One Shots Saphael

Promesa.

No recuerda nada de aquel accidente que arrebató su memoria.

Sólo está consiente de que allí, en una parte de su mente se encuentran los más hermosos recuerdos.

A pesar de que fue difícil puede recordar una voz, una voz que le hacía una promesa.

No te alejes de mí

Han pasado ya tres meses y se siente vacío. Desde marzo de ese año no recordaba lo anterior.

Le dijeron que había tenido un accidente de auto en diciembre cuando volvía a casa después de un día de trabajo y había permanecido en coma hasta el comienzo de la primavera de ese año.

Recuerda como despertó confundido en la habitación blanca, un chico de cabello despeinado le sonrió y se acercó para mirarle.

Raphael por inercia se hizo para un lado tratando de evitar al muchacho de lentes.

Simon llamó al doctor para saber porque el comportamiento extraño de su esposo, pero después de haberle hecho algunas pruebas lo que tenía era una amnesia, la cual no sabían si era temporal o para siempre.

Simon llegó a su casa y la observó pasando los dedos por los muebles de madera, recordando las miles de cosas que sucedieron allí, como hicieron el amor sobre la sala al no poder esperar más.

Recuerdos que jamás pensó que al tenerlos le lastimarían tanto.

Llorando quedó dormido en el sofá sintiendo el aroma de su hogar había cambiado.

***

Se había quedado estático fuera de la puerta, juntando fuerzas para poder entrar, porque el simple hecho de ver a alguien que amaste y estaba realizando su historia juntos para después no recordar le requería de toda su fuerza de voluntad.

Suspirando quitó la sortija de su dedo y lo puso en una cadena de su cuello.

- Hola- anunció suavemente mientras entraba.

Raphael sólo sonrió un poco, se estaba acostumbrado a la presencia del contrario.

- Hola- respondió nervioso sintiéndose apenado ante la suave mirada del menor.

Se sentía seguro y como la confianza recuperada de fortalecía con él, sin embargo el contrario ansiaba del otro con necesidad.

- Te sientes mejor?- preguntó suavemente mostrado preocupación, Raphael asintió.- supongo que estás harto de estar aquí.

- Quiero caminar- dijo el mayor.

Simon asintió para después ir con Catrina y pedirle la autorización de que Raphael pudiera caminar por allí.

Después de ayudarle a parar y conseguir una silla de ruedas para que se pudiera mover.

Simon empujó a Raphael hasta el patio donde se detuvieron y se sentaron sobre las bancas.

Observó su alrededor y vió el perfil de Raphael, ¿Porque seguía siendo tan apuesto?

Se dió cuenta de que tenía las agujetas desamarradas y se agachó para atarlas.

La cadena con el anillo se posó sobre su playera y Raphael lo miró con curiosidad.

- ¿Es tu anillo de bodas?- preguntó.

Simon se enderezó tomando entre sus dedos el anillo sintiéndose nervioso, buscando protección tocando el metal tibio ante su toque.

- Si- pudo decir en voz baja, tratando de que su maldita voz no se rompiera.