-¿en verdad creyeron que podrían irse así nada más?- dijo el rubio con veneno en cada palabra.
Ford intentaba desesperadamente hacer andar el auto nuevamente, pero éste simplemente no respondía.
-ni siquiera lo pienses Seis Dedos... Ese auto no va a encender.
Bill comenzó a analizar a cada una de las personas dentro del auto, lo miraban desafiantes, con el ceño fruncido... con miedo.
Todos lo miraban de alguna manera... Excepto una persona.

Su Pino no lo miraba... Tenía la cabeza agachada. Por lo que no podía verle el rostro.
Lentamente levantó una mano, y con un simple movimiento de su dedo hizo que ambas puertas traseras se abrieran bruscamente.
-¿¡pero qué...!?
-¿en verdad creyeron que podrían escapar así de fácil de mi?- preguntó el rubio entrecerrando los ojos- ¿que podrían llevarse lejos a mi Pino?

Rápidamente los apuntó con su brazo, provocando que unas llamas azules rodearan a Dipper, haciendo que éste se elevara y comenzara a salir del auto.
-¡NO!- gritó Mabel, intentando agarrar a su hermano, pero se quemó apenas sus manos tocaron el extraño fuego que lo rodeaba, soltándolo involuntariamente.
Inmediatamente intentó agarrarlo de nuevo, sin importarle quemarse, sin embargo, no pudo... No podía moverse, y por más que lo intentara, su cuerpo simplemente no le respondía. Miró a los demás que, al parecer, se encontraban en la misma situación que ella.
De nuevo, no podía hacer más que ver cómo le arrebataban a su hermano.

Bill guiaba el cuerpo de Dipper con su dedo, llevándolo hasta él. La verdad, le sorprendía un poco el hecho de que Dipper no pudiera resistencia, o que no hablara.
Finalmente, dejó caer al castaño entre sus brazos, mirándolo seriamente.
Esperaba ver a su Pino mirándolo con odio, o quizás preocupado, a punto de rogarle que perdonara la vida de su familia. Pero estaba... Inconsciente.
Frunció el ceño, para luego mirar al anciano.

-¿qué... le hicieron?- preguntó amenazante.
Ford se limitó a mirarlo con los ojos entrecerrados, sin decir una palabra.
-¡DIME QUÉ MIERDA LE HICISTE SI NO QUIERES QUE ASESINE A TODAS LAS PERSONAS QUE ESTÁN DENTRO DEL MALDITO AUTO!- gritó enfurecido.
-¡cloroformo!- dijo Soos- ¡es sólo cloroformo!, despertará en una o dos horas.
-¿lo durmieron?- preguntó mirando nuevamente al chico que estaba entre sus brazos.
-porque seguramente algo le hiciste para que no quisiera ir con su familia.

El rubio los miraba seriamente, pero sonreía por dentro, al parecer su castaño no lo había traicionado.
- lo secuestraron... Secuestraron a mi Pino.... Bueno, en verdad espero que haya valido la pena, y que disfrutaran cada minuto junto a él en ese auto...
Porque no lo volverán a ver... Nunca.
-¿eso crees?- preguntó Ford con los ojos entrecerrados- ya llegamos un vez, podemos hacerlo de nuevo.
-¿en serio piensas que llegaron aquí por cuenta propia?- dijo el rubio con burla- lamento decirles, que si no fuera por mí, no habrían llegado ni a su "avioncito". Pero eso no va a volver a suceder, es más, ni siquiera tienen permitido volver a poner un pie en este país, y créanme, esta vez hablo en serio- luego los miró sombríamente- en verdad, no saben las ganas que tengo de asesinarlos a todos en este momento... Pero no lo haré, no por "compasión", sino porque eso pondría triste a mi Pino.

-¡suéltalo!- dijo Mabel mientras una lagrima descendía por su mejilla- por favor...
-¿en verdad creyeron que Dipper preferiría estar con ustedes?, ¿que iría corriendo a sus brazos?- los miró con asco- ¿que los elegiría a ustedes, cuando me tiene a mí?- soltó una carcajada- eso nunca va a pasar. Él es mío... Siempre lo ha sido, y no voy a permitir que nadie me lo arrebate.... Bueno... Me encantaría seguir conversando con ustedes- dirigió su mirada al castaño mientras sonreía- pero ya tenemos que irnos- luego los volvió a mirar, con una sonrisa maliciosa, que decía "les gané"- hay una boda que planear.

Sin más abrió las puertas de su vehículo y sentó a Dipper en el asiento del copiloto, para luego sentarse al volante. Por última vez, miró a aquellas personas de las cuales se aseguraría nunca volver a ver, les dedicó una sonrisa y sin más, hizo andar al auto, desapareciendo de su vista rápidamente. Dejando a los demás confundidos. Después de un rato, lograron moverse de nuevo, Mabel se puso a llorar inmediatamente, mientras Wendy intentaba consolarla. Ford estaba confundido... ¿Qué es lo acababa de suceder?, ¿acaso usó... Magia?

Mientras tanto, Bill conducía de vuelta a su mansión, de vez en cuando mirando a su castaño, sonriendo.
Había revelado su más grande secreto frente a esas personas... Pero no le importaba, seguramente nadie les creería. De todas maneras, no se arrepentía ni en lo más mínimo, había recuperado a su Pino, eso era lo importante.
Le alegraba el hecho de que su castaño no lo hubiese traicionado... Esos malditos lo habían secuestrado... Pero ya no importaba...

Se aseguraría de nunca más volviera a suceder.











Hooooola!, ¿Cómo están?, ¿les gustó el capítulo?, espero que si jejeje.

Gracias a todas las maravillosas personitas que están leyendo esto, en verdad les agradezco que usen un poco de su tiempo leyendo mi historia :3.

Como siempre agradecería que votaran y en especial que comentaran, si te gustó cierta parte del capítulo, el capítulo entero, o la historia en general, ¡házmelo saber!, ¡me encanta leer lo que opinan! <3.

Y bueno... Creo que de mi parte eso es todo...

Muchos bechos y abachos :3



¡Nos leemos luego!

You're mine.  [Billdip].      #Premiosgravity2019Where stories live. Discover now