Otra persona

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Llevó sus dedos a sus mejillas.

—¿Por qué estoy llorando? —susurró.

Antes de que Dylan pudiera analizar bien la situación, su celular sonó. Era un mensaje... Un mensaje de Kaya.

No puedo esperar para llegar 💕

—¿Eh? ¿Llegar a donde? —las alarmas de Dylan se encendieron de inmediato y comenzó a buscar las notas —¿Qué hiciste, Thomas?

Pero en cuanto leyó lo que Thomas dejó escrito, se dió cuenta de que si no se daba prisa, no llegaría a tiempo a su cita con Kaya. Dylan no podía creer que Thomas se atrevería a hacer algo así. Tuvo que correr para llegar justo a las 10:30 a la estación de trenes.

Empezó a buscar a Kaya entre la multitud de personas, pero no lograba encontrarla. Sin embargo, sentía que su mente en realidad no buscaba a Kaya en sí, sino que aún se cuestionaba cómo había llegado a ese punto de una cita con Kaya.

—¿Te hice esperar mucho? —se sobresaltó al escuchar la voz de Kaya a su lado.

—No, para nada, acabo de llegar —respondió rascando su nuca.

—Me alegro —le sonrío la chica.

Ahí se dió cuenta del atuendo que traía su cita. Era un hermoso conjunto negro y blanco que hacía resaltar sus ojos brillantes. Joder, ¿en serio esa chica quiere tener una cita conmigo?

Thomas jugaba un poco con su pulsera de hilos mientras pensaba en lo que debería estar haciendo Dylan en ese momento

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Thomas jugaba un poco con su pulsera de hilos mientras pensaba en lo que debería estar haciendo Dylan en ese momento. Ya debería estar por verse con Kaya, o al menos ese era el plan.

Él tenía ganas de ir a aquel encuentro, la chica le parecía una excelente amiga, una persona muy divertida. Sin embargo, resulta que irá Dylan, por lo que espera que lo disfrute por lo menos.

Se levantó y se arregló para ir a la escuela, sin embargo cuando se peinaba notó que estaba llorando frente al espejo.

—¿Por qué... estoy llorando?

Según los planes que hizo Thomas, primero irían a desayunar a un gran edificio, donde Dylan tuvo que usar su mismo cuerpo para cubrir a Kaya de tanta gente que había en el ascensor

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Según los planes que hizo Thomas, primero irían a desayunar a un gran edificio, donde Dylan tuvo que usar su mismo cuerpo para cubrir a Kaya de tanta gente que había en el ascensor. La chica lucía muy emocionada, él se moría de nervios, incluso sentía que a veces le contestaba cosas muy idiotas. Claro que como buen caballero pagaría todo.

Después fueron a un museo, donde Dylan puso la excusa de que iría al baño para intentar calmarse un poco. Juraba que se esforzaba para que la cita saliera bien, pero por algún motivo no era así. Sacó su celular para terminar de leer las notas que dejó Thomas.

Como estoy seguro de que jamás has estado en una cita, te dejaré unos consejos 😂

Luego de eso, dejó unos cuantos enlaces de notas en internet con títulos como: Qué hacer y qué no hacer en una cita.

—Se está burlando de mí —bufó.

No leyó ninguno de los malditos enlaces y mejor salió del baño para seguir adelante con la cita.

El museo era bastante grande, aunque Dylan no lograba enfocarse mucho en lo que había. Pensó que sería así todo el recorrido, hasta que llegó a una sala donde tenían una colección de fotografías en blanco y negro de zonas rurales de Japón. Ahí sus ojos se encontraron con el lago del pueblo de Thomas. La fotografía no tenía nombre del lugar, pero Dylan estaba totalmente seguro de que ahí es donde vive el rubio.

—¿Sabes? —la voz de Kaya interrumpió sus pensamientos —Hoy pareces otra persona.

Dicho esto, la chica siguió avanzando.

Dylan estaba consternado ante esas palabras, aunque intentó ocultarlo.

Para cuando salieron, ya estaba oscuro por lo que Dylan le ofreció ir a cenar.

—Creo que es mejor que cada uno vaya a casa —dijo la chica.

—Oh... —le respondió.

—Perdona si me equivoqué —los azules ojos de Kaya se posaron en los pardos ojos de Dylan —, pero yo te gustaba aunque sea un poco, ¿no?

Las mejillas de Dylan se tornaron rojas.

—¿Cómo supiste? —preguntó.

—Era un poco evidente —sonrió un poco —, pero ahora te gusta alguien más.

—¡Claro que no! —sonó más a la defensiva de lo que quería.

—¿En serio? —inquirió sonriendo y acercándose más a Dylan.

—N-no me gusta alguien más.

—Bueno —soltó una risita —, gracias por hoy.

Y entonces, la chica se fue.

El castaño soltó un suspiro para luego sacó su celular, donde las notas aún estaban abiertas.

Para cuando terminen, podrán ver el cometa en el cielo 🌃🌠🌌

—¿Cometa? Éste chico en verdad está loco —murmuró antes de buscar el contacto de Thomas para llamarlo.

Llevó el celular a su oído y esperó...

Your name (Dylmas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora