Prólogo

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Desde los primeros días de la humanidad, el ser humano tiene por instinto sobrevivir ante cualquier problema que se le  presente en la vida, pero, ¿qué pasaría si la humanidad llegara al borde de la extinción?

Las primeras semanas fueron las más difíciles, pues, esto era algo que nunca antes había pasado en la historia de la humanidad, y nunca pensé que tendría que llegar a matar a alguien que antes llegó a ser parte de mi familia, o de mi circulo de amigos más cercanos.

Ese día todo parecía estar bien,  me levante como cualquier día normal y bajé a desayunar. En esa casa vivíamos 6 personas, Eduardo un chico alto y delgado con cabello castaño claro, su piel era de un tono blanco amarillento, tenia 20 años de edad era un chico agradable, optimista y con un buen sentido del humor inclusive cuando pasaba algo malo; él veía la parte positiva de todo, estudiaba medicina general.  María tenia 19 años de edad era una chica de estatura un poco baja y tenía un cabello largo de color amarillo, su tono de piel era blanco tenía ojos de color azul claro y también era muy alegre y positiva, le gustaba cantar y tocar la guitarra, estaba estudiando arquitectura. James un chico de 19 años de edad, robusto, muy inteligente,  agradable y alto, tenía cabello corto color castaño oscuro,  su tono de piel era moreno claro, él estudiaba ingeniería naval, desde que eramos niños él siempre me dijo que quería estudiar esa carrera. Diego un chico con baja estatura, tenía 19 años de edad, tenia el cabello corto color negro, su piel era morena oscura y era bastante alegre, simpático y un poco distraído, él estudiaba ingeniaría mecánica. Aurixana era una chica muy buena con las personas, colaboradora e inteligente, tenia 19 años de edad con un tono de piel blanca, su cabello es largo de color castaño oscuro, su estatura es normal ni muy baja ni muy alta, ella estudiaba arquitectura, estaba en la misma clase que María, y por último yo, Christian, pero todos me dicen Chris, un chico alto, delgado, alegre e  inteligente, tenía 19 años de edad, mi cabello era corto de color negro, mi tono de piel era blanca, yo estudiaba ingeniería de sistemas.

En el desayuno todo pasó normal, Eduardo tomaba su café, María comía cereal al igual que Aurixana, Diego y James quienes tomaban un vaso de leche y yo comía cualquier fruta que encontrase en la nevera. Después de desayunar nos fuimos caminando hacia la universidad ya que esta quedaba cerca de nuestra casa.

Al llegar cada quien fue a su respectiva área, todos íbamos a la misma universidad, pero debido a las diferentes profesiones  estábamos en distintos salones.

Ya al entrar a mi salón, me estaba quedando dormido por el aburrimiento y esto me pasaba a menudo, no importaba a que hora me acostase, esto casi siempre pasaba, supongo que pasaba porque la clase era de historia y a quien le importa saber sobre personas que murieron hace tantos años.

Algunos estudiantes prestaban atención otros solo se distraían con cosas sin importancia o simplemente charlaban entre ellos. Todo cesó al escucharse unos gritos que venían desde fuera del salón, el profesor nos dijo que nos quedáramos quietos en nuestros lugares, mientras que él salia a ver que pasaba, el profesor se tardo algo de tiempo en volver así que un estudiante decidió salir a echar un vistazo y ver que estaba pasando. El estudiante entró rápidamente al salón poco después de haber salido, este  estaba pálido, y muy asustado; le preguntamos que pasaba y él no nos pudo decir lo que estaba pasando debido al estado de shock en el que se encontraba, hasta que pocos minutos después se logro calmar y nos dijo algo horrible, un suceso que cambiaría nuestras vidas para siempre.

Caminando Entre Muertos Where stories live. Discover now