One Shots Saphael

Despertar. M

Raphael despierta por los rayos de luz que dan directamente a su rostro, cuando intenta moverse se da cuenta de que unos brazos le sostienen y gira lentamente hacia el joven.

Simon está totalmente dormido, su rostro es tan sereno y brillante, le parece tan tierno que le besa la cabellera obscura, este se remueve y sus pieles se vuelven a juntar, anoche fue una de las mejores sin duda alguna, pues después de que le pidiera matrimonio al menor hubo besos por aquí y por allá, la ropa fue desapareciendo,y los "te amo" salidos de sus labios entre cada beso fueron lo que siempre soñó, incluso fue mil veces mejor.

Lo hacía sentir tan bien, que su piel se erizó al recordar sus gemidos, las palabras calladas, sus cuerpos sudados y las emociones que le hizo sentir.

Simon se removió en el colchón, girandose hacia el lado contrario de la ventana, dandole una vista de su espalda desnuda y esos hombos anchos que le volvían loco.

Amaba a aquel hombre, lo amaba con todo su corazón. Amaba aquel 13 de Junio, donde el menor le había reclamado por haberle tirado el café. Amaba haber aceptado aquel puesto que le había acercado al menor.

Se sentía tan dichoso que lo había gritado a los cuatro vientos, que a cada una de las personas que conocía le había contado sobre ese chico de cabello azabache, sobre sus ojos, sus labios, su nariz, su cuello y su pálida piel, piel la cual llevaba hematomas por el transcurso de hasta hace unas horas.

Aquel momento donde ambos juntaron sus almas y cuerpos en uno solo, aquel momento donde sintieron liberarse con ese orgasmo.

De nuevo Simon se giró hacia él, buscando el calor corporal que desprendía.

Sonriendo apartó una hebra de cabello que caía sobre su frente, tan sedosa y campante.

Hasta hace unas horas habían hecho el amor, y de la misma manera había aceptado casarse con él.

¿Qué más podía pedir?

Una familia, recién comenzaba, después de casarse adoptarían un perro y después un niño o niña, no lo sabía. Pero estaba totalmente seguro de que quería que lo que pasara en su futuro fuera con aquel hombre que amaba desesperamente.

Que tanto me miras? -Preguntó on voz ronca el menor.

Lo guapo que te vez al despertar- respondió

Calla, -río avergonzado.

Definitivamente se acostumbraria a despertar así todos los días, con ese joven.