20. Por ti

2K 319 92
                                    

Nada de lo que pasó antes se podría comparar a todo lo que vino después. No estaba realmente vivo hasta que me miró por primera vez.
(T.J.Klune)

* * *

POV ALEC

Mi mano, siempre firme con los lápices, precisa con cada línea de mis retratos, tiembla mientras sostengo el arma.

No me gustan las armas, yo no soy como Izzy y Jace. Es por eso que mientras que ellos llevan las investigaciones, yo sólo hago los retratos hablados y a veces acompaño a Jace a interrogatorios.

Yo prefiero evitar escenas como ésta. Pero, justo ahora, me alegro de estar aquí. Y, aunque mi mano tiemble de este modo y mi corazón lata como loco, sé que si tuviera que disparar lo haría sin dudar y sin fallar.

Por Magnus.

Han sido sólo unos días, pero me han bastado para saber que Magnus es la persona que yo esperé toda mi vida y por él haría cualquier cosa. Él es quien llegó a cambiarlo todo. A cambiarme.

POV MAGNUS

Siento mi corazón latir tan rápido y mis manos tiemblan, así que las llevo a mi regazo, bajo la mesa, esperando que no lo noté. No quiero parecer asustado frente a mi abogado que ahora es posiblemente cómplice de la persona que me acusó falsamente de asesinato.

"¿Me llamaste, Magnus?" había preguntado cuando llegó. Pregunta tonta, obviamente le llamé.

Y no sé por qué nos citamos aquí. En todo el rato que llevamos han entrado sólo dos personas. Un hombre que parecía ebrio y una chica que se sentó en una mesa frente a la nuestra.

Y me recuerda a alguien...

-¿Magnus? -Ralf me hace dejar de mirarla-. Llevamos ya un rato aquí y sé que soy tu abogado y eres dueño de mi tiempo, pero quisiera ir a dormir...bueno a la cama. Tú entiendes -me guiña y un escalofrío me recorre.

No sé por qué ahora todo en él me parece falso y peligroso.

-¿Tienes pareja, Ralf? -pregunto, intentando sonar desinteresado y sorprendido-. No sabía.

-Estoy enamorado, Magnus. Cuando te enamores sabrás lo que uno es capaz de hacer por amor... Aunque, ¿qué te digo a ti?, el hombre inalcanzable para todos, ¿cierto?

Intento sonreír. -¿Inalcanzable? ¿Quién dice eso?

Su mirada se vuelve más fría un momento, aunque después él también sonríe. -¿Quién no lo diría? Un actor de tu tipo, soltero por tanto tiempo...deseado por tantas y tantos y ninguno te atrapa...

-El amor no se hizo para todos -digo, restándole importancia con un movimiento de mi mano.

Lo que sea que fuera a decir se interrumpe cuando la chica de la mesa contigua empieza a toser.

-¿Decías algo? -le pregunto, intentando volver a lo nuestro.

-Nada. Entonces, ¿por qué llamabas?

-Quería saber cómo va la investigación y mi defensa. Tal vez debí esperar. Lo siento, me pone nervioso esto. ¿Sabes quién es la testigo?

Es tan buen actor que su rostro no muestra nada. Me siento incómodamente identificado con él por eso.

Asiente y me dice su nombre. -Camille Belcourt... ¿Te suena de algo?

-No. ¿Debería?

Se encoge de hombros.

-¿Has hablado con ella?

-No creo que sea buena idea que tu abogado hable con ella. A menos que los llamaran a ambos y tengamos que enfrentarla.

-Claro. Entonces, ¿cómo vamos a demostrar que miente?

-Demostrando tu inocencia su mentira caerá -dice como si fuera obvio-. Estoy trabajando en eso, buscando más sospechosos, investigando al tal Imasu. Posibles enemigos, etcétera. Si me dijeras más de tus coartadas...

Lo interrumpo. -Sigue investigando, Ralf. Siento haberte molestado tan tarde para nada.

-No hay problema. Seguimos en contacto. Y tranquilo, vamos a hundir al que lo merece -y su sonrisa me dice que no es precisamente Camille.

Sólo asiento y me quedo mirándolo alejarse del local.

Sin darme cuenta, terminan un par de ojos azules en mi mente. Mi corazón se calma. Siento mi expresión suavizarse y unas ganas incontrolables de verlo, pasar mis manos por su cuerpo, abrazarlo, que me bese tan suave como él sabe, sus caricias delicadas y casi imperceptibles...

No veo en que momento sucede hasta que ella habla, ya frente a mí. -¿Por qué no le dijiste que ya lo sabes?

Parpadeo de vuelta a la realidad. -¿Perdón? ¿Tú quién eres y de qué hablas?

-Soy tu ángel guardián -dice con una sonrisa.

La campana de la puerta suena cuando alguien entra. Es su voz lo primero que me llega. -¡Isabelle!

Suena molesto. Y todo miedo se va al verlo, al ponerme de pie como en automático e ir a abrazarlo. Su expresión se suaviza cuando me rodea con un brazo y acaricia mi rostro. -No vuelvas a hacer algo así, Magnus.






CONTINUARÁ...

El rostro del asesino (Malec)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora