The Midnight Chronicles Trilogy

Prólogo

Selene solo sonrió y sus ojos fueron de nuevo al horizonte mientras Nimeon en su infinita sabiduría tomaba una decisión importante.

—Ve mi pequeña—le dijo llamando su atención—. Ve por tus hermanos y diles que debo hablarles. En el momento en que todos estén sobre esta colina finalmente te bendeciré a ti y a Helios con un poder. Una responsabilidad.

—¡Ahora mismo padre! —dijo Selene entusiasta mientras se ponía de pie y después de sonreír a su padre corría colina abajo entre risas y con su hermoso canto mientras los animales entre ellos pájaros y especies que no habían sido nombradas la seguían y Nimeon sonreía desde lo alto de la colina.

~*~

—Mis queridos hijos—dijo Nimeon dos horas después frente a sus cinco hijos. Tres de ellos con los ojos puestos en sus responsabilidades y discutiendo de sus "malas decisiones" y otros dos con los ojos fijos en él—. La sabiduría ha descendido a mí para finalmente darle a cada uno de ustedes una responsabilidad.

Esas palabras bastaron para que los tres mayores pusieran atención a su padre.

—He meditado mientras ustedes acudían a mi llamado y lo he visto claro. Gaia nos ha dado esa luz que proviene de la tierra, pero en su creación ha lastimado a su propia naturaleza.

Artemisa sonrió con suficiencia a su hermana.

—Se lo he dicho, padre—interrumpió Artemisa—. Seré yo la que encuentre una solución buscando entre mis seres vivos quién pueda proveer de luz.

—Ningún ser vivo podrá dar más luz que la propia tierra de la que ellos viven—empezó Gaia—. No critiques aquello de lo que tu reino se alimenta.

—Esto es absurdo—fue esta vez Neptuno sin observar a ninguna de sus hermanas—. No tiene caso discutir más sobre esto.

—Tú jamás estás en tierra—se defendió Gaia—. Vives en el agua así que creo que esto solo nos concierne a Artemisa y a mí.

—Pero tu tierra y los seres de Artemisa se nutren de mi agua—se defendió Neptuno—. Por lo tanto puedo opinar que su discusión no tiene razón de ser.

—¡Basta! —dijo Nimeon y los tres guardaron silencio—. Esta reunión no se trata de ustedes tres. Se trata de sus dos hermanos—sonrió a sus hijos—. Helios, Selene por favor vengan y párense uno a cada lado de mí.

Sus hijos hicieron lo que su padre les pidió poniéndose frente a frente a sus hermanos.

—La sabiduría ha llegado a mí, hijos míos—Nimeon puso una mano sobre el hombro de Selene y Helios—. El tiempo me ha revelado lo que pasará en un futuro. Las aguas serán un gran recurso—vio a Neptuno—. La tierra se volverá prospera, aunque existirán seres que quieran verla destruida—se enfocó en Gaia al decir eso—, y los seres vivos van a multiplicarse. Una especie tras otra poblando el mundo que dirigirán con valentía. Pero solo se llevará a cabo bajo la supervisión de mis dos astros—los tres mayores vieron a su padre sin entender—. He decidido dar a Helios y Selene la potestad sobre la luz. Se creará el día y la noche.

—¡¿El día y la noche?! —exclamó Neptuno alterado—. ¿Y que significa que ellos tendrán potestad sobre la luz? La luz es la que nos ayuda a ver, a crear.

—Helios será el astro rey, el sol. Aquel que vaga por el día dándole luz a aquellos que lo vivan y Selene será la luna, apacible, hermosa y que con su dulce arrullo provee descanso. Trabajaran juntos para lograr un equilibrio entre la luz y lo que llamaremos tinieblas esa oscuridad que llevará al descanso.

—¡Eso es absurdo! —exclamó Artemisa—. No necesitamos dos astros. Que Helio sea la luz, pero Selene no puede ser lo que llamas luna, padre. No es necesaria una luna que le provea oscuridad a nuestros reinos.

—La luna no será la que proveerá oscuridad, Artemisa—negó Nimeon—. Selene será la luz en las tinieblas. El poder redentor, la paz y la pureza y será ella la que posea el poder y la magia que habita en mí. Todo mi poder será para mi luna.

Los mayores abrieron sus ojos sorprendidos mientras Helios sonreía a su hermana orgulloso.

—¡Padre! —intervino de nuevo Neptuno.

—He decidido que ese poder sea entregado a Selene porque es la única entre ustedes que no se preocupó por ella misma sino por los demás. Su corazón es puro, sin maldad, sin mancha.

—¡Ese poder le pertenece a Gaia! —esta vez fue Artemisa—. Es la mayor entre nosotros.

—Ese poder me pertenece, por lo tanto, yo soy el que decide al portador—su padre vio a Selene fijamente y en sus manos apareció un collar brillante que puso en el cuello de la pequeña Selene que lo tocó provocando un enorme brillo que fue casi cegador para sus hermanos—. Un gran poder para un alma pura que sepa usarlo con justicia. Un alma que me hizo ver el error de lastimar lo que nos ayuda como la tierra al proveer luz, o el sacrificio de un ser vivo para un fin tan egoísta—sus ojos fueron a sus dos hijas—, o el desentendimiento de otras obligaciones por los viajes—fue a Neptuno—, y para evitar conflictos mis astros trabajaran juntos. Helios ayudará a Selene a brillar ya que ella no tendrá luz propia porque su poder será grande, pero no por eso podrá hacer todo sola. Sabrá que debe trabajar con los demás para crear y llevar la paz a todo. La luna será un reflejo de la luz del sol en una parte de lo que nos rodea y luego cambiarán de posición para llenar de luz y de paz todo el cosmos. Por los siglos de los siglos teniendo potestad sobre lo que los rodea.

—¡No lo acepto, padre! —dijo Neptuno pero su padre lo vio severamente.

—Escrito quedará, Neptuno—continuo Nimeon—. Para que el corazón de Selene se mantenga puro y sin deseo de poder desmedido el poder será divido en veintiocho cambios entre la luna y el sol. Empezará como un astro pequeño y su poder irá creciendo hasta que cuando llegue a estar completa su poder sea expandido, mayor y único sobre lo que la rodea. El sol y la luna tendrán un poder compartido que hará grandes cosas por este nuevo mundo que será creado. Y escrito quedará que este día fue otorgado el poder del sol, y el máximo poder de la luna. La luna justa y perfecta. La luna pura y sin mancha. La creadora de la vida.

Los ojos de Nimeon brillaron ante su decisión.

—Selene—le acarició el largo cabello—. Mi Diosa Luna. 

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¡Y ASÍ SE CREÓ LA DIOSA LUNA!

GRACIAS POR LA PACIENCIA Y NOS LEEMOS PRONTO CON EL PRIMER CAPÍTULO.

ESTE LIBRO ES EL QUE SUFRIRÁ ALGUNOS CAMBIOS, ESPERO QUE ME TENGAN PACIENCIA CON LAS ACTUALIZACIONES.