Fingiendo ser una Lesbiana #Lesbianas (TERMINADA)

Capitulo 14

Entré a la sala y me senté en el sofá esperando lo que Gabriel tenía que decir. Mis amigas se habían retirado a la habitación para darnos espacio. Él se acercó a sentarse junto a mí, seguía serio sin decir una palabra, creí que nunca hablaría así que estaba por iniciar una disculpa cuando él se me adelanto.

-¿por qué no me lo dijiste?- lo miré confundida, yo esperaba gritos pero él se comportaría como un caballero, igual que siempre

-no lo sé, creí que si te lo decía no te gustaría

-y pensaste que me gustaría más ser engañado?

-No, no creo que haya pensado en eso

-claro que no lo hiciste, no esperabas que te descubriera- Gabriel sonrió triste –¿sabes que es lo que me duele?

-¿qué te mintiera?

-No, me duele que no confiaras en mí, sabes que siempre te he apoyado en todo lo que haces igual que tú me apoyas a mí, Amanda se supone que somos un equipo

-lo sé, es solo que no sabía cómo reaccionarias al plan- entonces lo mire a la cara esperando ver una reacción de asco o molestia pero nada

-hablas del plan en el que fingiste ser lesbiana y me pusiste el cuerno con una chica- él se rio de mi reacción –no Amanda, no diré que me encantó escuchar eso, pero lo entiendo

-¿lo haces? ¿no estás molesto entonces?

-lo estoy, el hecho de que no me lo dijeras me molesta, pero entiendo porque lo hiciste y por eso te perdono

-Gabriel yo...enserio lo siento y gracias por no terminar conmigo- comencé a llorar y él envolvió sus brazos alrededor mío

-nunca lo haría, sabes que te amo Amanda

-yo también te amo

Decirle eso a Gabriel me hiso recordar cuando Rebeca me dijo que creía amarme, yo le dije que no era posible pero en el fondo sabía que ella si sentía todo eso por mí. Me dolía haberla utilizado de esa manera y haber roto su corazón pero no había vuelta atrás, lo hecho estaba hecho y no podía cambiar nada de lo ocurrido.

Ahora que Rebeca me odiaba sabía que algo en mí se había roto también pero lo único que me quedaba por hacer era mejorar las cosas a futuro y tratar de olvidar mi pasado, entre ello olvidar a Rebeca, si es que eso es posible.

Dos semanas, dos semanas habían pasado desde que las cosas salieron a la luz y desde que mis amigas y yo regresamos de Los Cabos. Al regresar lo primero que hicimos fue ponernos en contacto con el abogado del Señor Collins para decirle lo que habíamos averiguado y que Rebeca había prometido confesar.

Unos días después de nosotras ella también volvió, nos enteramos por parte del abogado puesto que ella se presentó a declarar al juzgado y el caso del señor Collins se reabrió, tras las averiguaciones necesarias y confirmar que la historia contada por Rebeca ahora era la verdadera, el juicio se levantó contra Victoria y Rebeca quienes fueron sentenciadas respectivamente con tres años de cárcel para Victoria y una condena reducida por hablar y por el perdón de la familia a Rebeca de seis meses.

El señor Collins ya fue liberado y Laura se encontraba en un estado de completa gratitud hacia mí, todos los días me habla para darme las gracias una y otra vez, le he dicho que no es a mí a quien debe agradecer pero ella aun le guarda rencor a Rebeca y no quiere saber nada de ella.

Yo por otra parte he intentado hablar con ella, cuando me enteré de que iría a prisión quise ponerme en contacto con ella pero rechazo mi interés. Han pasado tres días desde que esta allá adentro y aunque hable con su abogado para mandarle un recado de ponerse en contacto conmigo él me aseguro que Rebeca no quería saber nada de mí.