SINGS (JUNGKOOK Y TÚ)- Short Story [+18]

「2」

He llegado cinco minutos exactos más temprano. Lo consulto en mi reloj de pulsera de nuevo mientras sujeto mi carpeta. Miro a mi alrededor, estoy justo delante de la puerta del aula A-115. 

De repente, una mano se posa en mi hombro, un tacto agradable, me giro nerviosa ante esto y veo ante mí la bonachona cara del profesor Choi. Tras él, una tanda de estudiantes.

-Pro...-Digo muy tímidamente, pero de inmediato paro porque me chista con un dedo ante su boca. Sonríe amablemente y yo me retiro avergonzada hacia un lado. Él abre la puerta, y cuando han pasado los estudiantes me hago paso yo. Miro al suelo, sonrojada, he visto varios chicos allí. Nadie habla y toman asiento en silencio.

- Bien, esperemos por los demás –Dice el profesor Choi de manera sonriente. Ajusta sus gafas de pasta negra y luego da la vuelta a la pizarra para borrar lo que había escrito. No me atrevo a levantar la mirada, sólo veo como sigue entrando gente a ratos. Menos mal que son mesas individuales. Estoy sentada en la tercera fila más o menos. 

Miro levemente hacia el profesor quien da con mi mirada enseguida- ¿Podría ayudarme señorita? –Miro a ambos lados antes de señalarme a mí misma- Sí, usted –Busca algo en los papeles de su mesa- ¿Podría colocar este cartel en la puerta? –Lo muestra ante todos, un cartel sencillo, con unas manos y que pone en coreano: Curso de Lenguaje de Signos. Asiento y al levantarme rápidamente no me fijo en un chico igual de despistado que se tropieza conmigo. Su libreta y libro de poesía caen al suelo. Ni siquiera miro su cara, no puedo. Ambos nos quedamos en silencio sin decir nada, no puedo mirarle. Miramos la libreta y el libro en el suelo, y a la vez, nos agachamos y tocamos el libro de poesía al mismo tiempo. Nuestras manos se alejan rápidamente y entonces no podemos evitar mirarnos. Es el chico más guapo que he visto hasta la fecha (aunque solo vi sus ojos), por lógica, aparté la mirada al instante, aunque sé, que él me siguió mirando. Tomé paso acelerado hasta el profesor y cogí el cartel y lo pegué en la puerta. No sé dónde se sentó el chico. 

Pasaron como 20 minutos hasta que el profesor Choi decidió empezar la clase.

-Creo que ya estamos todos...-Dijo sonriente- Ahorapasaré una hoja que deben firmar, así sabré que habrán venido –Dijo dándoselaal primer chico que había delante-...Bien, Bienvenidos a esta experiencia única.Soy el profesor Jung Choi, aunque prefiero que me llamen profesor Choi –Sonríeamablemente, realmente tiene una sonrisa que contagia- Como saben, este cursose compone de siete clases intensivas durante esta semana. Como les habráninformado en ningún momento está permitido hablar...-Hizo una pausa dramática-...Sólo...-Alzósus manos y movió sus dedos de manera juguetona-...Con esto. Tanto si se quierencomunicar conmigo o con alguno de sus compañeros... Aunque quieran hablar a lasescondidas entre ustedes, pero usen las manos...-Rió-...Para las dudas simplementeescríbanlas en un papel y yo me acercaré a leerlas... ¿De acuerdo? –Muchos asentimos-...Seestarán preguntando... ¿Por qué este loco nos hace esto? –Ríe cortamente- Veránmuchachos, soy de esos profesores que creen en que, una experiencia vivida teaporta más que nada. No podemos aprender lenguaje de signos y meternos en estemundo del todo sin saber cómo se siente una persona que padece estadiscapacidad...Por ello aprenderán el lenguaje de signos de esta manera tanenriquecedora...-Pausa de nuevo y se dirige a la pizarra- Bien, la clase de hoy,irá enfocada a que ustedes se conozcan. Les enseñaré a presentarse, no sepreocupen...-De repente rasca su cabeza-...Aigoo...-Se gira de nuevo hacia nosotros, ycuriosamente se ríe- Se me había olvidado comentarles, que esta experienciaincluye algo...-Desvió la mirada hacia arriba-...Digamos que interesante...-Sonríe-...Lehe pedido a algunos amigos o conocidos que tengo, que vengan a esta clase y sehagan pasar por alumnos –Mi corazón se encoge- Porque todos ellos son mudos. Noson demasiados, pero...Creí que aportaría algo más interesante a esta clase ¿nocreen? Sobra decir que esta terminante prohibido preguntar si son mis amigos, ya ellos contarlo...-Sin entenderlo mi corazón late rápidamente-...Bien,comencemos...Saludar –Dice mientras apunta en la pizarra. Aprovecho este momentopara mirar a mi alrededor, y como sintiendo un calor extraño mi mirada sedirige a la izquierda. Allí está él, me está mirando cortamente, pero alinstante vuelve a su cuaderno a escribir, no sin dejar de sonreír de una manerapilla. Trago y saliva y sonrojo. Dios mío... ¿Qué?