#9. ¿Adios?

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¡Oh amor poderoso! Que a veces hace de una bestia un hombre, y otras, de un hombre una bestia.William Shakespeare.

Para mi gran sorpresa el club está realmente cerca del parque. Spencer camina en silencio al igual que yo. Creo que se siente algo incomodo por nuestra conversación un poco profunda de hace un rato. Casi nunca hablo de mi pasado, no me gusta recordar a mi padre. Pero fue inevitable y sentí que debía hacerlo, me hacía falta decir en voz alta mis pensamientos. Por eso también creo que para Spencer es difícil hablar de su pasado porque realmente luce algo incomodo. Creo que sus pensamientos deben estar relacionados a que hablo de más o pensando que le habrá ocurrido a mi padre, o simplemente no piensa en nada de esto.

─El ambiente de este club es tranquilo ─dice Spencer con las manos en los bolsillos─. Creo que te agradará.

─Supongo que sí, aunque debo confesar que no soy fan de los clubes de Londres, los aborrezco ─digo y pienso el día que pise Pandemónium, el día en que todo comenzó.

─Mas sin embargo has querido visitar los de aquí ─dice él.

─Si, así es.

Llegamos a la entrada y está vacía a diferencia de los clubes en Londres. Creo que no tienen nada que ver el uno con el otro según veo. Entramos al club y la música llena mis oídos, aunque no es tan alta como esperaba. Esto está repleto de personas, y todos se mueven al ritmo de la música.

─ ¿Vamos a la barra? ─sugiere Spencer.

─Vamos, quiero tomar algo ─digo y jalo a Spencer por el brazo.

El se ríe y se deja llevar. Cuando llegamos a la barra veo a par de personas sentadas en las sillas. Hay dos libres casi al final de la barra y le hago señas a Spencer para sentarnos allí. El está detrás de mí y nos sentamos en las sillas. Le hago una seña al bar tender y este llega a nosotros.

─ ¿Que tomaran? ─pregunta.

Miro a Spencer y muevo la cabeza en dirección al bar tender, en otras palabras quiero que pida el porqué no se qué diablos tomar.

─Un Cosmopolitan para la señorita y un trago para mi ─le dice Spencer al bar tender.

─Ahora mismo se los traigo.

Veo al bar tender darse la vuelta y miro a Spencer al lado mío. El está mirando la pista de baile, donde hay unas cuantas parejas bailando, aunque no se logra distinguir los rostros de las parejas. Me quedo observando y mi mirada se detiene en la espalda de una de las parejas. Es un chico alto y, se me hace muy familiar su forma de moverse.

─Bailemos ─le digo a Spencer.

─Yo no bailo ─dice el mirándome.

─Oh, todos bailan. Ven ─digo y lo levanto.

Con algo de pesadez el me sigue hasta la pista, y yo me coloco cerca del chico. Pongo la mano en el hombro de Spencer y el pone la suya en mi cintura. Con la mano libre entrelazamos los dedos a nivel de nuestros cuellos. Nos comenzamos a mover al ritmo de la música.

─Sabes bailar ─le digo a Spencer.

─Quizás si ─admite.

Le sonrío y miro la espalda del chico. Esta bailando con una chica de pelo marrón chocolate y de ojos grises. Es muy bonita. Doy una vuelta y me congelo. De igual manera se detiene el chico que baila. Yo sabía que lo conocía, como no conocerlo. Es Harry.

─ ¿Qué sucede? ─pregunta Spencer.

Más yo me quedo mirando los ojos de Harry quien me mira con la boca abierta.

Love Harmful 2: Buscando el amor.Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