*Capitulo 19: Enfrentando a la nueva amenaza*

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-La figura luego se volvió para encontrarse con su próxima presa, mientras sus ojos oscurecidos se fijaban con la mirada temerosa de su oponente. No hubo gritos de ayuda, ni siquiera las silenciosas muecas de dolor repentino. Solo había muerte, seguida de un silencio vacío, un silencio roto solo por la voz de un mal que lo cubría todo a su paso.

-Ya hemos tenido suficiente tiempo aquí. Continúa tu búsqueda del niño de inmediato, solo su alma rota me satisfará ahora -Con eso, el hombre dejó a los dos cuerpos fríos y sin vida en el camino polvoriento detrás de él mientras caminaba en silencio en la aldea todavía despierta, mientras lleva la maldición de la oscuridad que sigue a su paso.

*En otro lugar*

-¿¡Hola, hay alguien ahi!?

-Los ecos vacíos de una voz aterrorizada sonaron en los oscuros pasillos cuando un muchacho caminó lentamente a través de las sombras. Sus temblorosas manos se encontraron en un apretado abrazo, intentando desesperadamente aliviar el repentino dolor que llenaba su corazón, así como su propio cuerpo tembloroso.

-¿Por qué estoy aquí de nuevo? -Naruto murmuró para sí mismo, mientras caminaba lentamente a través del frío laberinto que residía dentro de su corazón.

-Sabía dónde estaba y qué significaba para él, pero algo se sentía, algo que no podía entender. No hubo gruñidos  para guiar su camino, ni ninguno de los dolorosos recuerdos de sus miedos más profundos. Solo había oscuridad y silencio sin un solo rastro de esperanza o luz para guiar el camino del niño.

-¡Hola zorro! ¿Estás ahí? Si esto es un juego para ti, ¡no es divertido!  -No hubo más respuesta que los ecos vacíos que regresaron a los oídos de Naruto.

-Después de caminar por el laberinto durante lo que pareció una eternidad, Naruto finalmente se encontró tropezando con la misma habitación oscura que él sabía que tenía para mantener a su inquilino. El chico se acercó a los grandes barrotes de hierro que estaban al final del pasillo y trató de mirar dentro, buscando al monstruo que residía detrás de su bodega.

-¡Zorro!

-Todavía no había respuestas y los ojos de Naruto se perdían rápidamente en la oscuridad sin fin que se extendía más allá de la puerta sellada. Una mirada sombría comenzó a atravesarlo, escondiéndose en las sombras de sus miedos más profundos. Sus ojos oscuros comenzaron a desgarrarse en el alma vulnerable del niño, sosteniéndolo en su agarre, así como su fría promesa de dolor y sufrimiento.

-A ... alguien ...

-Las orejas de Naruto comenzaron a llenarse con los tormentosos sonidos de una risa siniestra seguida poco después por una voz que rompió su alma con toda su malicia y crueldad. Estos no eran los mismos ojos que había visto antes, estos tenían el dueño de una voz diferente a la de los Kyubi.

-Jejeje, puedo saborear tu dolor y miedo infantil flotando en el aire, ahora estás cerca. Pronto te encontraré y consumiré tu alma. No hay esperanza para ti ahora, último portador del Tenraigan ...

-Con eso, el mundo cayó en completo abismo y Naruto sintió su cuerpo quemándose en la oscuridad que lo seguía. El niño trató de gritar pidiendo ayuda, pero no salió ningún sonido de su boca. Solo hubo silencio y con él, un vacío que abrazo lentamente su cuerpo

-¡Aaaaaaah!

-Naruto salió disparado de la reconfortante calidez de su cama, jadeando desesperadamente por aire para aliviar sus ardientes pulmones. El corazón del niño corría de miedo y su piel aún hormigueaba con el toque cruel de la oscuridad.

*Naruto, Yami no Kitsune*Onde as histórias ganham vida. Descobre agora