Capítulo 12

1.8K 130 15
                                    

Hermione reía a mandíbula abierta mientras miraba entretenida una película de comedia. Al fin estaba como quería estar: tranquila, descansando y disfrutando de su sábado, comiendo comida chatarra y observando un maratón de películas variadas. Era lo mínimo que merecía después de la desastrosa semana que había tenido y de la cual quería olvidarse. Y es que, después de lo ocurrido en el penthouse de su "muy querido" prometido, y su repentina depresión, su semana no fue a mejor.

Uno de los negocios recién adquiridos sufrió una inesperada pérdida financiera, lo cual la tuvo muy atareada y estresada; y no bastando con eso, su madrina decidió abordarla para, inesperadamente, consultarle algunas cosas de la boda. Hubiese sido la cereza del pastel que se encontrara con cierto rubio, pero por suerte, al parecer, tenía muchos compromisos en su buffet. En fin, esa terrible semana había llegado a su fin y ahora estaba en la comodidad de su cama, relajándose y dándole un poco de alegría a su vida.

En eso estaba cuando su teléfono comenzó a sonar, al ver quien era no pudo evitar rodar los ojos.

—Hola, Ginny...

—No me digas que estás tirada en tu cama, viendo películas y tragando comida basura. —al escuchar el tono acusatorio de su amiga, la castaña se la imaginó frente a la cama, diciéndole esa frase con los ojos entrecerrados y con los brazos en forma de jarras.

—Pues..., de hecho...

—Ya te dije que no me dijeras —exclamó la chica al otro lado de la línea para después escucharse un sonoro suspiro—. En fin, ya encontré nuestra diversión para el día de hoy. Bueno, mejor dicho, para la noche de hoy.

— ¿Una fiesta?

—No cualquier fiesta, querida. Es una fiesta súper-mega-híper exclusiva, hecha solo para la crème de la crème.

Hermione enarcó una ceja—. ¿Ah sí? ¿Y por qué me estás informando de una fiesta donde seguramente invitaron con anticipación?

—Porque... nos invitaron hoy.

— ¿Nos invitaron hoy? —la morena frunció el ceño—. ¿Y quién nos invitó?

—Ya te explicaré luego. Lo único que tienes que hacer es buscar algo fantástico que ponerte y estar lista cuando te pase buscando ¿entendido?

—Ginny...

—Hablamos luego. Adiós.

Hermione quedó mirando la pantalla apagada de su IPhone, desconcertada por la alegría y el nerviosismo en la voz de su amiga. No era la primera vez que salían de fiesta, ni tampoco era la primera vez que iban a una fiesta exclusiva, así que no entendía su algarabía. Suspiró sonoramente, no le quedaba de otra que esperar hasta la noche.

—Que se traerá entre manos.

............................................................................

—Estás muy contento, Blaise.

El aludido miró a su castaño amigo con una gran sonrisa antes de regresar a lo suyo—. ¿Y por qué no habría de estar contento, Theo?

—Amm no sé, será porque esta mañana derramaste tu café en tu pantalón y lo viste como si hubiese sido un gran chiste, o porque hace rato le pegaste a la pelota tan fuerte que la mandaste lejos del hoyo y tú como si nada —respondió Theo mientras esperaba su turno.

—Solo estoy relajado y disfrutando de este excelente día, es todo. —y con fuerza, nuevamente le pegó a la pelota.

Theodore y Blaise decidieron pasar su sábado en el club de golf después de una ajetreada semana de trabajo. Una actividad poco usual en ellos ya que, por lo general, practicaban algún deporte que involucrara a los tres. Sin embargo, como Draco estaba ocupado finiquitando un caso, optaron por algo más calmado.

Dulce PesadillaWhere stories live. Discover now