Capítulo 1: Ni Una Palabra

1.5K 114 27
                                    

Annabeth

Dioses, dioses, dioses... ¿Porqué me pasa esto a mi? Después de que tropecé con él esta mañana, ahora él estaba sentado detrás mío. Y eso que no fui muy amable con él esta mañana...

*********************************************************************************************************

Iba corriendo en dirección hacia el instituto. Me había quedado dormida, más de la cuenta. Estúpido Zac Efron, por culpa de él y sus películas no puedo dormir como se debe. Me había relajado demasiado estas vacaciones. Tomé las cosas a la ligera debido a que no tenía que levantarme temprano todos los días. Y desvelarme viendo películas o leyendo libros no ayudó en nada.

Desayuné lo más rápido que pude y coloqué mi cabello en una cola de caballo. No tuve tiempo de verificar si estaba presentable o no, estaba apurada. Y no me perdonaría a mí misma si llegaba tarde a clases el primer día.

Estaba tan concentrada corriendo, esperando no llegar tarde a mi primer día de clases, que no me di cuenta que alguien se cruzó en mi camino en la esquina de una calle. Sin poder evitarlo, choqué contra esa persona.

Caí pesadamente sobre mi trasero sobre algo suave y a la ves firme.

— ¡Percy! dijo la voz de un chico que se encontraba cerca mío—. ¿Estás bien? —luego dirigió sus oscuros ojos hacia mi—. Señorita... ¿se encuentra bien?

le dije yo, intentando levantarme. Cuando lo hice, pise algo suave, que bufó molesto—. ¿Pero qué...? comencé a decir, y me di cuenta que estaba sentada sobre un chico de cabello azabache, que lucía aturdido por el golpe que nos acabamos de dar. 

Me levanté y lo ayudé a ponerse de pie.

Lo siento... estaba apurada y no estaba prestando...las palabras se me había atascado en la garganta. 

Miré sus ojos, y les juro que me quedaría viendo esos ojos durante todo el día. Eran de un hermoso color verde, como el mar. Al parecer, me lo quedé mirando por bastante rato, ya que el chico agitó su mano frente a mi para llamar mi atención. Sonrío de la forma más hermosa que haya visto y me sonrojé. Miré a todos lados evitando mirarlo y dirigí mi vista hacia mi reloj.

¡5 minutos!

Llegaré tarde, maldita sea. Salí corriendo de nuevo, tirando al chico, otra vez, al suelo. Me volteé y me di cuenta de que tenía sus cosas tiradas por el piso. Sin decir nada o ayudarlo, seguí corriendo. Sabía que era descortés y poco amable, pero si no llegaba a tiempo a clases Reyna me mataría. O peor, me daría una de sus "charlas reformatorias". Ya había pasado por una de ellas, y no quisiera volver a experimentarlo.

Dejé al chico recogiendo sus cosas y me fui corriendo a la preparatoria.

*********************************************************************************************************

Y miren mi suerte.

Tras tirarlo al piso, no solo una, sino dos veces. Dejarlo recogiendo sus cosas sin ayudarlo, y sin disculparme debidamente. Y resulta que es el estudiante nuevo que de seguro, además de llevarse una mala impresión mía, ya me odia. 

Me viré un poco para verlo por el rabillo del ojo. Estaba mirando por la ventana. Se le veía un poco... ¿melancólico? De repente voltea a mi dirección, y me mira con esos hermosos ojos suyos, con una expresión que reflejaba claramente: 

"Tú eres que me tiró en la calle dos veces. No me ayudó, y no se disculpó"

Luego volvió su vista hacia la ventana con un aire ligeramente... molesto.

El Silencioso JacksonWhere stories live. Discover now