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—Entonces Gerard salió corriendo y Ray fue tras él... llegaron hasta Central Park. Literalmente... — terminó de contar Patrick.

—¿Y Ray golpeó a Gerard? — preguntó Pete, quien ese día había ido a visitarlos.

—¿Tú que crees?... sólo míralo — dijo señalando a un pelirrojo que venía desde el pasillo, sujetando una bolsa de hielo en el lado derecho de su cara.

Frank iba tras él, ambos se sentaron en el sofá más grande de la sala y miraron a Pete.

—Hola — saludó Gerard forzando una sonrisa.

—Te ves muy mal — comentó Pete —. Supongo que valió la pena ¿no es así? — se rió.

—Aunque no parezca... así fue.

Patrick se sentó al lado de Frank y lo abrazó por los hombros.

—Tranquilo Frank.

—¿Cómo quieres que esté tranquilo? Es decir, todo lo que está pasando carece de lógica... es biológicamente imposible.

—Al parecer no...

—¿En qué universo, señor? ¿En qué universo esto es lógico?

—Pues en este... además los hijos no son tan malos como parecen. Son como, pues... como cuando Stan Lee sale en las películas de Marvel, siempre te alegran y te sacan una sonrisa.

—¿Y dónde está Ray ahora? — preguntó Pete mientras se sentaba en otro de los sillones.

—Se fue a trabajar — respondió Patrick —. Llegará a la hora del almuerzo.

—Oh... ¿está molesto?

—No, él sólo es un poco sobreprotector. Desde que éramos niños, como él era el mayor de los tres siempre se preocupaba de más — dijo Patrick.

—De hecho... es su forma de ser — habló Frank.

—¿Y ahora qué piensan hacer? — volvió a preguntar Pete —. Deben pensar en algo... porque esto ya no es un juego, además es su hijo. Como chicos grandes deben hacerse cargo.

—Supongo que sí — Frank se volvió a Gerard y este le sonrió.

—¿Nos haremos cargo, verdad?

—Sí eso es lo que quieres...

—¿Pero también es lo que quieres?

—Sólo si tú lo quieres.

—¿Pero también lo quieres...?

—¡Basta! — intervino Patrick —. Realmente no sé qué decirles. Esto es raro... sí, pero también es algo lindo. Deberían estar felices.

—Patrick tiene razón — siguió Pete —. Deben verle el lado lindo a todo esto.

Gerard y Frank compartieron miradas, no estaban listos para tal responsabilidad. Pero tampoco podían huir, y no lo iban a hacer.

—Debemos pensar en cómo...

—¿Vivir? — adivinó Frank.

—Sí,  si eso es lo que quieres, claro.

—Pues... eso creo.

Antes de que Ray llegara del trabajo, ordenaron pizza. Como siempre solían hacer comieron juntos.

—Así que dependiendo si algún día llegas a tener una buena idea podrías mantener al bebé sin preocupaciones — concluyó Patrick. Le estaba diciendo a Gerard lo que le costaría mantener a un niño, desde el momento en el que nace hasta la universidad.

Gerard calculaba el sueldo que tenía y lo sumaba con el de Frank. Pero luego notó que Frank no podría trabaja por al menos un tiempo. Lo que lo dejaba a él sólo con todos los gastos. Entonces debía apresurarse con el proyecto que tenía planeado, un comic que avanzaba de manera lenta. Debía buscar a alguien que lo ayude y trabaje con él. Pero no era tan fácil.

—Esto es muy difícil — suspiró el pelirrojo.

Frank lo vio y pensó que tal vez debía hacer algo para que se sintiera mejor. El único problema era que no sabía como hacerlo, ¿qué se le dice a una persona en esa situación? No, definitivamente era algo muy difícil.

—Y también deben cuidarlo, educarlo y estar con él todo el tiempo — añadió Pete —. Pero los niños son lindos, es decir... también le enseñarán sobre música, películas, podrán elegir un lindo nombre... Imaginen el día en que él haga su primer dibujo y sean ustedes.

Patrick se secó unas lágrimas falsas de sus mejillas.

—Eso fue lindo... ¡tranquilos, chicos! Todo saldrá bien.

—Claro que saldrá bien... tienen nuestro apoyo — habló Ray entrando al departamento.

—Ray — Frank corrió hacia su amigo y lo abrazó.

—Escuchen, esto suena complicado — continuó el de afro —. Pero tienen todo nuestro apoyo, por algo somos amigos.

—¿Eso significa que ya no estás molesto conmigo? — le preguntó Gerard.

—No estaba molesto... o sea sí,  pero te golpee por idiota... ¡Un maldito condón, Gerard, por favor!

—¡Lo siento!

—Bueno, ya... de todos modos ya pasó,  ya te golpee, ahora debemos pensar en cómo vamos a cuidar al próximo Albert Einstein. Porque sé que ustedes solos no podrán hacerlo, al menos no al principio.

—¿Y qué pasa si es niña? — intervino Patrick.

—Pues será la próxima Marie Curie.

—Oh... y debemos pensar en nombres — dijo Gerard.

—Y pensar en dónde viviremos — continuó Frank.

—Sí y Frank... ¿te casas conmigo?

Frank abrió demasiado sus ojos, al igual que su boca. No sabía cómo responder a eso. Y sus amigos estaban en la misma situación.

—¿Es broma?... porque no la entiendo.

—No es broma — negó —. Quiero casarme contigo, no sólo por el hecho de que tendremos un hijo... sino porque quiero que sepas que quiero compartir mi vida entera contigo. Y bueno... No sé qué más puedo decirte, pero en serio, quiero estar siempre contigo.

—Bueno... yo... — Frank trataba de responder de una manera entendible, pero era obvio que no podía hacerlo.

—Vamos, Frank — le dijo Patrick —.  No hagas esperar a los lectores.

—Es que... yo...

—Di que sí... di que sí — insistió Patrick.

—Eh... bien... sí.

—¿Dijiste que sí? ¡¿aceptas casarte conmigo?! — exclamó Gerard lanzándose para abrazar a Frank.

—Aunque usted no lo crea, dijo que sí — chilló Patrick. Conteniéndose para no dar un gritó de fangirl.

—¡Tenemos boda! — exclamó Pete.

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Holis terrícolas.

Bien, voy a dedicar el capítulo a IAmGonnaDie (mi hermano o algo así)

Díganle que ya no se muera xD

Sugerencias para una boda??

Si alguien quiere entrar al grupo de Whatsapp díganme y los agrego :)

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El teorema del amor [Frerard]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora