•Capítulo cuarenta y tres "Me haces feliz" •

Start from the beginning
                                    

Iba a contestar cuando Stefan se acerca a nosotros.

—Hola ¿Qué hacen aquí? Enana, ¿Por qué no dejas que Sehun entré? —saludo viendo a su hermana.
—Eso le acabo de preguntar pero tú llegaste —dijo ella.
—Ah, bueno en ese caso entra Sehun, no mordemos —se rió entrando de nuevo.

Volteé a ver a ____ y ella solo se encogió de hombros.

—Ya lo oíste, entra —tomo mi mano y me obligó a entrar con ella.

Al estar dentro de su casa me quedé observandola, de verdad era enorme.

—Lo sé, es enorme —se rió. —A veces me pierdo y eso que vivo en ella
—Por fuera se ve diferente pero por dentro es aún más grande y espaciosa la verdad —seguía observando la casa.
—¿Iban a salir? —llego Stefan comiendo unas gomitas de chocolate.
—Si, dame —____ le arrebató el paquete de la mano. —Lo dejó contigo Stef, iré a cambiarme.
—Okay, pero devuélveme mi comida —se la dio —Yo lo cuido, no vaya a perderse en la casa.

____ se acercó a darme un beso en la mejilla.

—Estas en buenas manos, sirve que ustedes pasan más tiempo y se conocen —lo último lo susurró para que su hermano no la oyera. Pasar tiempo aunque sea unos minutos es incómodo para mí pues casi nunca he tenido que estar a solas con Stefan, así sea hermano de mi novia es incómodo solo espero que salga bien todo.

_____.
Dejé a Sehun con Stefan mientras yo iba a cambiarme. En parte lo hice porque quiero que ambos se lleven mejor muajajaja, saqué de mi armario una blusa verde militar de manga larga, un pantalón azul entallado. Me coloqué mis botas amarillas y un beanie en gris, cepillé mi cabello dejándolo a los lados y ahora sí bajé. Al hacerlo me encontré con que mi novio y mi hermano reían por tontadas que supongo Stefan dijo.

—Veo que se llevaron bien —dije cruzándome de brazos.
—Tu novio realmente me cae bien enana, deberías traerlo más seguido —Stefan me lanzó un guiño.
—Agh...—hice como si lo esquivara —Siento interrumpir tu bella plática hermanito pero mi novio y yo tenemos que irnos —me estiré jalando del brazo al chico.
—Pero...
—Sera otro día mai frend —le hice burla. Me gustaba molestarlo.
—Pero....
—Bais —me despedí llevando a Sehun conmigo. Stefan se levantó molesto.
—¡Yah! Déjame hablar chingao —no aguantó y se rió.

******

—¿Siempre son así? —pregunto Sehun entre risas una vez que salimos.
—Seee, me gusta molestarlo —sonreí. —¿A dónde vamos? —tome su mano y la entrelace.
—Mmm...¿Al bosque? —bajo su mirada.
—Yeiiii —celebre alzando mis brazos al cielo. —Ventajas de vivir rodeada por un bosque, ven —tome su mano que antes había soltado para guiarlo.

Caminamos unos cuantos pasos hasta llegar a una como tipo vereda de piedras, sólo se oían nuestras pisadas.

—Me gusta estar contigo —dije abrazando su cintura pues era lo único que alcanzaba. Sehun se rió al darse cuenta.
—Estas muy pequeña, bonita —sacudió el gorro que traía puesto.
—Cállate, no es mi culpa que tú estés como pinche poste de luz —levante mi vista aún abrazada a él.
—¿Ahora soy un poste de luz?
—Si, pero eres mi poste de luz —vi que cerca de donde estábamos había una roca más o menos grande. Me separé de Sehun y corrí hacia ella para después subirme.
—Mmm, ahora sí estamos a la misma altura —camino hasta llegar conmigo y pasó sus brazos por mi cintura acercándome a él yo por reflejo puse los míos en su nuca.
—Pues ¿Cuánto mides qué?
—1.83 —con razón está tremendo poste.
—Ahora entiendo todo —puse mi mano en mi barbilla como si estuviera pensando. —Con razón pareces poste de luz, yo muy apenas y mido 1.70 —hice puchero.
—Solo es cuestión de crecer —se burló.
—¿Me dijiste pequeña? Me dueles —hice una expresión de ofendida.
—Si pero eres MI pequeña —se dio la vuelta dándome la espalda y me cargó tomándome con fuerza de las piernas.
—¡Azopotamadre! Bajame, bajame, bajame me voy a caer Sehun —me reía a carcajadas en el fondo sabía que sería incapaz de dejarme caer. —¡Yah!
—Jamás te dejaría caer, hermosa. Ahora, sostente fuerte —seguido de eso comenzó a dar vueltas conmigo encima.
—¡No,no, no,no! —juro que me asusté. —Para, que me mareo idiota —golpee su brazo esperando que así se detuviera.

Sehun se detuvo y ahí aproveche para bajarme toda mareada. Me tambalee un poco de no ser por él mismo que me tenía sostenida. Mientras mi mundo dejaba de dar vueltas me espante.

—¡Ah!  —me sobresalté al ver que un bicho pasó volando cerca de mí. No vi que era realmente.
—¿Qué pasó? —a la vez que yo me asusté sin querer Sehun también lo hizo.
—Un....—el bicho paso de nuevo y ahora si pude ver que se trataba de una simple abeja —¡Ah, una abeja! — casi me había trepado encima de él. —¡Ah,me va a comer! —me escondí detrás de él utilizándolo como escudo según yo.
—Preciosa, sólo es una abeja —se mordió el labio para no reírse.
—Si claro —asome mi cabeza por detrás de su hombro —es una abeja asesina que me va a comer ¡Woa! —me escondí de nuevo al ver que la abeja volaba cerca de mi cara.

Sehun no aguantó más y terminó por reírse de mí. Realmente le tengo fobia a las abejas, al ver una huyó de ella.

—Bonita, sal. La abeja se ha ido ya —Hun se quitó dejándome indefensa ante la abeja.
—¿Seguro? ¿Ya no está? —miraba temerosa alrededor.
—No, ya se fue —se rió. Lo golpeé de nuevo. —Ah, ¿Y eso por qué fue?
—Por reírte de tu novia la cuál le tiene miedo a una simple abeja, por eso fue —me crucé de brazos haciéndome la enojada y caminé de regreso.

Sehun corrió alcanzandome. —¿Te enojaste?
—Ti inijisti —respondí imitando su voz la cual falle totalmente. —¡Jum! —rodee los ojos y volví a caminar.
—Amoooor!!! —alargo la "O" —Mi niña hermosa, preciosa, bonita —sacudía mi brazo. Sonreí. —¡Sonreiste! ¡Siii!
—Tramposo, sabes que no puedo enojarme contigo —toque su nariz con mi dedo.
—Porque me amas, lo sé —me dio un beso rápido.
—Lastimosamente si —dije divertida.

Caminamos un trayecto más hasta que otro animal pasó corriendo por el costado de Sehun asustandolo en el momento y tropezandose con una piedra cayendo sobre mí,por suerte caí en césped.

—¿Estás cómodo? —dije casi con su cara sobre la mía.
—Si, lo estoy —se rió mientras ponía su peso en sus brazos.
—Pues yo no, muévete —lo quité pero Sehun me jalo haciendo que ahora yo cayera sobre él.
—Asi está mejor —vio mis labios.
—Si tú como no, porque te conviene —respondí. —Ya es la segunda vez que estamos así —dije recordando esa vez en su cuarto que su madre casi nos descubre.
—Ya recuerdo, que mi madre casi nos descubre —se carcajeo.
—Fue muy incómodo esa vez, por poco y nos ve en esta posición —nos señalé.
—Acepta que te gusta estar así —dijo en doble sentido.
—A ti es al que le gusta, sino no estaríamos así —seguí su juego.
—Me encanta —susurro en mi oído. Eso hizo que me diera escalofríos por su cercanía.
Carraspee nerviosa. —Amm...debemos irnos se..hace tarde —me levanté antes que Sehun notará mi nerviosismo.
—Tienes razón, debemos irnos —paso su brazo por mis hombros y caminamos.

Llegamos a la mansión donde pasamos otro rato pero ahora acompañados de Stefan. Entre los tres jugamos videojuegos, comimos e hicimos alguna que otra travesura a mis hermanos. Hasta que llegó el momento de que el día terminará.

—¿Tienes planes mañana, linda? —cada vez saca más apodos diferentes que no me canso de oír. Jugaba con mi mano dibujando corazones imaginarios.
—Ahora que lo pienso...No ¿Por qué? —mi cabeza estaba recostada sobre su hombro. Eran las 9:30 de la noche. 
—Pensé que podíamos ir a un lugar con los chicos, hace días que no salimos todos ¿Te parece la idea? —Stefan se había ido a su cuarto hace rato.
—Me parece bien, ¿A qué lugar? —voltee a verlo bostezando. Sehun ya sabía que dormíamos, ese mismo día se lo conté.
—Eso será sorpresa, lo sabrás hasta mañana —beso mi cabeza. —Debo irme hermosa, te veo mañana.
—¿No piensas irte solo a esta hora o si? —me preocupaba que le sucediera algo.
—Son las 9:38 bonita, estaré bien —me tomó por los hombros tranquilizandome.
—Me vale un reverendo pepino que sean las 9:38, no te dejaré ir solo. Me preocupa que te pueda suceder algo —lo abracé. —¡Stefan!
—¿Me hablaste? —el antes mencionado venía bajando las escaleras.
—Si, dile a Dom que nos presté la camioneta porque me acompañarás a llevar a Sehun —ordene.
—No es necesario, puedo irme solo —movió sus manos negando.
—Pero claro que no, ____ tiene razón no permitiré que te vayas solo. Esperen aquí, ahorita regreso —Stefan me apoyó y subió.

Minutos después llegó con las llaves de la camioneta. Nos subimos y llevamos a Sehun hasta su casa, nos despedimos y regresamos a la mansión.

" BLOOD" (Sehun y tú) Where stories live. Discover now