30. Amalgama de cajas y pastel

663 82 100
                                    

—Y es por eso que necesitamos el monitor que mide el consumo de electricidad.

—Frank, sólo te pregunté si el televisor se veía bien aquí — dijo Gerard señalando el televisor que acababa de poner en cima de un estante de la sala de estar.

—Oh, sí está bien.

Ray y Pete entraron a la nueva casa cargando con una gran alfombra mientras Patrick se encargaba de meter unas cajas. Frank los veía sentado en una silla mientras apoyaba ambas manos en su vientre de siete meses.

—No olviden instalar el sonido en Sound round — habló Frank.

—Frank — dijo Patrick dejando de lado una caja y suspirando cansado —. Si no fueras un enano que lleva dentro a dos enanos más... ya te habría golpeado.

—Hey, no seas malo — le dijo Pete dándole un golpe de codo —. No es bueno que Frank haga mucho esfuerzo... así que mejor te aguantas y no te quejas.

—Agh... de todos modos no tengo otra opción.

—Por cierto, ¿dónde está Mikey? — preguntó Gerard.

—Dijo que vendría un poco más tarde porque está ocupado — respondió Frank poniéndose de pie para tomar una lata de jugo de una hielera.

—En pocas palabras...

—Está con su novia — respondieron todos al unísono.

—Su novia me agrada — comentó Frank —. Es linda... además cuando ella viene le da cierta diversidad a nuestro grupo.

—Sí, pero si tú no estuvieras embarazo, ella sería la única parte femenina de este lugar — Patrick tomó nuevamente otra caja y caminó escaleras arriba.

Ray y Pete encontraron un buen lugar para aquella alfombra que Frank había escogido. El día entero consistió en cajas, polvo y... más cajas. Llevaban ya dos días acomodando los  muebles, y eso se debía a que Gerard había comprado una casa demasiado grande para dos personas. Aunque todos creían que exageraba, el pelirrojo sabía que dentro de muy poco tiempo serían cuatro personas y en unos años, esas personas necesitarían su espacio.

Una hora más tarde llegó Mikey, tomando de la mano a Kristin quien, como siempre, llevaba una amable sonrisa.

—Hola amigos... y Gerard — saludó Mikey.

—No sé cómo interpretar eso — dijo Gerard acomodando los sofás para que los demás puedan sentarse.

—¿Trajeron pizza? — preguntó Frank.

—Dos cajas, tamaño familiar — contestó Mikey.

Todos se sentaron y empezaron a comer, estaban cansados, pero sobretodo hambrientos. Aunque, últimamente, Frank se sentía siempre así.

—Por cierto, chicos, ¿pensaron en un babyshower? — preguntó Kristin.

—No hemos pensado en eso — respondió Gerard —. Y los bebés  nacerán muy pronto... deberíamos hacerlo.

—Pero, yo no sé organizar un babyshower — intervino Frank.

—No es nada complicado, yo puedo ayudarles — se ofreció Kristin —. ¿Por qué no lo hacemos este fin de semana?

—¡Oh claro! Esta casa es muy grande, no es mala idea — dijo Patrick.

—¿Alguna temática para la fiesta? — preguntó Mikey.

—Marvel — dijo Frank.

—No, DC — repuso Gerard.

Ambos se miraron indiferentes, entonces Mikey suspiró.

El teorema del amor [Frerard]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora