El teorema del amor [Frerard]

11. El amor es relativo ¿verdad?

Al abrir sus ojos, sintió que algo se posaba sobre su estomago, al incorporarse vio un brazo pálido abrazándolo luego de eso a Patrick durmiendo al lado de él. Tenía el cabello totalmente despeinado y sus lentes estaban inclinados, Frank lo miró por unos segundos, le resultaba gracioso el aspecto de su amigo.

Patrick empezó a removerse pero se aferraba cada vez más a Frank.

—Frank... eres un enano — murmuró sin estar despierto totalmente.

—¿Mh...?

—Vuelve al circo, enano.

—¿Te pasa algo? — preguntó alejando a Patrick de él.

—Me duele la cabeza... tengo la boca seca y... creo que Ray se durmió en el sillón.

Al escuchar lo último recordó lo que había pasado la noche anterior, todos excepto él se embriagaron y Ray pasó toda la noche hablando sobre la primera y única vez que su algoritmo había fallado, lo cual pasó en la secundaria, mientras Patrick bebía por cada vez que falló resolviendo ecuaciones en la primaria.

Gerard le había besado por segunda vez lo cual fue era extraño, sí,  pero esta vez lo sintió diferente. Además debía salir con el pelirrojo pues ya se había comprometido, por lo que dio un gran salto para bajar de la cama e ir corriendo al baño.

—¿Qué haces? — le preguntó Patrick frotando sus ojos.

—Hoy debo salir...

—¿A dónde?

—Creo que a comer algo... con Gerard.

Patrick trató de bajar de la cama pero en eso sus piernas se enredaron con las sábanas y terminó tirado en el piso.

—Mierda — masculló —. Explícame esto... ¿saldrás con Gerard a pesar de que varias veces mostraste y dijiste sentir odio hacia él?

—Sí... eso creo.

—Perfecto no entiendo nada... aunque eso prueba que mi hipótesis era correcta — se sentó en el borde de la cama mostrando una sonrisa extraña, como si se tratara de algún loco o psicópata.

—Tu hipótesis no es correcta, yo no estoy enamorado de Gerard.

—Por favor Frank, ¿cuánto más tendremos que fingir que eso es cierto? Acéptalo, perdiste, caiste como cualquier ser humano víctima de sus sentimientos... lo que nos hace únicos pero también débiles.

Frank azotó la puerta de baño, últimamente se le estaba haciendo costumbre el azotar puertas pero no podía evitarlo, le molestaba escuchar una y otra vez que se había enamorado de Gerard y que no existía nada que pudiera hacer al respecto.

Después de haber tomado una rápida ducha y todo lo demás salió del baño y Patrick aún le esperaba sentado en su cama. No podía molestarse,  se trataba de Patrick,  su mejor amigo, alguien como su hermano.

—¿Listo para tu cita? — le preguntó  el de lentes riendo.

—No digas esa palabra, no me gusta.

—CITA. CITA... CITA.

—Voy a suponer que ese infantil comportamiento se debe a que cierta cantidad de alcohol aún se encuentra dentro de tu sistema.

—Como sea... ¿por qué no aceptas que amas a Gerard?

—Porque eso no es cierto.

—Sí lo es... Frank ama a Gerard ¡Frank ama a Gerard! — exclamó alzando sus manos y agitándolas en el aire.

—¿Qué el enano ama a quién? — Ray entró a la habitación con cara de pocos amigos.

—Frank ama a Gerard — respondió Patrick.