Capítulo 16

1.3K 150 15
                                    

Cuando Katrina se acerco al inconsiente Edward se preocupo. En repetidas ocasiones le hablo e incluso golpeo su mejilla con desesperación al notar que no reaccionaba, pero cada uno de sus intentos fue en vano.

- ¿Está muerto? - Pregunto Fabian.

- Callate y ayudame a llevarlo a casa, no podemos dejarlo aquí en el piso.

Ya que Katrina se enojo cuando Fabian lo cargo sobre su hombro, ambos hermanos lo tomaron de pies y hombros para cargarlo sin lastimarlo más con su padre detrás de ellos

- ¡Kat, espera! ¡Necesito hablar contigo! - Jonathan corrio detrás de ella hasta tomar su mano y obligarla a mirarlo - Esto es importante. Espera, por favor.

- No me toques, - se zafo de su agarre de un tiró- ¿Crees que soy una estupida? Sé que babeas por mi pero yo no soy un trofeo y nunca has sido algo más que mi amigo. Dale a Edward su lugar como lo qué es y quitate de mi camino.

- El que te ve como un trofeo es él. No sabía montar y por quedar bien contigo y tu familia hizo esa estupidez. ¿Qué quería demostar?

- Tu no sabes nada de mi, en realidad no te intereso, soy solo un capricho- se acerco a Jonathan y con un dedo golpeo su gran pecho. - Alejate de nosotros de una buena vez.

(...)

- ¡Oh, Dios! ¡No puedo creer que mataran al chico! ¿Dónde diablos queda su eduación? Neandertales. - pregunto la mujer de la casa

- Tus hijos tuvie...

- Tu no menciones palabra Dominic. - la madre volteo a ver a sus hijos- lleven al chico a la habitación de su hermana.

Ambos se miraron, después a su padre y al final a su madre. La orden no era tan descabellada si se pasaba por alto que pedía lo llevaran a la habitación de su hermana.

- Si no lo hacen los voy a castrar después de terminar con su padre. No creo que Alessia y la chica en turno sean felices con eso- esto último fue para Fabian.

Katrina entró corriendo a casa. Cuando su madre le dijo en que habitación estaba Edward se retiro sin mediar palabra. Primero se detuvo en el baño por el botiquín y luego fue a su cuarto.

Sus hermanos ya no se encontraban ahí, y lo agradecía, pues si los veía los ahorcaria con sus propias manos. Estaba muy enojada con los hombres de su familia y con Jonathan, pero sobre todo con el hombre que estaba durmiendo pacificamente en su cama.
En el fondo sabía que Jonathan tenía razón, no sabía montar y aún así quiso demostrar que era mejor, siempre queriendo ganar. Apostaba todo lo que tenía a que lo había hecho por poner a Jonathan en su lugar, o este le dijo algún comentario que lo saco de sus casillas.

Tomando un algodon y un poco de alcohol limpio con cuidado la sangre seca y la suciedad de la cara. Limpio el sudor de la frente y cuello. Le desabotono la camisa y limpio algunos arañazos. Mientras hacia todas esas tareas pensaba en lo sucedido, terminando por limpiar con más fuerza de la necesaria.

- Diablos, mujer. Duele, no lo hagas tan fuerte. - pregunto Edward que desperto por el dolor

- Callate. No estarias aquí si te hubieses quedado fuera de la cerca. ¿En qué estabas pensando? ¡Pudo perforarte con el cuerno algún organo vital, carajo! ¡Eres un idiota!

- Oye, tranquila. Jamás dices tantas malas palabras, mucho menos en una sola oración.

- No me calmare, estoy enojada con mi familia y contigo. Dime ¿Qué deseabas demostrar? ¿O acaso fue una provocación de Jonathan? ¿Querías jugar al macho alfa con él?

Silencio.

- Esto es increible. Te di una oportunidad porque te amo, acepté ser tu esposa aún sin una propuesta o anillo y los dos sabemos que es solo una tapadera, pero tampoco me preguntaste. Después de que me pintaste lo cuernos regresé contigo. Eres una mala apuesta que estoy jugando, estoy a tu lado a pesar de todo y me quieres reclamar como si fuese una propiedad o trofeo.

Lo que me cuesteWhere stories live. Discover now