Notaba que la mirada de Camila era más dura y fría que cualquier otro día. Relataba tranquilamente la historia de cómo Fabianno no había podido ocultarle la forma en que llegó a ella, incluyendo el dato del dinero que Sinu le había ofrecido, la forma en que llegó a verla y cómo se había enamorado de ella sin querer hacerlo.
Camila hubiera estado mintiendo al decir que aquello no le dolía, porque claro que lo hacía. Pero también parecía tomarse las cosas con calma y ver todo como una liberación "forzada" que tenía la oportunidad de aprovechar de la mejor forma posible.
Lauren esperó por un momento a que las lágrimas cayeran por el rostro de la latina, pero eso no sucedió. Su voz no era tan firme, pero adquirió seguridad en el momento en el que terminó su historia.
La de ojos verdes no podía creer que las cosas hubieran sucedido tan rápido. Fabianno había accedido, después de varias súplicas y exigencias, a darle el divorcio a su amiga, haciendo incluso más rápidos los trámites. Sabía, por las palabras de la propia Camila, que el ahora exmarido de la latina había agotado hasta el último recurso para que reconsiderara la situación, pero ambos eran perfectamente conscientes de la determinación con que Camila había tomado la decisión de separarse de él y sabían que estaba fundamentada.
Lauren no dejaba de sentir culpa por aquello, sabiendo lo que había hecho y la parte en la que ella estaba directamente involucrada. Pero no era momento de lamentarse, sino de ser un apoyo. Esperaba que Camila estuviera destrozada, pero no fue de esa forma; parecía estar tranquila y más fuerte que nunca, y aquello era realmente bueno, para su conciencia y por la situación general. Además, el "lo-que-sea" que estaba sucediendo con Tessa le daba una idea de cómo la latina trataba de llevar las cosas en ese momento. Ya no había encontrado resignación saliendo con algún hombre, sino que estaba explorando sus opciones con chicas, y si eso le hacía bien, a Lauren también. Porque era su amiga. Porque era lo mínimo que podía desear para ella después del caos en el que se metieron.
Sin embargo, sabía que tenía que tocar un tema sensible. No tenía idea de cómo, pero debía disculparse con Camila y aquel era un buen momento, mientras lucía serena y miraba desde lejos a Karla, quien arreglaba los últimos detalles antes de comenzar su partido.
- Camila...- dijo luego de que la latina terminara todo con un "Y así es como estoy divorciada por segunda vez..." dicho con ironía, pero sin tristeza o amargura. – Quiero que sepas que lo siento mucho...- aseguró.
- ¿Por qué?...- preguntó genuinamente.
- Porque estoy consciente de lo mucho que me equivoqué contigo. Nunca tuve oportunidad de...
- Esto no es por ti, Lauren, tranquila- la interrumpió, sinceramente.
- Y no creo que lo sea- aseguró.- Es sólo que yo sabía esto que me estás diciendo... Lo sabía y no fui capaz de decirte algo al respecto con la idea de no lastimarte...- aseguró. Camila rio ante esto.
- Creo que tengo un tipo...- dijo con sarcasmo. – Fabianno no me lo dijo por no hacerme daño, y tú pensaste exactamente igual...- explicó ante la cara de confusión de Lauren, quien al finalizar estas palabras, entendió por fin a qué se refería la latina.
- Camila...
- Tú eres la que tiene que disculparme. Fui yo quien desde un inicio complicó las cosas, y lo cierto es que siempre pedí cosas que simplemente no podías darme, cosas que siempre me advertiste que no eran para mí, cosas que no podría tener simplemente por el hecho de que estoy acompañada por tres hijos, y cargo dos divorcios. Yo sólo quiero que sepas que no me compadezco de mí misma, así que por favor tú no lo hagas. Pasó lo que tenía que pasar, sin intervenir en ello ni precipitarnos, así que tienes que considerar tus deudas cubiertas- aseguró, sonriendo sin problema. Lauren la miró, casi tímidamente.