text me, ten.

Por qué.

"¿Por qué te fuiste?"

Eso y un millón de cosas más quería Taeyong preguntarle a Ten cada vez que lo veía por los pasillos del apartamento. Ten llevaba dos días ahí y agradeció que le salieran planes y estuviera ocupado todo el tiempo. Solo iba a casa para cenar y dormir.

De un día para otro su vida volvió a ser un desastre. Justo cuando tenía todo en orden, o casi en orden. Ya no se centraba tanto en los latidos de su corazón con el nombre del tailandés. Aprendió a ignorarlos. Sin embargo, nunca desaparecieron y ahora iban a ser igual que dolorosos que hace unos meses o incluso peor.

Cuando Ten le pidió ayuda para ir a la academia, intentó ignorarlo con todas sus fuerzas, pero acabó mandando a Jungwoo para guiarle bien mientras él les seguía en silencio. Se sintió bien fracasado en ese momento.
No sabía qué era lo que le hacía querer ignorar a Ten. Quizás la barrera que se creó para protegerse a si mismo del dolor insoportable.

Esa misma tarde le costó el doble tender que ignorarlo todo el tiempo, pues había vuelto a la academia como alumno y no cualquiera, si no suyo.
Tuvo que presentarlo él mismo delante de la clase y darle la bienvenida con una sonrisa. El tailandés sonreía brillantemente hacia él y con una pequeña reverencia le pidió que cuidara de él ese año, que "dará lo mejor de si mismo".

Cuando por fin terminó la clase y salió disparado para ir a ver a sus amigos, a los minutos de llegar al local donde bailaban vio como Ten entraba una hora después con la misma sonrisa brillante que horas atrás estaba odiando.  Yuta y Johnny fueron los primeros en abrazar al menor seguidos de Jaehyun llorando de la emoción. Él simplemente se fue al servicio sin decir nada mientras todos hablaban con él. Veinte minutos después salió solo para encontrarse con que "Ten vuelve al grupo, ¿no es genial? Con algo de suerte también podemos meter a nuevos miembros y hacer volver a Hansol". Ignoró a Yuta y siguió ensayando a un lado solo.

Al terminar el "ensayo" la brillante mente de Jaehyun terminó de destrozar su día llamando a Taeil y a Doyoung para reunirse como en los viejos tiempos y darles la sorpresa de Ten. No odiaba a sus amigos, estaban en su total derecho de festejar por Ten, lo echaban demasiado de menos, eran sus amigos.

—Yo... no podré salir esta noche con vosotros, lo lamento.

—¿Cómo? ¿Por qué?—Johnny le miraba triste.

—Es Yukhei, se puso enfermo y no puede andar bien con su pie. Me siento mal al dejarlo solo, disfruten de su día.—Maldijo en su interior cuando estaba apunto de irse y alguien agarró su brazo.

—E-epera.... Ta-ta-Taeyong—Era Ten—Me quedé sin batería y no puedo usar el mapa... yo... uhm...—por favor deja de tartamudear así—Hy- Taeyong, ¿puedo volver contigo?

Estaba jodido.

......

—Es que esto es nuevo para mi, osea, solo recuerdo bien el camino desde la academia y hasta aquí y los antiguos... dormitorios y aún así me cuestan. No soy bueno ubicándome, ¿sabes?—Soltó una risilla nerviosa el más bajito.

Observó a su otra vez líder andar por delante de él. Estaba dando zancadas grandes en vez de pasos y a él le costaba alcanzarle. Asumió que Taeyong quería distancia así que dejó de intentarlo. Entendía su enfado, pero le estaba costando.

Taeyong por su parte, solo andaba lo más rápido que podía y cuando dejó de escuchar al tailandés, pensó que ya se cansó de tanta cháchara y al fin lo iba a dejar en paz.

Pero paró en seco cuando por unos segundos escuchó los pasos detenerse acompañados de una respiración ahogada.

No sonaba a cansancio.

Era más bien miedo.