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Huir de la gente era mi especialidad. Ayer pude esquivar muy bien a todos, no me crucé con nadie y apenas hablé con Félix quien se quejo por que lo deje sólo.

Por más que trataba concentrarme en la clase mi mente volaba en otro sitio, no podía sacarme la imagen de Jeno y esa chica.

El timbre del receso sonó.

– ¿Me vas a decir que te sucede? Tienes una expresión muy decaída – era Félix.

– Solo tengo dolor de cabeza – le mentí, en realidad me dolia el corazón.

– ¿Quieres que vayamos a la enfermería por una medicina?.

– No es necesario – negué con mi cabeza.

Me tomó por los hombros.

– Si algo te sucede puedes confiar en mí – me sonrió y entrelazó nuestros brazos – ahora vamos a comer.

Me sentí algo animada, por su sonrisa.

Mi cabeza tenía muchas preguntas, pero solo trataba de ignorarlas.

No veía a los chicos en la cafetería, tampoco hice gran esfuerzo por buscarlos, solo no quería cruzarme con ellos.

Di un fuerte suspiro.

Junto con Félix estuvimos en el parque trasero. Estuvo contándome animadamente lo mucho que se había divertido en la fiesta, dijo que tambien estuvieron ahí los chicos, excepto RenJun y Mark.

Mi mente volaba en otro sitio, cando le presté atención a Félix este estaba atorandose con el jugo que compró en la cafetería, rápidamente lo asistí, se había reído tanto que su jugo tomo otro camino dentro de su cuerpo.

– Ya, estoy bien – dijo respirando y tocando su pecho, reí un poco por como se había atorado, era tan infantil.

Reí levemente a lo que me miro fijamente.

– ¿Que sucede? – pregunté.

– Me alegra poder hacerte reír – se rió fuertemente por la forma en la que se había atorado.

Este niño estaba loco. Solo suspiré y empuje levemente su cabeza.

Ahora Félix me llevaba a todo sitio con nuestros brazos entrelazados algo que me causaba gracia ya que solo había visto hacer eso entre mujeres.

{...}

– Hola bebess – la mamá de Félix siempre nos llamaba así, cuando lo hacía Félix no podía sentirse avergonzado.

– Buenas tardes – saludé con una reverencia.

– ¿Quieres que te llevemos a tu casa? – preguntó Félix.

Negué con la cabeza.

– Grácias, pero prefiero caminar – hice una reverencia en forma de despedida y me marche a prisa.




– ¡¿Te gusta la idea?!

Di un pequeño salto por el fuerte grito de Ji Sung.

– Llevo hablándote hace un buen rato y tú sigues con esa cara de muerta – se adelantó y se puso delante mío – ¿Sucede algo malo? Estas triste y ayer tambien lo estabas.

Esté pequeño me conocía mejor que yo misma.

Suspiré y negué con la cabeza, hice un gran esfuerzo para mostrarle mi última gran sonrisa que me quedaba por el día de hoy.

{...}

Creo que nada podía animarme, me sentía sola y triste, y tonta, muy tonta por sentirme sola y triste. Sentía que Jeno nunca más estaría cerca mío y solo pensar eso me dolía y otra vez me sentía tonta.

YOU SMILE  | Jeno & ___ |Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt