Capítulo 15

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La mañana del lunes, un día después de su pelea con Nabil, Theo tuvo un disgusto nada más salir del ascensor en el trabajo

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La mañana del lunes, un día después de su pelea con Nabil, Theo tuvo un disgusto nada más salir del ascensor en el trabajo. Un enorme ramo de rosas estaba colocado en el escritorio de su secretaria. Parecía que aunque a él acaban de llamarlo prostituto alguien era lo suficientemente adorado para recibir flores a primera hora del día. Se masajeó el puente de la nariz y se recordó que su secretaria no tenía la culpa de su desgracia.

-Buenos días Nara- le saludó cortésmente aunque aún de mal humor. No tenía una relación cercana con aquella persona, era una chica recomendada por su hermano mayor así que era eficiente pero no tenía una amistad o similar con la chica así que no tenía pensado felicitarla por el regalo ni mucho menos.

-Buenos días, señor; Disculpe, Estas flores llegaron hace un momento ¿qué debería hacer con ellas?- Theo se detuvo y rodó los ojos de mal humor.

-Son sus flores Nara, haga lo que quiera, solo despeje su escritorio- ordenó y la chica mostró un segundo de sorpresa.

-Son sus flores Nara, haga lo que quiera, solo despeje su escritorio- ordenó y la chica mostró un segundo de sorpresa

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-Señor, estas flores no son mías, las enviaron para usted- aclaró con tono precavido. Su jefe no era en absoluto un hombre feo, era uno de los hombres más apuestos que había visto en su vida, quizá el segundo o tercero, aún no se decidía pero aún así recibir flores, para un hombre, no era común. En un principio pensó que quizá venían del cuñado de su jefe, pues sabía que éste era dueño de una florería, pero descubrió que ni siquiera era de la misma florería mucho menos del cuñado. La muchacha se sentía algo precavida con aquellas flores así que no las había pasado al escritorio de su jefe sin antes preguntar.

-¿Para mí?- preguntó confundido, al ver la confusión de su jefe la secretaria se dijo que había sido correcto no llevarlas directo a su escritorio- ¿Gael me envió flores?- en su cabeza desde luego la primera opción fue su cuñado, pero no había razón para que Gael le enviara flores. ¿Quizá se había confundido con alguna cosa? – Pásalas a mi oficina y colócalas en un jarrón ¿tenían alguna tarjeta?- quizá era algún tipo de invitación. Gael no era dueño de solo una florería, era una cadena especializada en mensajes con el lenguaje de las flores. "Díselo con flores" la importante cadena de florerías desde luego podía permitirse usar un ramo tan extravagante como una invitación. De no ser porque antes de finalmente casarse se lo informarían a la familia entera, Theo podría sospechar que aquel enorme ramo adornado con pequeñas perlas y flores exóticas bien podría ser el complemento a la invitación del feliz evento.

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