capitulo 10

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Capitulo diez: te conozco

-déjeme ayudarle capitán- dijo ban mientras le ayudaba a ponerse de pie

-idiota- murmuro meliodas- estos son solo rasguños... no se ven tan graves como para que...

-no diga tonterías capitán!- lyn extendió su mano intentando curarlo- no se mueva...

-el...él es uno de los pecados capitales... pero... quien es ella, está curando a meliodas?- pregunto fraudrin

Por otro lado, zeldris temblaba levemente intentando controlarse, quería acabarla cuanto antes

-es también un pecado capital- hablo entre dientes el pelinegro- lynnia, el pecado de la tristeza

-lynnia dices?- pregunto gloxinia- no es esa la mujer de la que hablaste antes?

-esa misma...- zeldris desenvaino su espada- es extraño que des la cara, maldita traidora

La pelirroja abrió los ojos de par en par, aun con su mirada fija en las heridas de meliodas, aquella voz la había dado un poco de opresión

Con lentitud voltio el rostro, encontrándose con el mismo pelinegro que había visto en su sueño, sin embargo no haba nada más, simplemente su imagen, sentía que un cálido sentimiento se acoplaba en su pecho, pero en cuanto el muchacho la miro con tanto odio, lo dejo atrás, encarándolo

-me hablas a mí?- se señaló así misma

-a quien más? Tú sabes lo que hiciste... y por ello mi mandamiento te castiga- alzo la espada hacia ella

-pero...- hablo confundida, que le había hecho a aquel joven?-yo a usted no le conozco

Una mirada de sorpresa se dibujó en el rostro de zeldris, quien luego lo oculto con enojo

" de verdad es tan cínica? Si estuviese galand estuvieses convertida en roca...pero, y si dice la verdad... no!"

-eres una maldita mentirosa- murmuro con odio

-ella trato de devorar el alma de mi hermano- estarossa llamo la atención de todos- su muerte fue bien merecida- observaba neutro el cuerpo aparentemente sin vida de mirascula -mmmm- dirigió su mirada hacia ban – tiene mis más humildes agradecimientos, aunque a decir verdad, si tu no la habrías matado lo habría hecho yo mismo

Lyn observo que el poder de aquel hombre estaba creciendo listo para atacar

-ban, toma el capitán...- hablo con nerviosismo- y vámonos antes de...

-meliodas debe morir por mi propia mano- el hombre se movió demasiado rápido

Estarossa enterró una de sus espadas en un corazón de meliodas, ocasionando confusión y terror entre los miembro de los pecados

-por cierto, que esperabas hacer si venias aquí?- pregunto estarossa frente a un moribundo meliodas

-que mierda hiciste?!!!- grito con rabia ban mientras que corría hacia el

Lyn se mantenía estática con la mirada en shock, el capitán no dejaba de respirar de manera entrecortada, un par de lágrimas asaltaron su mirada

-capitán!!!- grito la chica con dolor

-fox hunt!- grito ban, pero nada sucedió

-permíteme decirte algo, nosotros los demonios superiores poseemos todos los siete corazones- indico estarossa-ahora el segundo

Y enterró una segunda espada en el pecho de meliodas

-meliodas!!!- grito de nuevo lyn volviendo en si misma

Lyn alzo su mano derecha dispuesta a proporcionarle energía a ban para salvar al capitán, pero antes de que pudiese hacer algo una espada se clavó en su estómago, la chica giro la cabeza hacia atrás intentando observar quien era su atacante, zeldris mostraba una sonrisa triunfante al ver como la comisura de la boca de la pelirroja era manchada por su sangre

-observa...- susurro solo para ambos, incrustando cruelmente la espada, ocasionando un quejido- esto es lo que pasa cuando rompes una promesa conmigo... te lo mande a decir no?- sonrió de lado- te restregaría en la cara como rompo mi parte

-prométeme que jamás le harás daño a meliodas y yo.... A cambio jamás dejare de estar a tu lado -aquella 'palabras volvieron a su mente

-yo...- hablo temblorosa para despues sonreír cálidamente- te conozco

Al ver la sonrisa cálida de la chica, zeldris retiro con rapidez su espada, dejándola caer entra el suelo malherida

-y sigues sonriéndome de esa forma- dijo entre dientes para despues dar media vuelta- sin duda eres una molestia

-lyn!!!- grito ban, que parecía estar a punto de ir por ella, pero esta negó con la cabeza, debía salvar al capitán-

-no importa que tan poderoso sea el demonio, una vez que todos sus corazones se destruyen... su muerte es inminente- estarossa preparo otra espada

- no si te rompo el cuello!- van lo tomo del cuello intentando moverlo, pero nada paso

"no te rindas ban" pensó la pelirroja levantando su mano en el suelo, enviándole energía a ban "por favor, sálvalo"

-tercero- enterró una espada- cuarto- una más- quinto...

-si quieres matar al capitán, será por encima de mi cadáver!!!- grito con esfuerzo –maldito cuerpo!!!

-sexto...

-ban!!!- grito con desesperación lynnia

" soy un patético pedazo de mierda..." pensó ban "ni siquiera puedo proteger a la mujer que amo o a mi socio en el crimen" miro de reojo a lyn que luchaba por no caer desmayada "y ella, a pesar de que está agonizando, no se detiene... perdóname lyn, tal vez si tienes razón... soy un zorro estúpido"

-adiós mi precioso hermano- estarossa derramo lagrimas- mi querido hermano meliodas...

Y la última espada callo

-ahhhhhh!!!!- grito con rabia ban

- sabes...- hablo con paciencia estarossa- con todo el griterío que has estado haciendo... eres responsable de hacer estallar mis tímpanos... los mosquitos deben conocer su lugar

Y sin más, destrozo el cuerpo de ban

-meliodas... meliodas...- decía con lágrimas lyn sin poder creérselo aun

-a partir de ahora meliodas ha encontrado la muerte- hablo estarossa a los demás mandamientos – Britania es ahora la tribu de los demonios- se acercó caminando a lyn quien se mantenía estática, se arrodillo y la tomo de la barbilla haciéndola levantar la mirada, la cual se mantenía sin vida " interesante... no siente odio hacia mi... o está demasiado impactada para asimilarlo..."- dile a los pecados capitales, que comience el espectáculo

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Elizabeth corría por el campo desesperada por encontrar a meliodas, hasta que lo encontró, sobre su cuerpo lynnia lloraba desconsoladamente, su herida en el estómago no dejaba de brotar sangre

-señorita lyn- la chica mantenía la mirada vacía- se encuentra bien? El señor meliodas...- soltó un par de lágrimas

-esto es...- la pelirroja abrió los ojos de par en par para despues mirarla con angustia y desesperación- mi culpa!!!

Y sin más... cayó desmayada sobre el cuerpo inerte de su capitán... su hermano 

el octavo pecado  capitalWhere stories live. Discover now