Capítulo 34

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Lauren's POV

Cuando acá llovía, desde mi puerta de cristal, se podía apreciar esa hermosa acción que hace la naturaleza, uno diría que el cielo se caería en cualquier momento, yo pensaba eso antes pero no más, me encantan los día así ya que no había colegio y mucho menos podía salir de mi casa, aunque no era tan bueno pues no podría ver a la morena. Me encontraba frente a la puerta de cristal, observando como cada gota de agua caían en las hojas de los árboles, una sonrisa se salía de mis labios cada vez que eso pasaba. El señor gato estaba en mi regazo y lo acariciaba, estaba tratando de leer un poco el libro de Camila, lo tenía en las manos y en la mesa a mi lado sobre esta había una taza de café humiante, me prepare mejor, me acomode mejor, y abrí el libro, la portada estaba hermosa, pero la primera hoja me dejó impartada era super llamativa, había una dedicación al final del la hoja "para mi persona favorita que ya no esta", suspire y comencé a leer la primera hoja, ya había leído un poco de este libro, no les mentiría diciendo que no, pero la dedicación no la había visto, iba por el capítulo 15, y para ser sincera este libro estaba súper hermoso, todo lo que hablaba de esa persona, que aún no decía quien era, pero igual estaba muy hermosa.

Grises

Mis días son tan vacíos, si me hubieran dicho que estando a tu lado saldria lastimada, te escogería mil veces ya que estando a tu lado aprendí muchas cosas, aprendía a nunca rendirme a que si podía volar dentro de una empresa, pues dentro de esta podía cumplir mentas y así podía volar en grande. Recuerdo el día que te vi, ese día fue tan genial pues no podía creer que tu estarías en mi vida siempre, que compartiriamos momentos únicos, momentos que solo tu y yo pasaríamos. Ahora me encuentro acá cumpliendo unos de nuestros sueños, estoy escribiendo, algo tan hermoso uno de mis sueños. Te prometí que a pesar de todo, pase lo que pase seguiré con esto ya que tu no pudiste terminarlo, yo debo seguir en esto... "

Cada palabra que leía me recordaba a ella y como pude haber sufrido por algo, ella no se merece sufrir, no más ella merece lo mejor del mundo, cada cosas que existe, que sea perfecto y hermoso ella debe de tenerlo. Si pudiera le daría la luna y las estrellas.

"Mi hermana siempre pregunta por ti, en los días en que pasabas conmigo, en los que pasábamos bajo ese techo, dent o en esa habitación donde hicimos nuestro, bueno tu sueño, ya que yo aún no sabia si ese seria mi sueño. En ese tiempo mi sueño era ser una doctora pero luego de ver y saber que los doctores verían sangre y todo eso deje atras ese pensamiento y luego llegó la etapa de descubrir que quería ser en un futuro, mamá quería que fuera una abogada, ¿lo recuerdas?, cuando yo lloraba y le decía que eso era aburrido, ella me compraba libros, pero no eran libros geniales era simple lectura de abogados o cosas del tema.

Recuerdos que van y vienen, ya que había algo en mi cabeza, algo mal que hasta esta fecha creo que aún la tengo y es que a veces se me van los recuerdos, y eso me jode ya que no puede recordar cosas importantes como el día en el que tu me llevaste al parque, fue el primer día que vi el parque y pude pensar en que si algún día podía ser libre, ese día del parque abrí mis brazos y giré y giré, pensaba en que podía ser un avión o una ave para poder volar y observar todo el mundo. Te extraño. Extraño cada minuto que pasaba a tu lado, cada momento que aún habita en mi, me hace recordarte, podía escribir miles de páginas de como te perdí en como pase esos últimos días contigo, pero lo cierto es que no podía ya que son tantas aventuras y tantos recuerdos que no me alcanzarían unas simples treinta páginas para escribir esto. Recuerdo que me dijiste que un libro aburrido no pude tener muchas páginas ya que los lectores se terminarán aburriendo, pero si el libro es divertido e interesante por más que tuviera millones de páginas el lector nunca se aburrira y hasta volverán a repetir tu libro. ¿Lo recuerdas?, recuerdas cuando me escape y tu te preocupate más que mamá ese día fue muy interesante porque ese día me di cuenta en que no todos los que están a tu lado son de confiar. Tu me decías también que un libro debe ser interesante y a la vez muy triste, pues que no hay un libro sin drama, amaba tus metáforas tan buenos y a la vez sin sentidos, pero algunos me han ayudado en el día de hoy... "

Vaya que si tiene talento, cada palabra que se encuentra acá es tan profunda y tan hermosa, Dios, no entiendo como su madre no la puede apoyar en algo así, ella debe tener el apoyo de todos, ya que ella es maravillosa en lo que hace. Me quede leyendo un poco más hasta que llamaron a la puerta, observe por la puerta de cristal aún estaba lloviendo quien debía de ser, eso me preguntaba.

