Capítulo 8: Búsqueda. Parte 2

80 9 7
                                    

Era José, decidimos acercarnos a él y cuando José notó nuestra presencia trató de escapar, sin embargo no logró su cometido ya que Kevin se le lanzo encima evitando que éste escapara.

—¿¡Qué hacen ustedes aquí!? —pregunta José bastante agitado.

—Estamos buscando a James. —le contesto.

—¿Por qué nos abandonaste? —pregunta Aurixana un poco molesta.

—Porque tenía miedo. —dice José agachando la cabeza.

—¿Miedo? ¿Miedo de qué? —pregunta Gabriel.

—De perderlos a todos, ya había perdido a mi novia, a mi mejor amigo, a mis padres... —dice José haciendo una breve pausa. Por eso lo hice no quería perderlos así que decidí irme, lo siento chicos.

—Tranquilo, te entendemos, pero eso no era lo que debías hacer. —dice Aurixana tratando de calmarlo.

—Si ya lo sé, disculpen me chicos. —dice José.

—Esta bien, solo no vuelvas a abandonarnos. —dice Lukas.

—Muchas gracias. —dice José.

Después de hablar con José, él decidió ir con nosotros nuevamente y luego seguimos caminando en busca de James, entramos a la cafetería, no era un edificio muy grande solo habían 4 mesas y una puerta que llevaba a la cocina. Buscamos por toda la cafetería, sin embargo no tuvimos rastro alguno de James, ya al salir de la cafetería escucho una voz gritando mi nombre y volteo hacia todos lados tratando de ver de donde me estaban llamando cuando veo que era James, enseguida nos acercamos a él y lo abrazamos y él se quedo un rato mirando de manera extraña a José.

—¿Qué hace él aquí? —pregunta James.

—Decidió ir con nosotros. —dice Gabriel.

—¿Y lo dejaron después de lo que hizo? —pregunta James molesto.

—Si, ya justificó la razón por la cual nos abandonó. —le digo a James.

—¿Y cuál fue la razón? —pregunta James aun molesto.

—Ya  James, te diremos cuando vayamos al refugio. —dice Aurixana.

—Bueno entonces ponga monos en camino. —dice James.

Fuimos con Manuel a pedirle nuestras armas y a despedirnos, después de que nos diera nuestras armas nos dirigimos al carro que habíamos dejado estacionado cerca de donde estaba el cuerpo de Eduardo, parecía que James no sabia nada acerca de la muerte de Eduardo ya que no había comentado nada al respecto durante todo el camino, o solamente estaba tratando de evitar el tema, caminamos por 40 minutos durante el camino nos encontramos con varios caminantes, pero los matamos poco después de haberlos encontrado, los matamos con los cuchillos para evitar hacer ruido. Al llegar a donde se suponía estaba el carro nos sorprendimos un poco al ver que el carro no estaba donde lo habíamos dejado horas atrás, al parecer alguien se lo había llevado, por lo menos habíamos dejado la comida en el refugio.

—Bueno tendremos que caminar. —dice Kevin.

—Si, llegaremos al anochecer si empezamos ya. —dice Gabriel.

Empezamos a caminar al refugio, durante el camino nos encontrábamos cada vez más caminantes, después de 1 hora caminando ya todos estábamos exhaustos así que decidimos parar a descansar por un rato.

—Paremos al lado de la carretera un momento para descansar. —comenta Lukas.

—Buena idea. —dice Aurixana.

Tomamos un poco de agua y comimos un poco de fruta que teníamos en los bolsos, descansamos por 20 minutos para después seguir con nuestro camino, ya se había hecho de noche y estábamos agotados, hasta que a lo lejos pudimos ver el refugio y nos apresuramos a llegar. Al llegar al portón del refugio tocamos varias veces hasta que escuchamos a alguien acercarse al portón, abrieron el portón y nos dimos cuenta de que era Nancy.

—Hola, ¿Cómo les fue en el viaje? —pregunta Nancy cerrando el portón.

—Hola Nancy, nos fue muy bien, aunque perdimos el carro. —responde Suga.

—¿Cómo perdieron el carro? —pregunta Nancy algo confundida.

—Estacionamos el auto y seguimos a pie en busca de James y al volver nos dimos cuenta de que se habían llevado el carro. —responde Suga.

—Ya  entiendo. —dice Nancy.

—¿Y  los demás? —pregunto.

—Están en esa casa. —dice Nancy señalando una de las casas.

—Vamos a avisarles que ya llegamos. —comento.

Nos acercamos a la casa y abrimos la puerta, todos estaban en la sala, María al vernos corrió hacia nosotros y abrazo a cada uno de nosotros excepto a José.

—Me alegro de que hayan vuelto a salvo. —dice María.

—¿Cómo les fue? —pregunta Marco.

—Nos fue muy bien. —le contesto.

—¿Y él que hace aquí? —pregunta María señalando a José.

Les explicamos la razón por la cual José nos había abandonado hace unos días, al principio no les gusto la idea de que él se quedara, pero al ver lo arrepentido que estaba Jose dejaron que se quedara.

—¿Y dónde está Eduardo? —pregunta James.

—Eduardo murió. —dice María con lágrimas en los ojos.

—¿Murió? —pregunta James sentándose en una de las sillas.

—Si, creíamos que tú lo sabias. —le contesto.

—No, no lo sabía. —dice James llorando en silencio.

Estuvimos en silencio por unos minutos, a todos nos afectó la muerte de Eduardo, pero a James le afecto más que al resto. Después de un rato todos se calmaron y decidimos ir a dormir, todos menos Aurixana y yo, decidimos salir de la casa un rato.

—Que lindo está el cielo. —comenta Aurixana.

—Si, lo está. —le respondo. Aurixana desde hace tiempo que te lo he querido decir y es que...

—¿Qué pasa Chris? —pregunta Aurixana un poco confundida.

—Aurixana desde hace tiempo que tu me gustas, pero nunca he tenido el valor para decírtelo. —le digo acercando me lentamente a ella.

—Chris... —dice Aurixana acercándose de igual forma a mi. También me gustas.

Mi corazón estaba súper acelerado mientras que acercaba mis labios a los de ella, le acaricie la mejilla y después la bese, nos separamos poco tiempo después. Ambos estábamos sonrojados, no hablamos por un rato hasta que.

—¿Entonces te gusto? —pregunta Aurixana.

—Si. —le contesto. ¿Y  yo a ti?

—Si... —contesta ella.

Hubo un silencio incomodo por unos minutos.

—Tener  una relación en este mundo va a ser un problema. —dice ella.

—Si, pero podemos intentarlo. —contesto. Si tú quieres.

—Esta bien. —dice ella. ¿Entramos?

—Si. —le contesto.

Entramos en silencio a la casa para no despertar a nadie y luego cada uno se fue a su respectiva habitación, me acosté en la cama y me quede un rato viendo el techo pensando en lo que había pasado, estuve así por 15 minutos hasta que me quede dormido.

Hola a todos, disculpen por el capitulo tan corto, espero que les esté gustando la historia, no se mucho de como escribir romance así que si tienen alguna sugerencia por favor dejen la en los comentarios, recuerden votar y comentar.









Caminando Entre Muertos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora