Cuando Katrina se acerco al inconsiente Edward se preocupo. En repetidas ocasiones le hablo e incluso golpeo su mejilla con desesperación al notar que no reaccionaba, pero cada uno de sus intentos fue en vano.
- ¿Está muerto? - Pregunto Fabian.
- Callate y ayudame a llevarlo a casa, no podemos dejarlo aquí en el piso.
Ya que Katrina se enojo cuando Fabian lo cargo sobre su hombro, ambos hermanos lo tomaron de pies y hombros para cargarlo sin lastimarlo más con su padre detrás de ellos
- ¡Kat, espera! ¡Necesito hablar contigo! - Jonathan corrio detrás de ella hasta tomar su mano y obligarla a mirarlo - Esto es importante. Espera, por favor.
- No me toques, - se zafo de su agarre de un tiró- ¿Crees que soy una estupida? Sé que babeas por mi pero yo no soy un trofeo y nunca has sido algo más que mi amigo. Dale a Edward su lugar como lo qué es y quitate de mi camino.
- El que te ve como un trofeo es él. No sabía montar y por quedar bien contigo y tu familia hizo esa estupidez. ¿Qué quería demostar?
- Tu no sabes nada de mi, en realidad no te intereso, soy solo un capricho- se acerco a Jonathan y con un dedo golpeo su gran pecho. - Alejate de nosotros de una buena vez.
(...)
- ¡Oh, Dios! ¡No puedo creer que mataran al chico! ¿Dónde diablos queda su eduación? Neandertales. - pregunto la mujer de la casa
- Tus hijos tuvie...
- Tu no menciones palabra Dominic. - la madre volteo a ver a sus hijos- lleven al chico a la habitación de su hermana.
Ambos se miraron, después a su padre y al final a su madre. La orden no era tan descabellada si se pasaba por alto que pedía lo llevaran a la habitación de su hermana.
- Si no lo hacen los voy a castrar después de terminar con su padre. No creo que Alessia y la chica en turno sean felices con eso- esto último fue para Fabian.
Katrina entró corriendo a casa. Cuando su madre le dijo en que habitación estaba Edward se retiro sin mediar palabra. Primero se detuvo en el baño por el botiquín y luego fue a su cuarto.
Sus hermanos ya no se encontraban ahí, y lo agradecía, pues si los veía los ahorcaria con sus propias manos. Estaba muy enojada con los hombres de su familia y con Jonathan, pero sobre todo con el hombre que estaba durmiendo pacificamente en su cama.
En el fondo sabía que Jonathan tenía razón, no sabía montar y aún así quiso demostrar que era mejor, siempre queriendo ganar. Apostaba todo lo que tenía a que lo había hecho por poner a Jonathan en su lugar, o este le dijo algún comentario que lo saco de sus casillas.Tomando un algodon y un poco de alcohol limpio con cuidado la sangre seca y la suciedad de la cara. Limpio el sudor de la frente y cuello. Le desabotono la camisa y limpio algunos arañazos. Mientras hacia todas esas tareas pensaba en lo sucedido, terminando por limpiar con más fuerza de la necesaria.
- Diablos, mujer. Duele, no lo hagas tan fuerte. - pregunto Edward que desperto por el dolor
- Callate. No estarias aquí si te hubieses quedado fuera de la cerca. ¿En qué estabas pensando? ¡Pudo perforarte con el cuerno algún organo vital, carajo! ¡Eres un idiota!
- Oye, tranquila. Jamás dices tantas malas palabras, mucho menos en una sola oración.
- No me calmare, estoy enojada con mi familia y contigo. Dime ¿Qué deseabas demostrar? ¿O acaso fue una provocación de Jonathan? ¿Querías jugar al macho alfa con él?
Silencio.
- Esto es increible. Te di una oportunidad porque te amo, acepté ser tu esposa aún sin una propuesta o anillo y los dos sabemos que es solo una tapadera, pero tampoco me preguntaste. Después de que me pintaste lo cuernos regresé contigo. Eres una mala apuesta que estoy jugando, estoy a tu lado a pesar de todo y me quieres reclamar como si fuese una propiedad o trofeo.
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Lo que me cueste
RandomPerdió el amor de su vida por una noche de pasión... Edward Mazouz engañó a su novia en una noche de copas. Él no sabía cuanto la amaba hasta que desapareció de su vida. Como loco busca la manera de recuperarla, pero Katrina Powell evade todos sus i...