Capítulo 14

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-entonces... ¿Damián está muerto?- preguntó el castaño.
-así es, por fin logró descansar en paz- le contestó el rubio.
-no lo entiendo... Él te dijo lo horrible que era la vida eterna, ¿por qué aceptarla?
-porque es diferente Pino, él estaba completamente solo...

Dipper y Bill se encontraban en la biblioteca, después de un día, Dipper había logrado calmarse un poco, y después de varios intentos, Bill había logrado convencerlo de hablar con él, asegurándole que respondería todas las preguntas que cruzaran por su mente.

Pero aunque el castaño había logrado calmarse después de los sucesos del día anterior, no significaba que le afectara menos, aún se sentía completamente estafado. Había aceptado quedarse con Bill toda una vida, no toda una eternidad.
Pero sabía que no le quedaba más remedio que aceptarlo, por mucho que le costara.

-¿y Adalia?
-¿qué con ella?
-¿la volviste a ver?
-por supuesto que sí, ahora vive en una linda casa en Alemania.
-ya veo...
-¿eso es todo?- preguntó el rubio sonriendo- Dios, creo que ya llevas como una hora sin dejar de hacer preguntas.
-no puedes quejarte, me lo debías- dijo el chico seriamente- lo cual no significa que te he perdonado.
-no hay nada que perdonar.
-me quitaste mi mortalidad.
-ya te lo dije Pino: es el mejor regalo que haya podido darte, sólo que aún no lo entiendes- dijo tocando la punta de la nariz del chico.
Dipper suspiró.
-todavía tengo una última pregunta...
-adelante.
-¿dónde estamos?
-en la biblioteca.
-tú sabes a lo que me refiero- contestó el castaño entrecerrando los ojos.

El mayor se le quedó mirando unos segundos, como pensando si contestar o no la pregunta del chico.
-por favor- le dijo el menor- ¿por qué no quieres decírmelo?, ¿crees que con el sólo hecho de saber nuestra ubicación podría hacer algo que... No sé, rompiera las reglas del trato?
-está bien, está bien, sólo te diré que estamos en...
Hizo una pausa dramática.
-Inglaterra.
-¿Inglaterra?
-así es- contestó el contrario sin dejar de sonreír.
-¿por qué?
-siempre me ha gustado este lugar.
-¿y...?
-ésa era la última pregunta- lo interrumpió Bill- tú mismo lo dijiste.
-pero...
-tengo que irme- le interrumpió nuevamente- aunque no lo creas, el rey del mundo tiene que trabajar- dijo guiñándole el ojo, mientras sonreía ampliamente.
Dipper bufó, pero no dijo nada.

Sin dejar de sonreír, el rubio se puso de pie, para luego marcharse, sin antes despediste de su Pino.
Le habría gustado quedarse más tiempo con él, pero tenía cosas importantes por las que preocuparse... Ya estaría con él más tarde.

Lo primero que hizo al llegar a su sala de trabajo, fue abrir su computador, e inmediatamente rastrear a la gente de la Cabaña del Misterio. Al parecer ya estaban viajando... Su plan para retrasarlos había funcionado perfectamente, por lo que no habían podido salir hasta hoy... Llegarían en tan sólo un par de horas. Por ahora, todo iba bien.

5:00 p.m

Todo iba de acuerdo al plan... Ya habían aterrizado y habían "robado" el auto de uno de sus guardias, pronto llegarían a su mansión, donde lograrían entrar sin ser vistos, pues sus guardias eran muy "despistados", aunque claro, tampoco se los pondría tan fácil, pues sería sospechoso, obviamente habría ocasiones en las que lograrían salvarse por un pelo.

Presionó algunas teclas, para enfocar otra imagen: su Pino se encontraba leyendo tranquilamente en la biblioteca. Por fin se había calmado, no podía negar que le había costado un montón hacer que el castaño hablara con él, pero al final lo logró, usando la curiosidad del chico a su favor, y, una vez que pudo hablar con él, hacer que las cosas sonaran de tal manera que lo favorecieran no fue muy difícil.
Ahora solo tenía que esperar.

5:30 p.m

Ya faltaba poco...
Estaban atravesando cuidadosamente su jardín, siempre alertas...

