SINGS (JUNGKOOK Y TÚ)- Short Story [+18]

「3」

Debo confesarlo: Cuanto más tiempo paso con Jungkook más me gusta. Y eso me asusta. Vale que es increíblemente guapo, pero también es muy sensible y perspicaz. Se percata demasiado de cosas que le digo o hago. A veces siento como si realmente supiera lo que estoy pensando o sintiendo.

Ha insistido en que le llame Kookie, dice que así le llaman siempre, y le agrada más que Jungkook. Incluso llegó a decirme que su nombre entero "sólo lo usa en ciertas ocasiones". Como si fuera algo demasiado formal, supongo.

No he podido hablar apenas con mi hermana de nada, llegué reventada del curso, y mejor así. Porque si no me avasallaría a preguntas.

El turno de clases de hoy ha finalizado temprano, de hecho, a las cinco en punto Kookie y yo estamos entrando a mi casa. Me giro a mirarle.

"Siéntete como en casa" –Sonrío.

"Gracias" –Mientras dejo mis cosas en el perchero de la entrada, noto como se hace con el lugar, dando un rodeo con la mirada. Pone las manos en los bolsillos de su vaquero.

"¿Quieres algo de beber?" –Digo ante él.

"Estoy bien. Me pondré a prepararlo todo mientras te arreglas" –Dice sonriente. Sí, increíble pero cierto, a pesar de que estemos fuera de clase seguimos hablando en lengua de signos. No hemos hablado al respecto, pero supongo que le da un toque más interesante al conocernos y trabajar juntos. Además, mejor para mí. Muchas veces he imaginado la voz que tendrá, y sólo de imaginármela se me eriza la piel.

Me tomo un rato para prepararme, me pongo un vestido color pastel que me queda sobre la rodilla, mangas cortas y hombros descubiertos. Mi cabello suelto y ondas, un leve maquillaje sobre los labios y una sombra brillante en los ojos. Creo que no necesito más. 

Cuando salgo me encuentro a Kookie con sus gafas de vista, y como grabando algo extraño.

"¿Qué haces?" –Digo casi riéndome. Él deja de inmediato el móvil y se quita las gafas.

"Me sacaba una fotografía..."-Nos miramos intensamente. Él señala con el índice su teléfono. ¿Me está pidiendo una foto? Sin pensarlo demasiado me acerco y poso al lado de él. Saca una fotografía bastante mona de ambos. Me la muestra- "¿Ves? Tu cara es bonita" –Sonrojo y desvío la mirada. Respiro.

"Voy a sacar las cosas para preparar la cena" –Kookie y yo decidimos simular una cena entre personas mudas. Así que me dispongo a ello mientras él se sienta el sofá. Saco en silencio la vajilla y las copas, además de otros utensilios necesarios. De repente, una presión en el hombro me hace girarme y allí está él. Sonríe.

"Te ayudo" –Dijo cogiendo la vajilla. Sonreí y dejé que lo hiciera. Al volver, volvió a presionarme en el hombro- "No te lo dije antes, pero estás muy guapa"

"Gracias" –Dije rápidamente. Kookie volvió a coger cosas que yo sacaba.

"Yo lo haré, tu prepara la cámara"

"Yo puedo hacerlo"-Dije insistiendo. De repente dejó las cosas sobre la encimera y me agarró fijamente de un brazo.

"Yo lo haré, sino mira mi cara de seriedad" 

Reí ante su gesto. Asentí y me retiré a buscar la cámara y el trípode para grabar el trabajo. Volví al salón, y cuando me encontré lo que había armado en el salón en unos minutos casi me atraganto.

"Bienvenida my lady" –Dijo. Sonreí intentando no parecer demasiado impresionada- "Apagaré las luces para ti" –Extrañé- "Así podrás ajustar la cámara" –Asentí rápidamente. Claro, ¿para qué sino? Kookie me dejaba caer muchas veces sus ligoteos, pero mi timidez me impedía seguirle el juego muchas veces, pero... ¿Podría resistir? Me distraje como pude colocando la cámara y el trípode ante la zona de trabajo. Nos miramos- "Yo me siento enfrente" –Dijo. Asentí. Kookie tomó asiento en una de las banquetas. Me siguió con la mirada, pero cuando vio que me iba a sentar en la otra me lo impidió agitando su mano- "Ese no es tu sitio" –Extrañé.

"¿Dónde debo ir?" –Kookie sonrió ante mi inocencia, se levantó y me cogió delicadamente de las manos. Caminó marcha atrás, hasta sentarse de nuevo en la banqueta. Estaba entre sus piernas.

"Aquí" –Tras decir esto, puso la cara de perversión más absoluta que le había visto desde que nos conocemos- "¿Estás nerviosa?" –no sabía que decir, más que nunca había "perdido la voz", en todos los sentidos. Solté mis manos y me coloqué un mechón tras la oreja, desviando la mirada. Kookie me cogió de la barbilla y me hizo mirarlo de nuevo- "Lo siento, me estaba metiendo en el papel" –Respiré antes de contestar.

"¿Qué papel?"

"He pensado que es una cena de pareja" –Tengo un color tomate.

"Es una buena idea" –Dije rápida. Tomé asiento en la otra banqueta y tras una señal empezamos a actuar. Kookie y yo comenzamos con cordialidades, tipo: "¿Cómo te ha ido el día?" "¿Qué has hecho hoy?" "¿Qué te gusta más de comer?", y así hasta añadir el temario necesario. Más adelante comenzamos a tener una conversación más de pareja, algo más íntima, realmente se había planeado así, pero llegado a un punto, nada fue como lo habíamos planeado...