Capítulo 7.

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–Tranquilo, Zed. –Daniell entró en la sala de estar, interrumpiendo de forma oportuna la pelea que pudo darse entre ellos. –Él es la persona de la que habló Nathan, avisó recién que llegaría antes de lo que se había previsto.

Cuando una sonrisa burlona se formó en el rostro de Zed, supe que lo que diría no sería bueno. –¿El expulsado?

Todos pudimos notar como Félix se tensaba al escucharlo, apretó los puños mirando al ojiverde sonreír con satisfacción y superioridad al ver la reacción que tuvieron sus palabras.

El destello escarlata que apareció en sus ojos no era como el anterior, este venía acompañado de una gran furia. Lo que empezó como un leve destello poco a poco iba tomando terreno en su mirada, llegando al punto de casi desaparecer el color miel que tenían antes.

Daniell caminó hasta estar más cerca de nosotros al ver lo incómoda de la situación, sobre todo, por la mirada de Félix. –La chica no es comida, es protegida por la familia.

–Lástima. –Su resignación fingida me irritó. –Se ve realmente deliciosa.

Dirigió su mirada a la puerta después de eso, supuse que sentía que alguien se acercaba. Confirmé esto cuando Abraham atravesó la puerta con una sonrisa en el rostro.

Corrí a su encuentro con la intención de advertirle sobre Félix, después de todo, el sigue siendo humano, igual que yo. Todo el trayecto sentí la mirada de Félix sobre mí, incluso cuando abracé a Abraham por el cuello y le besé. Para la gran mayoría de personas, por no decir todas, les incomodan las muestras de afecto público, parece que a él no, así que mi plan de incomodarlo y desviar la mirada de nosotros falló.

–¿Por qué la cara de todos? –Susurró con una risita. –¿Y quién es el sujeto que no para de mirarte?

–Es el enviado de Nathan. -Respondí, al sentir que su agarre en mi cintura se hacía firme, supe que ya había notado todo.

–Félix Cuellark.

–Un placer, Abraham Evans. –Le tendió la mano, este solo asintió y la estrechó. –¿Qué pasa, chicos?

Era obvio que preguntaría, todos, incluyendo a Daniell, están muy tensos. Basta con mirar a Félix para darse cuenta de eso. Zed, en especial, que tiene cara de querer matarlo en cualquier momento y no dudo que lo haga, antes de su llegada ya estaba bastante enojado y el hecho de que se burlara de él solo empeoró las cosas.

–Se burló de mí.

–Y cree que vamos a comérnosla. –Agregó Ethan.

Abraham asintió al oírlo todo, la última parte era algo que ya suponía. Se giró a mirar a Félix más serio de lo usual, planea dejar las cosas claras.

–Si quieres que las cosas funcionen aquí es mejor que no te acerques a mi novia, no es comida y como ya debes saber, ambas familias, el clan Evans y el clan Alcázar, la protegemos.

–Al igual que las jaurías Argensan y Phillips. –Cuando escuché a Jacob hablar, lo busqué por toda la habitación, no supe en que momento había entrado.

Me dediqué a pensar en qué momento entró mientras ellos mantenían el silencio tenso en el que se había sumido todo. Comienzo a pensar que Abraham tiene razón al decir que soy despistada.

–Ya, ya entendí que esta chica no es comida, al menos no puedo acercarme a ella para... –Hizo una pausa para lamer su labio inferior, luego sonrió dejando ver claramente su par de colmillos. –Comerla.

–Mike bajará en unos segundos. –Interrumpió Daniell, tratando de desviar la atención de los presentes del innecesario comentario del tipo frente a mí.

Peligro. |TERMINADA|Where stories live. Discover now