Deje a un lado el libro, baje a él gato y camine hacia la puerta, la cual no dejaba de sonar, seguían llamando a esta, camine con cautela hasta que llegue la abrí muy lento y cuando estaba haciendo eso, alguien la empuje con fuerza y entró a la casa sin permiso.

-Dios, Lauren no ves que esta lloviendo y aun así no me dejas entrar.

Me quede parada en mi mismo lugar, solo la observaba, ella estaba acá, pero que hacía en mi casa aun no comprendía nada de esto.

-¿Solo me miraras o dirás algo? - observe que ella tenía el ceño fruncido.

-¿Que haces acá, Keana?.

-Solo quería verte.

-Yo no quiero verte, así que te pido que te vayas -- ella me observaba, en sus ojos había confusión y un poco de tristeza.

-Laur, por favor, quiero arreglar todo...

-No Keana, vete yo no quiero hablar contigo, por favor vete.

Ella no dijo más nada, un silencio se hizo presente ante nosotras, ella tenía su cabeza baja. Sabía que no debía ser tan dura con ella, pero aún tenía esas imágenes de ella que no me dejaban en paz, odiaba recordar eso. Pase mi mano por mi cabello, esto me estaba estresando y algo me decía que no debía actuar así con ella, pues se notaba que estaba arrepentida por todo lo pasado. Pero a todo esto. ¿Como supo donde vivo?.

-¿Quién te dijo donde vivo? -- ella levantó su cabeza y en su mejilla tenía una lágrima.

-Pues fue Vero...

-No puedo creer que aun sigas teniendo planes con esa tonta.

-No, no es lo que crees, solo quería saber donde vivías, quería arreglar todo.

-Keana yo...

-Solo dame tres minutos o cinco.

-Esta bien... Cinco minutos -- la observe.

-Bueno se que todo lo que paso fue horrible yo tengo entendido, arruinamos su niñez, no debimos meterte en esos vicios, lo siento, no debí hacerlo, me arrepiento, pero por favor dejemos el pasado atrás y sigamos como amigas.

Después de decir eso ella solo se quedó en silencio esperando a mi respuesta o más bien a que yo hablara, no sabía que hacer o decir, era cierto que debemos darles oportunidades a las personas, si que era cierto que no fue la gran cosa lo que ella y Vero hicieron pero igual por andar en esos pasos mi familia me odia hoy aunque ya lo hacían mucho antes.

-Okey, tu silencio dice mucho, me voy -- se notaba muy triste y también arrepentida. Ella estaba caminando hacia la puerta, donde yo estaba aún, ella pasó a mi lado. Debía actuar, pues no debo ser tan tonta con algo así, ella perdió su dignidad y vino a pedir disculpas. La tome del brazo e hice que se detuviera.

-No, esta bien, acepto tus disculpas... Pero sabes bien que los recuerdos quedan, pero igual te perdono.

-Lo sé, pero te prometo que Camila no sabrá nada, no viniendo de mi, si tu quieres decirle esta bien, pero descuida de mi boca no saldrá nada.

-Bueno gracias...

-Bien, me debo de ir, descansa.

-No, aun esta lloviendo, si quieres quedate un poco más, hasta que pare de llover.

Ella aceptó, nos sentamos en el sofá con una taza de café, ella me hablaba de cuando Camila era una niña ella jugaba en el bosque y ellas eran coml las guerreras que cuidaban los animales era tierno saber eso, solo imaginar a la morena jugando en el bosque me llena de ternura.

Después de un buen tiempo, era hora de irse, la lluvia había acabado, se despidió y se fue, sabía que había echo bien con aceptar sus disculpas, ella se miraba muy sincera, en sus ojos lo notaba. Me senté en el sofá tomé un sorbo de café y continúe leyendo el libro, aún con lo hablado de esta tarde me sentía muy bien al haber hablado con ella. Deje eso atrás y continúe con el libro.

Entre Pinceladas (Camren) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora