Labios

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Una vez lejos del colegio, Shiro hizo un pequeño desvío hasta una cafetería y heladería, simpre hacia un pequeño desvío cuando iba a buscar a Lance y este día no seria diferente.

Una vez estacionada la moto, ambos bajaron con sonrisas en sus labios.

Esta vez Shiro, estaba decidido a preguntar por aquella cicatriz que vio hace una semana, era demasiado rojiza y clara, realmente Shiro estaba preocupado por el menor aunque prometió no entrometerse o encariñarse, quizás rompería la promesa que le hizo a Matt, solo por Lance.

¿Que perdía encariñándose? Nada, absolutamente nada. Solo ganaba mas deseos de protegerlo ya que si, en muy poco tiempo Shiro se volvio su confidente y pañuelo (caliente, según Lance), tambien el asiático comenzó a desarrollar una necesidad de protección con el menor, sentia que debía protegerlo de todo y estar siempre ahí, era extraño pero totalmente cálido aquel sentimiento.

Se adentraron en la cafetería y heladería, se sentaron en una mesa apartada.

Lance vio la sonrisa del japonés, su corazon dio un vuelco, su respiración se acelero y un ligero sonrojo llego a sus mejillas. ¿Que le estaba pasando?

Luego de unos segundos dejando de lado lo ocurrido, el cubano comenzó a comentar su día, un día neutral y rutinario, nada fuera de lo normal pero el japonés de manera atenta escuchaba el día del moreno y claro todo mientras esperaban a ser atendidos.

-Lance, lamento interrumpir pero... Tengo una pregunta para ti-hablo el japonés.

"¿Vez lo que hiciste? Lo aburriste de tanto hablar de ti, no es como si a el le importara...", penso el moreno.

Solo sonrio, mirando al contrario.

-Mira, hace una semana ví algo preocupante en ti, quería confirmar mis sospechas por lo que amablemente te pedire que subas tus mangas-pidio con una amable sonrisa.

Esa sonrisa era a la que no te podias resistir y no puedes decirle que no, por mucho que intentaras.

En un debate mental de segundos el menor, accedió mientras adimiraba esa reluciente sonrisa.

Tomo las mangas de la camisa blanca y las arremangó, dejando ver las vendas que portaba en sus muñecas. Shiro quedo suspendido durante minutos, mirando las vendas con molestia hacia si mismo y una preocupacion enorme.

Lance se comenzó a avergonzar de sus marcas, comenzo a sentirse pequeño mientras se encogía en su asiento, sintiendo se mal al tener la mirada de Shiro sobre si. Sus manos comenzaron a sudar y temblar, para ocultarlo enpuño sus manos, sus pequeños fragmentos de océano comenzaron a abandonar la tranquilidad, causándole que gotas de mar se desbordaran por sus mejillas, le comenzó a dar ansiedad y se estaba desesperando por no poder parar, no sabia como, simplemente no podía.

Sus manos morenas estaban heladas y Lance logro notarlo gracias al calor que le comenzó a brindar las manos contrarias, envolviendolas con ternura y arullando aquel océano con un cálido viento, buscando trasmitir su calidez, preocupación y apoyo al mover sus pulgares para acariciar aquellas manos cubanas las cuales eran atraídas poco a poco al rostro del mayor, buscando acunar su rostro con las manos del latinoamericano.

Aquella planta que poseía Lance, estaba comenzando a ser cuidada por un inexperto pero con buena voluntad y esa planta se dejaria brindar aquellos delicados y dulces cuidados sin oponerse.

El ataque de ansiedad aun no le abandonaba pero aquella accion le dejo perplejo, estaba mirando aun atónito la accion de Shiro, sin dejar de llorar.

Shiro rapidamente acuno el rostro cobrizo, miro con una sonrisa al joven y comenzó a acariciarla con delicadeza, como si del mas frágil cristal se tratara. Sus pulgares limpiaron aquel desbordante mar mientras que la ansiedad se iba al ver aquella radiante sonrisa.

𝐊𝐈𝐍𝐃𝐀 𝐒𝐓𝐔𝐏𝐈𝐃 | 𝐒𝐇𝐀𝐍𝐂𝐄 [C A N C E L A D A]Where stories live. Discover now