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Ambos hombres se miran fijamente a la cara. Las mejillas de JiMin sonrojadas causaron ternura en su profesor, quien se limitó a observarlo por varios minutos. El menor sintió decepción al notar que el profesor Min no planeaba responderle nada.

Su pecho se oprimió y se dio vuelta dándole la espalda a su acompalante.

— Perdóneme por esa propuesta, Sr. Min.

Unas manos frías tocaron su brazo dándole una vuelta brusca. Los ojos de YoonGi estaban oscuros, su mirada era penetrante y JiMin tragó en seco por la repentina reacción de su maestro.

— Juegas con fuego...

JiMin sonrió nervioso sin saber exactamente que hacer o decir.

— M-Me gusta jugar c-con fuego —YoonGi le mostró una pequeña sonrisa a Jimin antes de cerrar por unos segundos su ojos y morder sus labios delgados. Jimin estaba nervioso hasta los pelos. Observo con atencion a su maestro a la espera de una señal que le indicará moverse. YoonGi tiró un poco del brazo de Jimin para que lo montara, el castaño de cuerpo afeminado respiraba pesadamente por su boca.

Y eso que no hemos hecho nada, pensó YoonGi.

JiMin atrapó las caderas del mayor entre sus piernas y sintió la enorme erección tocar su trasero.

El menor ya se sentía jadeando.

Tragó seco cuando sintió las agiles manos de su profesor retirar su ropa en la parte superior. Un poco más torpe que de costumbre, Jimin quitó en su parte inferior hasta quedar sin nada. YoonGi no lo miraba a los ojos, sin embargo tenía en a expresión de satisfacción cargada en sus pequeños y hermoso ojos.

— Voy a tocarte —El menor asintió quedamente volviendo a la posición de antes. El gordo pene de YoonGi se sentía tan grande...

— A-Ah... Ngh~ —JiMin tapó sus labios mirando el techo de la habitación. Juro ver estrellas ahí.

— Mira cómo estás —La erección de JiMin estaba bastante pronunciada. Su miembro no era pequeño, incluso YoonGi se sorprendió pero no consideró en decir algo al respecto — JiMin —Llamó al menor que se hallaba gimiendo agudamente,YoonGi no dejó su vaivén en su mano. El nombrado, con esfuerzo, miró a su maestro con uno de sus ojos cerrados y una cara llena de placer. ¡Delicia! —¿Eres Virgen?

El rostro de Jimin no varió mucho, sólo dio un respingo cuando el pulgar de YoonGi masajeo a los alrededores del glande de él. JiMin se sentía morir, ni siquiera él se masturbas tan rico. La profesionalidad de las enormes manos de YoonGi lo tenían enfermo.

— S-Si —El mayor ocultó una sonrisa perversa presionando la punta de su miembro contra su dedo. JiMin jadeó fuerte apoyando las manos sobre los hombros de YoonGi.

— ¿Última palabra? ¿Quieres esto? —El castaño tenía sus ojos cerrados y los labios entreabiertos. Asintió lo más rápido que pudo y YoonGi liberó la erección del menor palmeando levemente su cadera. JiMin se bajó de YoonGi sentándose a un lado con las mejillas rojas de la vergüenza que sentía.

¿Estaba a punto de acostarse con su maestro caliente y bueno? ¿De donde venían esos pensamientos tan fuera de él? ¿Así era sentirse al estar a punto de que te metieran...? Bueno, se sobreentendía.

YoonGi se quitó su ropa dejándola caer a un lado de la cama, en el suelo, miró de reojo a Jimin mientras sacaba un sobre plateado de un nochero. Su espalda estaba recostada contra la cabecera de la cama y estaba rascando aquel sobre para sacar un condón. El menor miraba sin espabilar la dura erección de su maestro.

— ¿Pasa algo? —Preguntó burlonamente el mayor. El castaño negó tragando saliva y le sonrió a YoonGi buscando tranquilidad en su mirada. — Ven aquí.

The teacher【 YM 】Where stories live. Discover now