—Hey, ¿qué tal v... —Su voz alterada y dificultosa me corta.

—¡Derek, nos han atacado!

—¿A qué te refieres? ¿¡Qué pasó?! —Y de pronto una opresión en mi costado me hace rugir.

—¡No lo sé, simplemente íbamos de regreso para su casa, y los demonios que nos atacaron en el bosque hace unos meses lo hicieron de nuevo! Aprovecharon que estábamos más solos, y fueron demasiados, y Stiles... —Cuando rompe a llorar el pecho se me oprime, los chicos ya se han reunido a mi alrededor y me preguntan alterados que pasa.

—¿¡QUÉ PASÓ CON ÉL?! —Mi grito los altera y siento como el dolor en mi costado me dificulta la respiración.

—Está muy herido, y no sana, Derek, no lo hace, y se supone que debería hacerlo ya que su unión está completa —Habla entre sollozos y sin detenerme a pensar, tomo las llaves de mi auto con las manos temblorosas.

—¿En dónde están? —Los chicos me siguen y dejan todo lo que estaban haciendo.

—¡No lo sé! Estamos en mitad de un campo cerca a la carretera. Apúrate, Derek, por favor, Stiles te necesita —Las lágrimas ya están esparcidas por toda mi cara, pero es lo último que me importa en estos momentos.

—Ya voy hacia allá, cuídalo como puedas, por favor —La voz se me quiebra al final, y me apoyo contra una de las columnas del porche de entrada de la casa de Stiles.

—¿¡Qué ha pasado, Derek?! —Me pregunta Lydia poniéndome las manos en los hombros.

—Han tenido un accidente de regreso, los han atacado, Stiles ... —Y me rompo en la escalas de entrada. El pecho se me oprime con dolor. No, mi amor, no, por favor. Sabía que los errores de mis padres caerían sobre mis hombros, pero nunca creí que fuera a ser a quien más amo.

—Vámonos, te seguiremos —Dice Jackson. Todos se dirigen a sus coches. Lydia y Allison se van en mi auto. Conduzco y las manos me tiemblan mucho, la vista es un poco borrosa por las lágrimas, pero no puedo parar. No puedo, él nunca me ha dejado, y yo jamás lo dejaré.

La carretera se me hace infinita, y por mi cabeza solo pasan imágenes de como en mi de lobo mato a todas esas mierdas desgarrándolas, partiendo sus cuellos, quebrajando hueso por hueso de sus putrefactos huesos, y hallo un poco de consuelo en eso.

—¡Allí! —Grita Lydia señalando hacia nuestra derecha, vemos el auto y eso solo me hacen tener más ira. Su auto, su preciado auto, por el que trabajó tanto tiempo. Las lágrimas me bajan pesadas y calientes.

No me fijo en como estaciono el auto, y al igual que yo, ellas dos se tiran del auto apenas apago el motor. Corro como si no hubiera un mañana y lo que veo es lo que me hace rugir mientras siento como la sangre me estalla por el enojo. Scott tiene a Stiles entre las piernas mientras que con trapo presiona su costado, justo en donde me duele a mí. Están cubiertos de sangre, Scott parece muy lastimado, y Stiles ... Stiles no abre los ojos y su respiración es muy superficial, apenas si se siente.

—No, mi amor, no —Alcanzo a decir, lo cojo en mis brazos y su cuerpo se siente tibio, tiene los labios pálidos y parece demasiado mal. ¡No, mierda, no! No otra vez, no puedo perderlo, no puedo. No puedo. Apoyo mi cara contra su cuello y lloro no se por cuanto tiempo. Quito el trapo de su costado y su herida solo me hace enojar más. Juro que mataré a cada una de esas cosas, de manera inimaginables —Deaton —Alcanzo a pensar, cuando veo que Lydia saca su teléfono casi al segundo. Todos ellos están a nuestro alrededor mientras unos lloran y se abrazan, otros hablan por sus teléfonos con las caras descompuestas por la tristeza.

—Vamos, nos está esperando —Me dice Lydia, me levanto y le lanzo la las llaves sin dejar de tener su cuerpo. Es lo más preciado que tengo, y si lo pierdo, no aguantaré su partida. Si muere, elegiré también la muerte con él.

Aquello Que Siempre Quise ©Where stories live. Discover now