Rachel [Actualizada lentamente]

Capitulo IV - Ojos de Neptuno.

°°~~En este capítulo se presenta una escena difícil de abordar, les recuerdo que nada de esto se hace para incentivar o promover acciones autolescivas, o glorificar el suicidio, al contrario, se busca crear conciencia alrededor de la salud mental ~~°°

Caminaba sin rumbo fijo, intentando cubrir con mi brazo izquierdo las rasgaduras en mi camisa, evitando las miradas de los pocos transeúntes que me encontraba en el camino, mientras sentía que estaba sumergida en un mal sueño. Me encontraba mareada, aturdida, sentía que mi cuerpo caminaba de forma automática, siendo tan sólo una pasajera sin decisión.

La brisa gélida revolcaba mis cabellos y enfriaba el camino de lágrimas que bajaba por mis mejillas, mientras oleadas de pensamientos negativos y recuerdos me inundaban sin control, repitiéndose en mi cabeza una y otra vez. La imagen de Derek encima de mí no se borraba de mi cabeza, la presión de sus manos sobre mi cuerpo, la sensación de ahogo al tenerle encima, sus palabras hirientes y burlonas, el vacío en mis entrañas, todo ese ruido mental dándome vueltas y luego, en contraste, recordarlo cuando fuimos tan solo dos amigos compartiendo música en el invernadero.

"¿Por qué fui tan estúpida? ¿por qué nunca me negué a lo que me decía?¿Por qué le creía ciegamente? Tan sólo estuvo burlándose de mí desde el principio... Soy una tonta..."

Un suspiro violento sacudió todo mi cuerpo y me limpié por enésima vez la cara, buscando que las intrusivas lágrimas me permitieran ver mejor el camino. Me temblaba el cuerpo de rabia y asco, tristeza y vergüenza ¿Quién iba a estar de mi lado si hablaba de esto? ¿Quién me iba si quiera a creer? Derek era el hijo intachable, la devoción de sus padres, el orgullo del abuelo; la tía Judith me haría imposible la vida si solo abriera la boca y evocara una sola letra del nombre de su hijo, le daría motivos para desbordar aún más su odio hacia Charlie y hacia mí y no me imagino en ninguna escala la mirada del abuelo puesta en nosotros, sería algo aterrador.

Charlie...

Se me hizo un nudo en el estómago de imaginar a Charlie dándose cuenta de esto, de solo pensarlo mirándome con esos ojos marrones llenos de dolor y vergüenza y más aún imaginando las consecuencias de todo esto manchándole, después de todo el rechazo que ya vivía por parte de sus hermanos.