Capítulo 2

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Las risas resonaban en la primera planta de la casa y el olor del desayuno comenzaba a llamarme, pero la comodidad de la cama me decía "No Marcie, tú sigue durmiendo" así que, haciéndole caso a mi maravillosa mente me he acomodado entre las cobijas de la cama, disponiéndome a seguir con mi siesta sin importarme el qué. 

—¡Marcie, cariño! Baja a desayunar— se escuchó vagamente la voz de mi madre desde las escaleras.  —¡Marcie!— repitió.
 Fruncí el ceño mientras ocultaba el rostro en la almohada y soltaba un resoplido. ¿Acaso no podía dormir por lo menos un poco más? Poco después los pasos en el pasillo comenzaron a hacerse notorios.
—¡No puede ser...!— gruñí molesta mientras tiraba las cobijas a un lado y me sentaba en la cama de golpe.
La puerta fue tan solo rozada por los nudillos de Felix cuando yo ya la había abierto con estruendo, creyendo que era mi madre de quién se trataba.
—Alguien despertó de mal humor...— musitó el rubio mientras caminaba devuelta hacia las escaleras al ver mi reacción, bufé mientras me ponía los zapatos siguiendo los mismos pasos que el chico.

—Buenos días, Marcie— no tardó en saludar la señora Lee al momento de servir unos cuantos panqueques en el comedor, me talle el ojo derecho soltando un bostezo y con una sonrisa amable he tomado asiento mientras respondía a su saludo.
—Buenos días, señora Lee.
—¿Dormiste bien?— me preguntó mientras comía de su desayuno, le he asentido con la cabeza mientras comenzaba a servirme, mire a mi alrededor -Notando que alguien faltaba- mientras me echaba un bocado del panqueque a la boca.
—¿Felix no va a desayunar?— pregunte curiosa.
—Él se adelantó, probablemente salió con sus amigos.
Fruncí el ceño, por alguna razón aquello me molesto. Normalmente, cuando pasaba los veranos en Australia, Felix y yo siempre la pasábamos juntos, salíamos a los lugares que queríamos o andábamos en bicicleta por el vecindario. Pero nunca con sus amigos. 

—Tu madre y yo vamos a salir dentro de un rato, ¿Quieres venir con nosotras?
 Agradecía la invitación de la señora Lee, pero para ser sincera lo que menos quería por el momento era salir, así que le termine negando con la cabeza de la manera más cordial que pude. 
—Muchas gracias, pero por el momento...— mire hacía el patio buscando alguna escapatoria —Me gustaría hacer algo de jardinería, ¿Me prestaría su jardín, señora Lee?
 Ambas señoras me miraron algo confundidas, pero al final la señora Lee no me negó el acceso a su jardín.

Observe como ambas amigas se arreglaban para salir a las calurosas calles de Australia y poco después, la casa quedó en silencio absoluto. Miré con desdén la puerta de cristal del jardín y poco después me puse de pie, dispuesta a caminar y salir al exterior del patio con todo lo necesario para hacer "jardinería". Las flores de la señora Lee no eran las mejores, pero tampoco andaban nada mal, por lo tanto, temí arruinar sus flores por no saber lo que estaba a punto de iniciar. Observé el jardín por unos instantes, pensando en todas las posibles cosas que podrían pasar si hacía algo mal...

 —Mejor solo voy a regarlas — musite nerviosa mientras buscaba la manguera para comenzar mi única labor del día.

Narrated by Felix •

—Deberíamos ir a la piscina en estos días, uno de mis propósitos en este verano es conseguir un bronceado perfecto para cuando entremos a la escuela— dijo Matt cuando caminábamos por el pasillo principal de la casa hasta llegar a la cocina. Solté una risa absurda ante su comentario mientras abría el refrigerador.
—Tu casa anda muy sola el día de hoy— habló Thomas mientras divagaba en la cocina con la mirada.
—Seguramente salieron— respondí sin mucha importancia, tomando tres latas de Coca-cola, pasandole una a cada chico. —¿Qué quier...- 

 —¡Diablos! ¿Y esa quién es?— preguntó el castaño, interrumpiéndome por su curiosidad al observar hacía el patio, por la ventana que estaba frente a la encimera, Thomas y yo nos hemos acercado con rapidez para ver lo que Matt observaba.
—Ah, es Marcie, la chica de la que les hable durante la escuela.
La seguí con la mirada por unos segundos, observando sus pasos torpes y las muecas de disgusto que hacía inconscientemente.
—Pues sea lo que sea que esté haciendo, está matando las hermosas flores de tu madre— respondió Thomas con voz entretenida, observando como la castaña se peleaba por controlar la presión con la que salía el agua de la manguera.

—Ni siquiera se ha dado cuenta de que está parada en un charco de lodo— dijo Matt haciendo que Thomas y yo notáramos aquel pequeño detalle justo debajo de sus pies.
—Es linda, ¿Cuántos años tiene?
—Si mal no recuerdo tiene quince— le respondí mientras me rascaba la nuca.
—Pues mi segundo propósito en estas vacaciones es tener un amor de verano— musitó Matt con una sonrisa mientras volvía a enfocar la mirada en Marcie.
—¿Qué no tu propósito era tener un bronceado perfecto?— le cuestionó Thomas, volteando hacia Matt para verlo con una ceja enarcada.
—Ese es el primero. bobo— se quejó Matt.
—Pues adelante, te la presento si quieres— le respondí caminando en dirección a la puerta que daba hacia el patio trasero para ir con ella, mientras Matt y Thomas seguían mis pasos por detrás.

La castaña había tardado unos segundos en visualizarnos, pero una vez que cerramos la puerta tras haber salido su mirada se encontró directamente con la mía.
—Apuesto a que se resbala con el charco— murmuró Matt con algo de diversión en su voz.


Summer Nights || Lee Felix || Stray Kids ¡Publicado En Físico!Where stories live. Discover now