Fingiendo ser una Lesbiana #Lesbianas (TERMINADA)

Capitulo 42 (Maratón parte 1)

Se nos viene maratón como tanto lo han pedido, tres capitulos seguidos. No olvieden votar!

Dos meses después...

Narra Amanda.

Hoy era un día no sé si llamarlo especial o triste, puesto que Rebeca al fin se decidio a ir a visitar la tumba de su hermano así que me pidió acompañarla. Me levante esa mañana, me di una ducha y tome un café de camino a recogerla. Al verla salir note la tristesa y nervios, seguro que estaba algo nerviosa pues desde que su hermano fallecio, ella trató de no pensar en ello, de no hablar sobre eso y así penso sería más facil sobrellevar el dolor. Pero estaba lista, lista para darle esa despedida que merecía y ella necesitaba.

Subió al auto, me regalo una pequeña sonrisa y me acerque a darle un rápido beso en los labios. Encendí el auto y nos pusimos en marcha. El resto del camino fue silencioso, ella no paraba de jugar con sus dedos y bueno, la dejé tranquila, no quise molestar con preguntas o tratando de hablar de algo más.

Una vez que llegamos fuimos a la oficina para pedir información de la ubicación de la tumba, ella nunca había ido a verlo así que no sabía en dónde se encontraba. Un hombre algo malencarado nos atendió, después de regalarnos una mirada desagradable, reviso un libro, paso algunas paginas y después de unos minutos esperando nos pidió seguirlo. Yo no confiaba mucho en el hombre, en realidad me daba un poco de miedo pero al final él era el encargado del lugar y el unico que podría ayudarnos.

Caminamos tras él por entre las tumbas hasta llegar a una hilera de lápidas que se veían más recientes, más nuevas. El hombre nos volteo a ver, dijo que era la cuarta y se marchó. Rebeca y yo caminamos hasta la cuarta tumba, ahí estaba la lápida con el nombre de su hermano y unas flores que parecían de al menos tres días atrás.

Rebeca se quedó congelada observando la tumba, lagrimas comenzarón a acumularse en sus ojos. Me acerqué más a ella y la tome de la mano, no sabía que decirle, yo sabía que no hay palabras que puedan hacerte sentir mejor en una situación como aquella, así que elegí guardar silencio. Rebeca no aguanto mucho más las lagrimas y comenzó a llorar, se abrazó a mi cuerpo y la deje llorar mientras acariciaba su espalda. Ella estaba destrozada, nunca la había visto así, y con justa razón pues apenas caía en cuenta de lo que había ocurrido con su hermanito.

Cuando paró de llorar un poco, se inclinó junto a la lápida y yo me aleje un poco para darle espacio, sería más fácil para ella desahogarse y hablar con su hermano si estaba sóla. La observe a distancia hasta que vi que que ponía de pie, entonces caminé de regreso hasta ella y nos marchamos tomadas de la mano.

-Gracías, por acompañarme a hacer esto

-No me agradezcas, sabes que estoy para ti, en lo que necesites

-Lo sé- dijo volteando a verme con una cara de agradecimiento –no habría podido hacer esto sola

-Pudiste hablarle?

-Sí, le pedí disculpas por venir hasta ahora

-Seguro él lo habría entendido

-Sí, fui una cobarde, me engañe pensando que si no lo veía así, bajo tierra con una lapida como ultimo recordatorio de su existencia, entonces sentiría como que no pasó

-Bueno amor, es dificil de afrontar, pero ya lo hiciste, ahora podremos venir a verlo cuando desees

-Sí, la proxima vez espero no olvidar traer flores

-Lo recordaremos

Llegamos al auto y nos pusimos en camino de regreso. Le pregunte a Rebeca si quería ir a comer algo pero ella se encontraba algo decaída y decidio que solo fueramos a su casa. Llegamos y fuimos a su habitación, ella no se encontraba de animos para nada así que solo nos recostamos en su cama mirando hacía el techo.