Capítulo 1

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Sabía que lo que acababa de suceder era un error. Lo sentía en cada parte de su cuerpo desnudo, expuesto, que entre las sábanas temblaba todavía con las caricias que ya se habían consumado hacía algunos minutos. Respiró profundamente, sin abrir los ojos, mientras la latina permanecía en silencio a su lado. No les había bastado con dejar que la pasión se consumiera sobre el sofá que adornaba la sala; en cuanto tuvieron algo de fuerza, siguieron besándose sin importar que cada movimiento de su boca fuera aumentando el dolor para cuando tuvieran que parar y se dirigieron hasta la habitación de invitados. Lauren sabía que no quería estar con Camila en la misma cama que Lucy había dormido con ella durante los últimos años, y Camila era consciente también de que no deseaba aquello, pues sería aún más doloroso. Decidió no moverse de aquella posición en la que le daba la espalda a la latina, y dejar sus ojos verdes completamente cerrados, su respiración pausada y la delicadeza de pretender que se encontraba en un profundo sueño.

Camila parecía estar de acuerdo con aquello. Se levantó tratando de no hacer ruido. No necesitaba decir las cosas que sentía, y no necesitaba que la de ojos verdes le hablara de como ella no podía corresponderle. Con cautela, caminó hasta la puerta, la abrió cuidadosamente y salió de la habitación, sintiendo las lágrimas cayendo por su rostro. Eran silenciosas porque lo que menos quería era hacer notar lo débil que se volvía por ella. Era agua cuando Lauren la tocaba. Era completamente un desastre. Desde aquella mañana en que la de ojos verdes se había ido, Camila se había prometido que nunca más estaría con ella, que no la perdonaría, que no desearía su cuerpo. Pero si había algo aprendido después de tanto tiempo era que la mayoría de las promesas se rompen. Caminó rápidamente hasta la sala y recogió su ropa, vistiéndose con prisa. Necesitaba salir de ahí, desintoxicarse, sentir que valía la pena, que no era una persona infiel que acababa de entregar su cuerpo y su alma entera a la mujer que más quería, en lugar de guardarle algo de respeto al hombre que la esperaba en casa, cuidando a sus hijos. Luego recordó que aquel hombre le debía una explicación, que algo no estaba bien y que no podía hacer como si nada estuviera sucediendo... Pero de aquello se preocuparía después. En ese momento sólo le preocupaba sobrevivir al huracán que Lauren representaba en su vida, reparar los daños que causaban aquellas expertas caricias y comenzar de nuevo su proceso de abstinencia.

Una vez que estuvo completamente vestida, salió casi corriendo del apartamento y tras descender hasta la planta baja de aquel edificio, llegó hasta una avenida y abordó un taxi al que le indicó la dirección de aquella casa en la que se crio y vivió tantos años. Su padre la esperaba con un semblante triste y que le decía que a pesar de que ya no era la pareja de Sinu, le tenía respeto por haber compartido tantos años de su vida con ella. Camila lo abrazó fuertemente. No lo había perdonado del todo por estar siempre "presente, pero ausente". No lo había perdonado por dejar que Sinuhé manipulara a su antojo la vida de ambos. No lo había perdonado por no decirle palabra alguna cuando se enteraron de la muerte de Ariana, pero sabía que, tristemente, lo que la vida no une, lo hace la muerte. Ella había perdido a quien le dio la vida, y él a quien compartió la suya. En ese momento ya no importaban los errores, o las decepciones, y la latina lo supo con el alivio en su pecho cuando los brazos fuertes de Alejandro la rodearon.

Tras reponerse un poco, buscó su teléfono celular para enviar un mensaje a Fabianno, pero en el momento en que planeaba sacarlo de su bolsa, llegaron unas personas del servicio funerario que habían contratado, quienes se disponían a preparar todos los detalles para la pequeña ceremonia que harían en el jardín.

Al llegar a aquel sitio de la casa, se sentó en una pequeña banca que siempre le había gustado, desde que era niña. Sintió el golpe de realidad que en ese momento le impactaba con todo. Nunca más vería a su madre, por mucho que quisiera hacerlo. Era verdad que las cosas entre ellas nunca habían sido fáciles, que desde niña tenía recuerdos que no eran precisamente buenos, y que en su vida adulta las cosas no mejoraron, pero al final del día, Sinuhé le había dado la vida, educación, modales y una extraña manera de quererla. Nunca volvería a verla, y aquello dolía, a pesar de todos los sentimientos que tenía al estar cerca de ella, a pesar de lo nociva que siempre era su opinión. Había perdido a su mamá y desde ese momento estaba incompleta.

Destino (Segunda Parte "Sin Barreras")Where stories live. Discover now