LOVERWOLF [YOONMIN]

Capítulo once: Surprais [FINAL part. 02]

[N/A: Siento que éste capítulo me salió súper raro y chiquito... no raro de "raro", sino raro de que no es lo que usualmente escribo por aquí (en la historia) Se me salió lo dulce :/ . Serán pequeños recortes de episodios del embarazo de Minimí (Jimin jeje). Espero que lo disfruten y disculpen ausentarme mucho tiempo (porque fue mucho, no?) je]

[Narrador omnisciente]

—Creo que nuestro cachorro tiene ganas de lanzarse un gas —expresó Jimin tocándose la barriguita de cuatro meses con sus dedos rechonchos. Sí de por sí ya los tenía algo rellenitos, con el embarazo cogieron más fibra—. ¿Qué opinas, Yoongi? —giró su cabeza con la boca torcida y el ceño semi fruncido.

El alfa lo miró con diversión desde
atrás. Su pecho cálido contra la espalda de su chico.

—¿Es el niño o sólo eres tú, pequeño cochino? —dijo apretándole con cariño el puente de la nariz a Jimin. El omega se quejó y manoteó la mano enorme del alfa.

—Déjame... a nuestro hijo no le gusta esa palabra. No ves cómo pa... te... a...

—...

Ambos abrieron sus ojos enormemente por la connotación e inmediatamente Jimin estaba recostado entre almohadas y con un Yoongi ansioso casi sobre él, sobándole el bultito

—¡Yoongi, patea! ¡Minyoon está pateando! Dame —Jimin coge las manos de Yoongi bruscamente y las pone donde siente las pataditas.

Los ojos del alfa se ensanchan y se llenan de brillo.

—¿Ese es mi cachorro? N-nuestro... —murmura con un hilo de voz.

La sorpresiva actividad del bebé
dentro de la barriguita de Jimin le llega como un disparo al corazón al alfa peli negro; la sensación es placentera, cálida, muy shockeante. Jamás se lo habrían esperado estando apenas a los comienzos del cuarto mes.

El tacto en la barriguita hinchada lo sintió Jimin muy suave. Las hormonas hicieron su jugada y ya a los segundos sus ojos ya estaban empapados de la pura felicidad.

—Lo es.. lo es, Yoongi, nuestro bebito —murmuró de vuelta, buscando los labios de su alfa para reclamar un beso, su cariño.

--♡--

—¡Mghh...! Y-Yonnie.

El omega estaba sudado, rojo y jadeante, sentado de espaldas al cuerpo del alfa. Yoongi estaba a su altura, su pecho acunando el cuerpo del otro con posesividad mientras lo penetra lentamente. En ningún momento las manos de Yoongi abandonan el bajo vientre del omega, protegiéndolo instintivamente, a él y a su cachorro.

La entrada del omega está resbalosa
y la polla de Yoongi se desliza dentro y fuera con facilidad. Gruñe y se inclina hacia el cuello de Jimin, lo olfatea y pasa su lengua áspera por él, marcándolo con su olor.

Se acercan, ambos, juntos y las penetraciones se vuelven certeras, mucho más rápidas.

—Ah, dame una ayudita, Jimin, estás pesado.

Quizás no debió decir eso, y menos en un momento como ese.

..