Habían llegado hasta la puerta principal, la cual estaba "con seguro", sin embargo, no fue muy difícil para el anciano el lograr abrirla...

Luego de asegurarse de que no había nada peligroso adentro, con un detector que Ford había fabricado (y que hasta ahora les había funcionado "maravillosamente"), entraron lo más sigilosamente posible...

Comenzaron a caminar cuidadosamente, pegados los unos a los otros, con unas extrañas armas en sus manos, probablemente querían subir las escaleras para comenzar a buscar a su Pino...

Pero antes de que llegaran a la mitad del salón, apareció frente a ellos un chico con una corona en su cabeza.



-¡hola a todos!- dijo el rubio poniendo alerta a las cuatro personas que hace poco habían entrado a su salón- veo que lograron dar con mi ubicación, eres más inteligente de lo que esperaba, ¡te felicito Seis Dedos!
-Cipher- dijo Ford apuntando al rubio con un arma- devuélveme a mi sobrino ahora.
-¿en verdad vamos a tener esa conversación de nuevo?- dijo fingiendo aburrimiento.
-por supuesto que no- contestó el anciano sonriendo de lado- no te lo volveré a pedir, esta vez vine por mi sobrino y no me iré sin él.
-ooooh, ¿vas llevarte a mi Pino?, que mal, lo estábamos pasando tan bien...
-¿dónde está?- dijo la pelirroja amenazante- ¿qué le has hecho?
-¿por qué asumes que le he hecho algo?- dijo fingiendo inocencia. Por dentro fantaseaba con asesinarla de mil maneras distintas.
-porque eres un ser que lo único que sabe es hacer daño- dijo esta vez la castaña- eres repugnante.
-eso no es lo que pensabas hace unos... ¿Cuatro años?- contestó sonriendo maliciosamente- recuerdo lo feliz que estabas después de que tu hermano aceptó salir conmigo, después de todo... Fuiste tú la que nos presentó.

Mabel desvío su mirada hacia el suelo, si poder evitar sentirse culpable.
-no es tu culpa Mabel- dijo Soos poniendo su mano en el hombro de la chica, intentando reconfortarla.
-basta de charla Cipher- dijo Ford entrecerrando los ojos mientras lo amenazaba con el arma- voy a buscar a mi sobrino, así que mejor hazte a un lado.

Bill arqueó una ceja mientras miraba el arma de Ford, luego miró al anciano. De pronto, una maliciosa sonrisa apareció en su rostro.
-¿para qué ir a buscarlo si simplemente lo puedo llamar?- dijo sin cambiar su expresión.
Las cuatro personas frente a él lo miraron con desconfianza.
-¡PINO!- gritó el rubio- ¿PODRÍAS VENIR UN MOMENTO?
Inmediatamente el silencio inundó la habitación, Bill no dejaba de sonreír, mientras los demás esperaban expectantes.

Pasaron un par de segundos, y nada pasaba, Ford comenzaba a creer que todo era una trampa, estaba a punto de hacer algo, cuando de repente una voz de escuchó a lo lejos, una voz que cada vez se hacía más cercana.
-¿¡PODRÍAS NO LLAMARME COMO
SI FUERA UN PERR...!?- el chico rápidamente cambió su expresión molesta, quedando paralizado al ver a las personas que se encontraban en el salón.
Los cuatro integrantes de la Cabaña del Misterio no podían creer lo que estaban viendo...

Dipper se encontraba de pie en las escaleras de su izquierda.













¡Tan tan taaaaaan!

Hooola! ¿Cómo están?, ¿les gustó el capítulo?, espero que si jejeje.
¿Los dejé con un poquito de suspenso?

Bueno, espero que les haya gustado, porque me costó un montón escribir en inicio (falta de inspiración), de hecho, ya había comenzado el capítulo, llevaba unas 500 palabras escritas... Peeero, no me gustó y lo borré todo jsjsjs. Espero que así como está haya quedado bien.

Como siempre agradezco a toas las maravillosas personas que están leyendo esto <3.

Si te gustó el capítulo, sería genial que votaras, y en especial que comentaras, porque algo que realmente amo, es leer lo que opinan de los capítulos :3.

Y bueno... Creo que de mi parte eso es todo...

¡Nos leemos luego!

You're mine.  [Billdip].      #Premiosgravity2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora