Capítulo 15

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*Hoy es el cumpleaños de Ciel, estoy tan emocionada, y le voy  a regalar algo especial, ojalá sea de su agrado. Cuando regrese temía mucho a lo que iba a pasar, a tener que casarme con el hombre que amo siendo que este no me correspondía, pensé que la amargura me iba a consumir completamente. Ahora todo es distinto, veo mi futuro con días soleados y llenos de felicidad, no veo la hora de casarme con el Conde Ciel Phantomhive. 

Elizabeth se coloco un gran abrigo sobre ella antes de salir de la puerta de su casa hasta el carruaje que la esperaba, eran días muy fríos y no quería correr el riesgo de enfermarse. Lizzy estuvo distraída durante gran parte del viaje, empezó a imaginarse el día de su boda y su vida junto con su prometido. El carruaje se detuvo, eso fue una señal automática para que ella dejara sus pensamientos de lado para volver al presente, bajo cuidadosamente para no caerse ya que llevaba una caja en su mano la cual también requería de bastante cuidado.  Fue recibida por el gentil Sebastian que le aviso que Ciel se encontraba en el comedor esperándola. Al pasar el marco de la puerta lo vio y sonrió inmediatamente, el hizo lo mismo.

- Ven, pasa...

- ¡Feliz cumpleaños Ciel! - lo decía mientras se dirigía hasta él lentamente, con ambas manos detrás de ella para ocultar el regalo que trajo. Al llegar Riel lo miro por unos segundos a los ojos sin decirle absolutamente nada, luego se acerco un poco a su oído derecho y pronuncio unas palabras suavemente - Feliz cumpleaños Conde. 

Ciel volvió a sonreír por la emoción que le dio la actitud de Lizzy, en un acto casi involuntario la tomo entre sus brazos y la abrazo por un largo rato, pero este fue interrumpido cuando Mey-Rin ingreso al lugar y al verlos se puso nerviosa y termino tirando las tazas de té que había traído para ambos. Inmediatamente ambos se voltearon a ver que fue lo que genero tan sonido contra el suelo.

- Lo siento, no fue mi intensión...

- Esta bien, no te preocupes...- dijo Lizzy tratando de ser simpática, en ese momento Ciel tomo la mano de su prometida.

- Acompáñame...- Lizzy hizo una señal con su cabeza indicando que aceptaba, ambos salieron del comedor y fueron hasta el estudio de Ciel. - Pensaba que podríamos salir al jardín, pero hoy hace mucho frió y aquí esta mas cómodo el ambiente, gracias por venir, me siento muy emocionado por tu presencia...

- Ciel te quiero dar esto...- Lizzy saco la única mano que tenia detrás de ella ya que la otra aun sostenía la mano de su prometido. Puso la caja sobre el escritorio del Conde. - Puedes abrirlo... no sabia que regalarte y luego recordé que había traído esto de mi viaje.

Ciel abrió la caja y se encontró con muchas bolsitas que contenían distintos tipos de té, de los mas exquisitos que había. Ciel se quedo fascinado con el regalo.

- Muchas gracias, realmente estoy impresionado... no encontraba estos gustos por ningún lado, no los venden mucho en Londres, realmente gracias.

- No es nada, me siento rara regalándote algo tan simple, pero no tuve tiempo de otra cosa, ademas que no sabia que podía darte. 

Ciel llamo a Sebastian y le indico que llevara los té a la cocina, que prepare dos y que luego guarde los demás, el fiel mayordomo siguió las indicaciones al pie de la letra y al poco tiempo les trajo dos tazas de té a los jóvenes prometidos junto con porciones de pastel. El aroma del té era delicioso, era suave y refrescante, Ciel se detuvo a contemplar la increíble fragancia que este generaba y luego tomo un sorbo. Simplemente lo amo, era tan especial, y más siendo un regalo de la hermosa y cariñosa Elizabeth Midford. Al terminar de disfrutar de las tazas y el pastel, que había traído Sebastian anteriormente, ambos empezaron a jugar al ajedrez, Ciel seguía jugando a su manera y finalmente ganó la partida contra Lizzy. Se pasaron todo el mediodía jugando a todo tipo de juegos, hasta que finalmente decidieron descansar un rato. 

- Ciel... ¿Que te parece si bailamos?

- ¿Bailar? ¿Es realmente necesario? 

- Dale, se que nos vamos a divertir, ademas parece que bailas muy bien...

- En ese caso acepto, ven vamos al salón allí hay mas espacio...

Los jóvenes prometidos, que ya parecían recién casados, comenzaron a bajar las escaleras cuidadosamente, Lizzy tomo el brazo de Ciel y este se sonrojo un poco. Antes de llegar al final escucharon como alguien tocaba la puerta.

*¿Quien será? No invite a nadie más el día de hoy a mi casa...

Sebastian apareció para abrir, Lizzy coloco su pie sobre el piso dejando atrás el ultimo escalón, se quedo parada junto a su prometido, mientras seguía sostenida de su brazo, la puerta termino de abrirse.

- Buen día...

¿Amor o Deber? - Ciel y LizzyDove le storie prendono vita. Scoprilo ora