Hilos

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Dioh mío, cuidado con los spoilers alv >:v ya no vayan a decir nada respecto al lo que viene los que ya la vieron plis xdd y eso, disfruten la lectura

La habitación era la más curiosa en casa de Thomas, estaba lleno de lo que parecían telares extraños, hilos y tubos de madera para enredarlos. A Thomas le gustaba pasar tiempo ahí, lo distraía cruzar los hilos con la técnica que le enseñó su abuela.

—Yo quiero hacer lo mismo que ustedes —se quejó Sam mientras enrollaba un hilo en uno de los tubos de madera.

—Aún es muy pronto para que lo intentes —contestó su abuela, para ella los hilos eran un asunto muy serio —. Escucha la voz de los hilos. Cuando los trenzas una y otra vez así —sus manos se movieron con agilidad y elegancia mientras manipulaba los hilos adecuadamente —, comienzan a fluir sentimientos entre tú y el hilo.

—Los hilos no hablan —murmuró desganado

—Te está diciendo que te concentres —explica Thomas.

—En los hilos que tejemos hay muchos años de tradición de Itomori. —continuó su abuela —. Hace 200 años un incendio arrasó con los documentos y tradiciones que había, solo dejando lo más superficial.

—El gran incendio de Mayugoro —completó Thomas

—Todo el significado se perdió, pero aunque las palabras se fueron, la tradición debe seguir viva; por eso es tan importante el altar es tan importante para la región —soltó un suspiro pesaroso y cansado —. Y pese a todo, ese yerno mío... No tiene remedio.

En eso estaba de acuerdo Thomas, el hombre que se hace llamar su padre era el peor hombre que ha conocido, y para colmo, un político. Que situación tan horrenda.

Para personas de otros lugares podría parecerles extravagante aquella ceremonia, porque más que una danza o un ritual, era una ceremonia

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Para personas de otros lugares podría parecerles extravagante aquella ceremonia, porque más que una danza o un ritual, era una ceremonia. La música era suave y folclórica a la vez, los movimientos de Sam y Thomas iban acorde al ritmo. Los trajes eran elegantes, llevaban accesorios de oro, aunque lo que le daba más sentido a todo es la seriedad que debían mantener en su rostro serio.

Solo había una cosa que no le gustaba Thomas, que toda la gente lo viera; el problema no era el baile ni los movimientos delicados, era lo iba a hacer durante el baile. Los hilos estaban presentes en su vestimenta y en sus manos como parte de la ceremonia, aunque los dejaría de lado para lo siguiente.

Más que nada, lo hacía por su madre y su abuela.

Se hincó, desenvolvió el alimento y tomó una pequeña porción de arroz. Thomas estaba a punto de hacer el tipo de sake (es una bebida :v) más antiguo: kuchikamisake. Se mastica el arroz, se escupe y se deja fermentar naturalmente. Sí, tenía que hacerlo en público y soportar las risitas de la gente, que pese a que no lo veían escupir porque se cubría, odiaba que sus compañeros se pusieran a decir lo vergonzoso que ha de ser estar en su situación, ahí, estando en su cara.

Cuando todo terminó y pudo volver a cambiarse, estaba tan tenso que no podía creerlo.

—¿Qué importa si tus compañeros de clase te vieron? —dice Sam mientras caminan rumbo a casa.

—Para ti es fácil decirlo, eres un niño.

—Si tanto te molesta, ponte a vender kuchikamisake y te mudas a Tokio, o podrías vender más cosas y te volverías millonario.

—Realmente lo dudo —Thomas bajó rápidamente un tramo de escaleras, luego gritó: —. ¡Odio este pueblo! ¡Odio ésta vida! ¡Quiero ser un chico de Tokio en mi siguiente vida!

Su hermano lo miró confundido, pero simplemente llegó a la misma conclusión de siempre: Thomas es raro y tonto.

Your name (Dylmas)Where stories live. Discover now