Hijo de la luna (Malec Mpreg)

153. Pesadillas y recuerdos

Así nos hubieran visto, estábamos ahí sentados frente a frente. No podía faltarnos la luna, y hablábamos de todo un poco, y todo nos causaba risa como dos tontos 🎶

👆 recomendación ❤

* * *

Algunos días después, Rafa estaba dormido en su cuna, Alec estaba roncando suavemente en brazos de Magnus, balbuceando palabras que no se entendían.

Magnus pasaba sus manos suavemente por los brazos de Alec, notando como su piel se erizaba y él se acurrucaba más contra él, sus labios rozaron a Magnus en algún momento y él tuvo que cerrar fuertemente sus ojos para no demandar ese beso que tanto necesitaba, que tanto anhelaba, un beso como los de sus vidas anteriores, como los primeros besos, fuertes, duraderos, y seguros, sin dudas, sin culpas, sin miedos.

Posando una de sus manos en el vientre de Alec, sintiendo a sus hijos que habían estado moviéndose mucho en los últimos días, cerró sus ojos y se dejó vencer por el cansancio y el sueño...sólo un poquito. Cuando era la Luna, sólo la Luna, nunca se había sentido tan agotado.

* * *

-Papá -cuando sus ojos volvieron a abrirse, ahí estaba ella. La pequeña Elara, una niña de tal vez tres añitos, con sus grandes ojos dorados y piel casi traslúcida. De su mano un niño un poco más grande, su piel morena y ojos marrones.

No pasarían por hermanos nunca porque, aunque compartían algo ya que él tenía sangre de Alec, no lo eran, pero cualquiera vería en ellos el fuerte lazo que los unía, tal vez mayor que si fueran hermanos.

Sentado en el regazo de Magnus, jugueteando con sus propias manitas, estaba un niño parecido a Elara, pero con cabello oscuro y ojos de plata azulada. Le sonrió a Magnus cuando lo vio. -Papi -dijo, estirando sus manitas, su voz más dulce que la de su hermana.

"¿Valió la pena, Magnus?" la voz del sol, de Camille, llegó a romper la perfección del momento. Magnus abrazó fuerte a Max y llamó a Rafa y Elara con él. Él iba a proteger a los suyos y sólo entonces notó que alguien faltaba. ¿Y Alexander?

"¿Valió la pena estar presente?" insistía ella.

¿Presente?

* * *

Magnus despertó agitado, sólo se había adormilado un momento, ni siquiera se durmió realmente. Odiaba esos sueños, ¿y de qué hablaba Camille?

Estrechó más a Alec en sus brazos, todavía temblando por el miedo de perderlo.

Entonces los labios de Alec rozaron su cuello con un "Te amo, Magnus". Magnus se paralizó y cuando su mano tocó su vientre, lo vio. Vio el sueño de Alec.

No. No un sueño, un recuerdo. Alec estaba hablando dormido, confesando su amor a su Magnus, al primer hombre que amó, su primer te amo al que sería, sin importar qué vida, su amor. El único.

Alec estaba recordando en sueños.

CONTINUARÁ...

Les digo, por si no lo han notado, estoy actualizando un día sí y uno no, porque tengo demasiadas ocupaciones en estos días, gracias por seguir leyendo ❤