⊰ SUNDAY ⊱

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Se supone que no debería estar sintiendome así, pero es completamente inevitable que mi sistema nervioso esté a punto de colapsar.

— ¿Sucede algo?

Jeno me saco de mis más profundos negativos pensamientos.

— ¿Ah? No —traté de disimular respondiendo con un tono tranquilo.

— ¿Segura? Porqué si sigues pasando ese paño por ahí de seguro quitaras el color del mesón —me miró divertido.

Inmediatamente me di cuenta a lo que se refería, había estado tan distraída pensando en mi pronta muerte que llevo más de 15 minutos limpiando este mesón en el mismo lugar.

Di un pequeño brinco y retiré el paño del lugar.

Oí la risa de Jeno a mi lado, yo simplemente agache mi cabeza y empecé a jugar con mis dedos.

— Ven linda —me giró hacia el tomándome por los hombros, levantó mi rostro acunandolo en sus manos— No tienes porqué estar nerviosa. Él es bueno.

— Tú mamá no dijo eso —me quejé.

Rió.

— Entonces mamá ya te habló de él —me apego a él en un abrazo— Bueno, a veces suele ser algo temible pero...

Jeno no terminó de hablar ya que fue interrumpido por el sonido de la puerta abriéndose.

La madre de Jeno bajo corriendo hasta la puerta.

— Vamos —guiño un ojo y me jaló de la mano.

Salímos de la cocina y nos aproximamos a la puerta de entrada.

La madre de Jeno abrazaba a aquella figura masculida de la cual aún no llegaba a ver bien.

Jeno me jaló un poco más acercándome, luego me soltó para ir al encuentro del hombre.

Lo saludo afectuosamente y fue correspondido de la misma manera, aquello me hizo dar cuenta de el porqué Jeno es tan maravilloso, ha crecido en una familia en donde le dan amor e importancia, a pesar de que no estén juntos muy seguido.

Un escalofrío recorrió toda mi espalda en cuanto la mirada del papá de Jeno se posó en mí. Ahora entiendo de donde Jeno es tan guapo. Su mirada fija y su mandíbula tensada no ayudaban a mi sistema nervioso, una sonrisa me hubiera relajado.

En mi desesperación hice una reverencia.

— Buenas tardes —hice un magnífico esfuerzo para no titubear.

No respondió, simplemente se acercó a mi con la misma mirada sería, parecía como si estuviera pensando lo peor de mí.

— ¿Como te llamas? —preguntó.

Jeno llegó a mi rescate.

— Se llama ___, papá, es mi novia —Jeno me presentó, algo que agradecí enormemente, jamás hubiera podido responder sin que mi voz temblara.

Juró que iba a empezar a sudar si seguía mirándome así.

— Que niña tan linda, bienvenida a la familia —habló al fin luego de un largo silencio y una mirada acusadora.

Sonrió, y ahí fue donde empecé a relajarme, su sonrisa es idéntica a la de Jeno. Respondí débilmente aquel acto.

— ¡Bien! Jeno ayudame en la cocina. Ustedes siéntense en la sala y conozcanse más —la madre de Jeno lo jaló dentro de la cocina.

Jeno no me abandones.

El papá de Jeno camino y se sentó en los sillones. Al no ver que me acercaba me llamó. Algo tímida me senté.

—Y... ¿Como conociste a Jeno? —preguntó a penas me senté.

— De la escuela —traté de responder lo más segura que pude.

— ¿Van a la misma clase? — volvió a preguntar.

Negué moviendo mi cabeza.

— ¡Oh! ¡Papá! —Jeno gritó desde la cocina— ¡Ella puede tocar piano!

Los ojos del hombre se abrieron de sobre manera y en un brusco movimiento se paró del sillón.

— ¿Eso es cierto? —habló con una expresión de sorpresa.

— Oh, sí —asentí suavemente.

— ¡Al fin! —el padre de Jeno estiró los brazos al cielo y empezó a caminar a toda prisa a lo más profundo de la sala— ¡Sígueme!

Me levanté de mi sitio y a paso apresurado alcancé al hombre.

— No logré que Jeno aprendiera a tocar este instrumento, el eligió la guitarra —bufo con un tono de molestia— Pero, si tú tocas entonces yo les daré mi bendición.

Su expresión cambió a una muy radiante.

Nos detuvimos frente al que parecía ser un mueble cubierto con una gran sábana blanca. Tiró de la sábana dejando al descubierto el gran piano.

— ¡Wow! —exclame con sorpresa al ver el instrumento— Es un Steinway.

Aquella marca de pianos es la más cara y reconocida.

— ¡Sí! —exclamó emocionado— Por favor, toca.

Mire algo temerosa el instrumento y tomé asiento en la pequeña banca frente a el.

Hacía un tiempo que no lo practicaba.

A mamá le gustaba mucho "El Lago De Los Cisnes", ella me lo enseñó, dudo que lo haya olvidado.

Trague en seco ya que seguía sintiendome algo nerviosa y asustada. Coloque mis dedos sobre el instrumento y empecé a tocar. Al empezar a tocar inmediatamente la melodía y las notas correctas llegaron a mí, la versión que estaba tocando era una mucho más corta que la original así que era más fácil recordar.

La último nota se oyó y un grito por parte del papá de Jeno.

— ¡¿Nos la podemos quedar?! —gritó en dirección a la cocina.

Yo reí ante sus palabras.

— Lo siento, yo la vi primero —Jeno nos observaba desde el umbral de la puerta de la cocina.

— Me apuñalas por la espalda mocoso —lo señaló amenzantemente, acto al que Jeno solo respondió con una risa.

— Tienen mi bendición —se giró hacia mi con una gran sonrisa.

Después de todo, el padre de Jeno no es tan temible, algo extraño, pero agradable.



Después de todo, el padre de Jeno no es tan temible, algo extraño, pero agradable

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¡¡Hello baby's!!

Perdón :'(

He demorado en actualizar.

Espero les agrade mucho este extra. 💞💞

Y, tristemente, debo anunciar que el siguiente extra será el último T_T.

Pero... ¡Ya estoy escribiendo la otra historia con Jeno! ¡Esperenla!

Y, para los demás pedidos de fics, no se alteren, también ya los estoy escribiendo 💕❤️❤️

¡Las amo!
💓💓💓💓

YOU SMILE  | Jeno & ___ |Where stories live. Discover now