Capítulo 19

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Jane Granger detuvo su taza de té a solo centímetros de su boca mientras miraba sorprendida a su amiga Narcissa Malfoy, quien removía tranquilamente su respectiva taza como si no hubiese dicho nada relevante.

—¿Margareth fue quien planeó ese espectáculo mediático? —La castaña dejó el fino recipiente de porcelana en la cristalina mesita—. ¿Esa cara de estreñida se atrevió a difamar a mi hija? —gruñó entre dientes.

—Como escuchaste, Jane —confirmó Narcissa después de darle un sorbo a su infusión—. Ella y su hija le pagaron a Skeeter para que publicara toda esa sarta de mentiras sobre Hermione. De hecho, tengo entendido de que también le pagaron las multas dictaminadas por el juez a esa pajarraca.

—¡Esa maldita bruja...! —espetó la señora Granger aun impactada por la noticia. Sabía que aquella arrogante mujer quería emparejar, desde hace muchos años, a Draco con su hija. También era de su conocimiento de que aún tenía esas aspiraciones, pero jamás pensó que pudiera ser capaz de llegar a esos extremos—. Pero esto no se va a quedar así. Nadie le hace daño a mi familia y sale indemne.

La rubia se acercó a su amiga y la tomó de ambas manos—. Sé que tienes todo el derecho de hacer justicia por tu propia mano, comprendo que quieras hacerle pagar este agravio, a fin de cuentas Hermione es como una hija para mí. Pero, querida, quisiera pedirte que dejaras este asunto en mis manos.

—¿En tus manos? —Jane frunció el ceño al ver a la ojiazul asentir en respuesta—. ¿Y por qué en tus manos y no las mías?

—Sencillo, querida amiga. Si inicias un ataque en su contra, esta situación se transformará en una especie de..., como decirlo... —Narcissa pensó por unos segundos—. Ah sí, una "pelea de gatas". Ella creerá que son ellas contra ustedes, como si hubiese alguna posibilidad de que Astoria lograra ser la esposa de mi hijo, cuando sabemos perfectamente que no es así. Si les das importancia, Marge creerá que acertó en su ataque y que su absurda lucha tiene sentido.

—Entonces, si yo actúo, Margareth pensará que si sigue atacando tendrá oportunidad de que Draco haga a un lado a mi hija y se quede con la suya, lo cual nos traerá más dolores de cabeza y muchos problemas para mi princesa ¿eso quieres decir?

—Exactamente. Es por eso que te pido que dejes esta situación en mis manos, conozco a Marge desde hace muchos años y sé cómo detenerla sin necesidad de llegar a otros extremos.

La morena asió nuevamente su taza y le dio un sorbo a su bebida, a fin de poner en orden sus ideas—. ¿Y qué harás para detenerla?

—Solo hablaré con ella. —al ver que la castaña enarcaba una ceja en su dirección, procedió a explicarle—. Ya te lo dije, sé cómo tratar con ella. Por tanto, sé cómo destruir su burbuja de ilusiones de ser la suegra de mi hijo.

—Bien. —Jane suspiró resignada—. Conozco tu frío modo de interactuar así que confiaré en ti para colocarle un alto a esa... mujer. ¿Cuándo hablarás con ella?

—Esperaré que haga su movimiento primero —respondió indiferente la ojiazul mientras tomaba una galleta.

—¿Movimiento? —Jane miró inquisidora a su amiga mientras imitaba su acción—. ¿De qué movimiento hablas?

—La entrevista que nuestros hijos hicieron al The Quibbler fue un fuerte contraataque a su plan. De hecho, no dudo que ella crea que fue idea de Hermione y que engatusó a Draco para que la ayudara. Obviamente ella no se quedará de brazos cruzados y actuará en respuesta.

Jane masticó pensativa su golosina un momento—. ¿Crees que hará algo de lo que deba preocuparme?

—En absoluto —afirmó Narcissa con total seguridad—. No sé con detalle como lo hará, pero estoy segura de su paso a seguir. Y una vez que haga su movimiento, actuaré. Confía en mí, es lo mejor —culminó sirviéndose otra taza de té.

Dulce PesadillaWhere stories live. Discover now