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Yoongi sonrió. Tenerla a ella entre sus brazos era algo que había soñado desde el principio del año escolar y jamás se imaginó que a tan solo dos meses de acabar, ella ya era practicamente suya.

Estaban a cinco pasos del borde, y si los daban, ambos caerían al vacio, dejandose llevar por el río y la corriente de viento caliente.

Inspiró profundamente, y el olor del bosque con el del champú de su chica se mezclaron, provocando un sonrojo porque su miembro se había endurecido levemente.

No sabía el porqué, pero pudo deducir que ese olor tan exiquisito que usaba su chica era un simple afrodisiaco para él.

─ ¿Yoongi? ─ preguntó ella con confunsión.

Estaba dandole la espalda, mientras toda ésta estaba apoyada en el pecho de Min. Y obviamente, pudo sentir algo levantarse en su trasero.

─ ¿Q-qué pasa? ─ preguntó con nerviosismo.

─ Eso debería preguntar yo... 

─ Tu pelo, huele bien...

─ ¿Tienes algún fetiche con el pelo, que ha provocado que eso de allí abajo se levante? ─ preguntó mientras se reía.

─ E-el o-olor, e-es exquisito.

Ella se giró, mirandolo cara a cara y aunque quería bajar su vista hasta esa zona trató de no hacerlo, y controló todo su cuerpo.

Era ahora o nunca. Tenía al chico de sus sueños ahí, con una mantas estiradas en el suelo, bajo la luz de la luna, y lo único que se escuchaba era el ruido que provocaba el río. La ocasión lo ameritva y todo indicaba que no había que ser demasiado estúpido para saber que iba a pasar entre ambos jovenes.

Se acercó a él, y envolvió el cuello de Yoongi con sus brazos. Se alzo un poco, quedando a la misma altura y dirigió su cabeza al oído de este.

─ Pues me he rociado el champú por todo el cuerpo. ¿Por qué no lo pruebas? ─ le susurró, y ahí Yoongi se descontroló.

『Agust D Is In Love』1Where stories live. Discover now