Fue la broma para romper el hielo más estúpida que he visto y escuchado. Miré a Jade y ella me devolvió una mirada incómoda. 

Suspiré con molestia... Justo cuando comenzábamos a llevarnos bien.

- Increíble que esto empeore aún más - Dijo ella con fastidio.

- Oigan... Enserio queremos estar las dos solas - Dije yo ganándome una mirada extraña de mi compañera. Pero asintió, lo cuál me tranquilizaba.

- Pues estemos solos... - Dijo el rubio a mi lado.

- ¡Los cuatro juntos! - Complementó el moreno al lado de Jade, chocando su puño con el de su fastidioso amigo. 

- Ay por Dios... - Exclamamos Jade y yo al mismo tiempo con expresiones de horror.

- Y bien, doctor Chad - Dijo el moreno a su compañero - ¿Cómo ve a la paciente? -

- ¡Wow! - Reaccionó el rubio al que ahora ubicaba como Chad - Creo que tiene una infección de Chad - 

Jade me miró de nuevo con incomodidad.

- No existe una cura para la infección de Chad - Respondió el más alto.

- Creo que se quedará conmigo - Dijo Chad acercándose. 

A pesar de nuestra poca disposición de hablar con ellos, se quedaron por mucho más tiempo del que hubiéramos querido. Me sorprende que Jade no los haya mandado al infierno en el mismo instante en el que se acercaron.

Mínimo esperaba que al momento de que el alto intentara abrazarla, ella le rompiera una costilla o algo así, pero no lo hizo. Simplemente puso cara de asco, pero no lo alejó.

- Disculpen... Tengo que ir al baño - Dije yo, muy harta de toda esta escena.

- Te acompaño - Dijo Jade al instante, mientras abandonaba su lugar y me arrastraba con ella al baño.

- ¡Ya no los soporto, Tori! - Me gritó con una mirada suplicante en cuanto cerramos la puerta - Creí que no había nadie más insoportable que tú, pero ya veo que estaba equivocada - Comenzó a caminar por el reducido espacio.

- Pues gracias... - Dije con sarcasmo recargándome en la puerta - Y qué raro... Conmigo no tienes problema en mandarme al carajo cada vez que intento hablarte... - Me crucé de brazos - Ahora resulta que al idiota ese le permites incluso abrazarte, no parece que seas tan intolerante -

Jade me miró algunos segundos con una ceja alzada mientras se cruzaba de brazos.

- ¿Dijiste "al carajo"? - Preguntó de pronto y sin venir al tema.

- Si.. - Respondí alzando los hombros.

- Lindo - Sonrió de lado mientras me seguía observando con esos increíbles e intimidantes ojos azules.

- Dime que no te gusta ese idiota - Pregunté con incredulidad.

- ¡Por supuesto que no, Victoria! - Respondió al instante casi ofendida. - Tendrías más oportunidad tú que ese estúpido - Afirmó alzando la mirada.

Espera... 

¿Dijo lo que creo que... ?

- ¡No! - Corrigió al instante dándose una palmada en la frente - No quise decir... - Gruñó frustrada - Quería dar una idea de lo mucho que detesto a los tipos como él y... ¡Solo olvídalo! Eres insoportable... - Finalizó, dejándome un reflejo de confusión ante su repentina crisis.

Tampoco era como que le hubiera tomado mucha importancia al comentario.

- ¿Me llamaste Victoria? - Me percaté. 

La cita - JoriWhere stories live. Discover now