Es Mila.

Me giro y mis ojos se agrandan al verla con Kassian, a quien, inteligentemente, le ha tapado las orejas para que no escuche ni una palabra de lo mencionado. El niño me saluda torpemente agitando una mano en el aire, y sonríe de lado, al igual que lo hace Blake. Tras él, la muchacha vestida con una falda y camisa de botones, usando zapatos de tacón, espera por mi reacción en silencio.

—¿Qué haces tú aquí? —espeta Mei Ling, apartándose de Callie y dando un paso al frente hasta posicionarse frente a mí. Noto que lo hace a propósito, para protegerme de la mirada almendrada de la castaña y de cualquiera de sus palabras. Pero, obviamente, la gótica jamás lo admitiría—. ¿Secuestraste al niño otra vez? —acusa, con filo y desdén en la voz a pesar de que Mila no haya hecho tal cosa.

—Sería un buen motivo para golpearme nuevamente, ¿verdad? —espeta ella, arqueando una ceja y aún con las palmas presionadas contra los lados de la cabeza del pequeño.

—Te he golpeado por menos. —Se encoje de hombros, dando entender que no le molestaría volver a hacerlo—. ¿Qué haces con el mocoso?

—Mei Ling —reprochamos su novia y yo al unísono, pero ella no se inmuta, simplemente se cruza de brazos y espera expectante.

—Mamá dijo que tía Mila me llevaría a tomar un helado —interrumpe Kassian, apartándose de las manos de la ex de Blake—. Y tía Mila dijo que Gloria podía acompañarnos.

No es como si fuera a rechazar un helado alguna vez en la vida, pero... ¿en qué momento accedí a eso?

Pongo una mano sobre el hombro de la estudiante de arte, y por un momento temo que vaya a lanzarme por lo aires por tocarla. Sin embargo, ella gira en mi dirección con lentitud, con una expresión desconfiada mientras sigue cada movimiento de la castaña.

—Estaré bien. —Le dedico una sonrisa, pero ella no parece estar convencida—. Lo prometo. —No estoy segura de si cree que la presencia de la muchacha de Seattle me afecta hasta el punto de hacerme sentir insegura y triste o si piensa que Mila va a hacer lo imposible para que vea al número treinta y uno con otros ojos o me aleje de él.

Cualquiera de las dos opciones es incorrecta.

—Sin embargo, no puedo prometerte que Mila estará bien mientras Mei siga aquí. —Callie tira de su mano y la amiga de Blake, de mala gana, la toma con fuerza. Nunca la había visto ceder ante alguien antes—. Vamos, Zoe puede manejarlo.

—¿Zoe está aquí? —Los ojos de Kassian adquieren un brillo de entusiasmo, y comienza a mirar a su alrededor en la espera de ver a la serpiente arrastrándose entre los estudiantes de la OCU. 

Mi compañera de clase arrastra a su novia en dirección contraria, quien se aleja a regañadientes, no sin antes lanzarle una mirada de advertencia a Mila. Ella, por otro lado, parece ligeramente extrañada por el hecho de que el sobrino se Blake esté metiendo la cabeza dentro de un arbusto y llamándome.

—Larga historia —resumo, negando con la cabeza divertida ante la inocencia del niño.

Ella fija sus ojos en los míos, y me pregunto qué pensará de mí. Sin embargo, no debe ser tan malo, no dado que una pequeña sonrisa curva sus labios. El gesto la hace lucir incluso más bella de lo que es, y en verdad se me hace familiar, tanto como su nombre.

¿Existe la posibilidad de que tenga una hermana?

¿Un... un hermano?

Caminamos a la par en silencio, siguiendo el sendero de piedra y manteniendo un ojo en Kassian, quien camina a unos pocos metros de nosotros deteniendo a algunos universitarios para preguntarles si han visto a un reptil llamado Zoe por aquí.

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