta, no decía mucho.

Gran celebración de la familia Cabello.

Estas invitado el día 12 de diciembre a las 21.00 horas de la noche. Esperamos que asistas será un día muy especial donde encontrarás sorpresas.

Att. Sinuhe Cabello.

Era lo único que encontraba en la invitación, lo que me parece raro es que no dice de que será la fiesta, solo dice que es una celebración, quizá si es la celebración de la graduación de Camila. Deje el pedazo de papel en la mesa y me quede un momento pensando en todo esto, solo faltaban dos días para esa tal celebración en la casa de los Cabello, no sabía si debía ir, aunque la mamá de Camila dijo que su hija me había invitado que ella quería verme, pero ¿por que no vino ella personalmente?. Si que era cierto que la extraño demasiado, pero aún no sacaba de mi cabeza la idea que es mala idea en ir a ese lugar. Me levante y fui a la cocina en busca de una cerveza, luego de tenerla me fui a mi habitación, donde me recoste un momento. Me quedé observando el techo de mi habitación, no tenía ganas de hacer nada, ya eran las 7 de la noche. Luego de un tiempo me recordé que debía seguir leyendo el libro de Camila, me levante y fui directo a buscar el libro, este estaba en la mesa, me senté nuevamente en la cama cuando ya tenía el libro en mis manos y lo abrí donde me había quedado, el libro tenía un total de 35 páginas, estaba genial a mi estaba gustado, el libro era solo de la tristeza que estaba o que pasó la morena con la muerte de su padre cada página que leía me llenaba de tristeza pues en estas páginas se reflejaba la tristeza que alguna vez ella tuvo por ese ser querido. La pérdida de alguien los lo peor que te puede pasar, lo sé por que mi abuela murió de una enfermedad muy fuerte, no recuerdo el nombre pero aún sigo pensando en ella. Mientras leía el libro unas lágrimas se escaparon de mis ojos, pues esas palabras me afectaron demasiado.

"... Te sigo esperando acá en el mismo lugar donde me enseñaste muchas cosas, esas cosas que hoy en día me han servido, te quiero mucho, te necesito en estos momentos, necesito tus palabras sabias, tu inteligencia, sin ti no se si seguiré adelante, trato de ser fuerte como tú me dijiste una vez. También me dijiste que el dolor te hace ver que de verdad estas viva y que así me daría cuenta que en esta vida estamos un día y al otro ya no... Te seguiré esperando, en mis días grises... "

Limpie mis mejillas y me quede pensando en esas palabras, me sentía identificada en dos cosas, sentía el dolor de perder a alguien, pero también me sentía mal por que me estaba dando por vencida, ya no quería seguir luchando por la morena y ella en este libro se notaba muy decidida a esperarlo, a seguir adelante sin él, no debía darme por vencida, amaba a la morena lo hago por aunque ella ya no esté. Debía ir a esa celebración, si debía ir, quería verla y hablar con ella, quería tenerla entre mis brazos y poder besarla. Deje el libro en la mesa y me acosté en la cama, debía descansar un poco cerré mis ojos y me quedé dormida.