⚛Capitulo 12⚛

704 72 10
                                    

Era sábado por la mañana y yo buscaba de todo para matar el tiempo libre sin Lauren; así que le acepté el café a Yoandri, supuse que era un buen pretexto para burlar las horas.

Me llevó a un café cerca del departamento, en donde me acordé inmediatamente del día que pasé con Christopher, sin embargo, la emoción no era la misma.

-¿Puedo preguntar por qué viniste a Venecia?- Dijo mientras la chica nos acomodaba las tazas sobre la mesa.

-Bueno, vine principalmente para visitar a Lauren y también para tomar un descanso de mi vida cotidiana.- Expliqué dándole un sorbo a mi café.

El sabor a capuchino vagó de mi boca a mi garganta.

-Oh, ¿Entones vives con tus padres?- Inquirió.

-No. -Dije, y salió mucho más seco de lo que esperaba.- Mis padres murieron en un accidente.

-Oh, perdóname, no debí preguntar.- Su bello rostro se tornó comprensivo.

-No, no te preocupes.- Musité.

-¿Sabes? Mis padres también murieron.- Comenzó a jugar con la taza mientras su mirada se fue profundizando en el líquido oscuro que contenía. Esperé hasta que él decidiera continuar, pendiente de la siguiente palabra que dijera.- Bueno, en realidad solo mi madre murió cuando me dio a luz. Mi padre, bueno, el hombre que embarazó a mamá; se fue.- Explicó, su voz tomó un tono agrio.

-Oh.- Musité. No sabía que más decir, pero lo entendía muy bien al menos ambos teníamos algo en común ahora. No teníamos padres. -¿Desde entonces has vivido con tu tía?- Pregunté.

-Sí. Mi tía me ha cuidado bastante bien, ha hecho un excelente trabajo por diecinueve años y no podía estarle más agradecido.

-Que linda tu tía.- Dije y recordé cuando dije, o mas bien pensé, que era toda una vieja amargada.

Él me sonrió y me recordó a la sonrisa de Chris. La tarde con Yoandri fue excelente, su forma de ser, tan natural, fue lo que resulté admirando.Cuando me dí cuenta de la hora, fue cuando llegamos al departamento de nuevo. Eran las siete pasadas con quince minutos.

-La pasé muy bien, Yoandri, muchísimas gracias.- Dije apenas puse un pie fuera del ascensor, cuando me dí cuenta entonces de que la puerta del departamento de Lauren era adornada por un bello ángel. Que mantuvo su mirada sobre nosotros y sus brazos cruzados con indiferencia, siempre tan elegante.

Me sorprendí de ver allí al dueño de la mayor parte de mis pensamientos. Aunque enseguida me retracté de esa idea; Christopher no tenía porque convertirse en dueño de mi materia gris.

-Cuando quieras repetirlo, estoy más que dispuesto. -Me dijo, con esa sonrisa bonita sobre su rostro.

Dirigió luego la mirada a Chris y con un movimiento de cabeza lo saludó. Este respondió de la misma manera.

-Hasta pronto.- Yoandri se acercó y me besó la mejilla.

Pude sentir el cálido y suave contacto de sus labios contra ella, pero mi cabeza seguía funcionando tan perfectamente como antes. Ningún pensamiento interrumpido, ningún atontamiento interno, simplemente nada. Sin embargo, sí la mirada de Christopher sobre el acto.

Hasta pronto, Yoandri. -Dije. Cuando lo vi introducirse a su departamento, me giré a mirar a Christopher, quien seguía parado allí, de brazos cruzados y mirándome.

-¿Decidiste hacerle caso a Lauren?- Bromeó.

-¿Qué?- Inquirí, confundido.

Se separó de la puerta cuando yo me dirigí para abrirla.

-Eso de buscarte pareja. -Musitó, pero la broma ya no le salió como tal.

Exploté en estruendosas carcajadas.

-Solo salí a tomar un café con Yoandri para conocerlo mejor.- Expliqué.- Eso no tiene nada que ver con los planes macabros de  Lauren

Él rió.

-¿Con que son macabros? Se lo voy a decir, te acusaré.- Bromeó ,divertido

-No hace falta, ella lo sabe.- Abrí la puerta y Christopher  se introdujo detrás de mi.- ¿Si sabes que Lauren llega a las ocho, verdad?- Dije.

-Lo sé, pero es que no tengo mucho que hacer y es mejor pasar el tiempo aquí mientras espero.

-Bueno, es agradable tenerte aquí.- Pensé, esperen, esperen... no lo pensé, ¿Lo dije?

-Gracias, que lindo.- Musitó y en ese momento agradecí el hecho de estar de espaldas ya que mi cara estaba completamente roja.

-Mañana saldremos todos; así podrás conocer a mi hermana, Camila, ¿Lo recuerdas?- Dijo totalmente ajeno al caos que se encontraba en mi interior debido a sus palabras.

-Emm... sí y estoy muy emocionado.- Farfullé.

-Camila también lo está.

Así, planeamos lo que sería el día de mañana y estar a su lado lo encontraba cada vez más cómodo y magnífico. Él tenía ese raro poder para maravillarme, dejarme sin habla o adivinarme los pensamientos a veces; era simplemente sensacional y la fierecilla se regocijaba llena de felicidad; pero solo hasta que llegaba mi amiga, porque luego, al verlos reírse el uno con el otro y llamarse "amor" esta empezaba a incomodarse y me hacía salir de la escena cursi que no queríamos ver ni ella ni yo.  ¿Porque empezaba a resultarme drásticamente incómodo? 

Manual De Lo Prohibido↪ Chriserick (Adaptación) [[TERMINADA]]Where stories live. Discover now