De tu mano por siempre

-Capítulo 63-

-¿y?, ¿qué te dijo?

-Nada felizmente, lo dejará pasar por alto esta vez.

-Uffff, que suerte, debes estar bendecido.- dice Kelvin haciendo un gesto de agradecimiento.

Noto que Camila no me ha quitado los ojos de encima desde que regresé al salón.

-Aún así, creo que debes tener cuidado, estoy seguro que los del salón de Rodrigo no se van a quedar tranquilos, ellos son muy agresivos, no me sorprenderia que te busquen problemas.

-Sólo espero que no se vuelva a meter con Camila.

-Y tampoco contigo Marco, debes tener cuidado.

-Ya sé.

Comienzo a sonreir y mis amigos lo hacen conmigo, por ahora todo anda bien, o al menos eso creo.

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Una semana después
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Por fin, el día que he esperado tanto, hoy nos toca educación física, y a primera hora, nada mejor que empezar el día que haciendo físico o mejor aún, yendo a jugar fútbol en la cancha del colegio, espero que el profesor nos deje permiso para poder hacerlo, luego de aquel día Camila y yo solamente cruzamos palabras para ver lo de los trabajos que el profesor de historia dejaba para el grupo, eran como un "hola", "yo hago esto", "yo hago aquello" ,"opino que" y nada más , a veces nuestras miradas coincidían, sobre todo porque nos sentamos juntos, así como varias veces nuestras manos se rozaron, sentía ganas de entrelazar nuestros dedos pero sabía que no debía hacerlo por más que por dentro muriera de ganas, Fiorella siguió conversando conmigo casi a diario, y decía lo mismo de siempre: "ustedes deben volver".

-¡Buenas tardes chicos!

-¡Buenas tardes profeeee!

Kelvin está prácticamente listo para bajar a jugar, yo esperaré a que el profesor diga algo antes de hacer cualquier cosa, parece que lo hará ahora mismo.

-Bueno muchachos y muchachas, vamos a hacer algo de educación física, pero, hoy yo tengo que hacer unos documentos que la directora me ha solicitado, por eso, dejaré que hagan deporte, los chicos pueden jugar fútbol y las chicas, voley.

-¡Biiiieeeeeeeeeeeeennnnn!

Todos gritan al unísono, Kelvin es el más emocionado.

-Te dijeeeeeeeee, Marco cambiate rápido para irnos a jugar que esperas jajajajaja.

-Yaaaaa tranquilo.

Comienzo a alistarme, siempre que toca física llevo unos shorts dentro del buzo, así que lo único que debo hacer es quitarme el buzo y ya está, me dispongo meterlo a mi mochila cuando del bolsillo cae un pedazo de papel, lo tomo y lo quedo observando, suspiro.

-Claro, si eres tú.- susurro muy bajo para que nadie más pueda oirme, en el salón sólo están las chicas, todos ya se fueron, será mejor que me apure.

-¡Marco!, ¡rápido!- me grita Kelvin quien al parecer a regresado a buscarme.

-Si, si ya voy.

Coloco el papel debajo de mi carpeta y salgo rápidamente.

Comienzo a correr con dirección a la cancha, todos están listos y formando equipos, me dispongo a coger el balón cuando veo a uno de los compañeros de Rodrigo delante de mi, luego veo a otro, y a uno más a mi costado.

-No debiste golpear a Rodrigo. -dice uno de ellos y se abalanza contra mi, intento esquivarlo pero el segundo me coge de los brazos, giro rápidamente y logro meterle una patada, es evidente que no piensan hablar, maldita sea, trato de evitar que me golpeen, pero uno de ellos me coge de los brazos muy fuerte, uno más lo ayuda.